jueves, 15 de octubre de 2009

Anochecer de fútbol

Beatriz García

Si no viera que hay luces en las casas, pensaría que se ha terminado el mundo. Yo adentro. De mi casa. De mi mundo. Todo terminó y yo no me enteré.

Me causa un poco de impresión ese silencio tan profundo. El barrio parece muerto.

Hay un partido muy importante del seleccionado. Es eso. Es eliminatorio. Creo. Si Argentina no gana, no entra al mundial de Sudáfrica del año… Ni idea del año. Será el que viene. Supongo.

Ahora siento un montón de bombas que seguramente festejarán un gol argentino. ¡Ojalá! De lo contrario mañana todos los medios de comunicación dirán, veladamente claro, que la culpa es del gobierno. Y ya me tienen repodrida con eso.

Algunas veces en los barrios más populares igual tiran bombas y petardos aunque el partido no haya salido a su gusto. Será que los muchachos se quieren sacar la bronca. Igual por allá siempre se escucha el petardeo. No es sólo por el fútbol. Hay otro mundo allá.

Ahora sí es seguro. Es un gol. Mi vecino no grita el gol, lo aúlla. Eso me tranquiliza. También suena una sirena. ¿Será la cana que se emocionó tanto?

La puta madre, si todas las demás cosas nos unieran tanto como el fútbol, seríamos un país fenomenal. Fenomenal, que palabra antigua. Ya casi no se usa. Muchos jóvenes usan pocas palabras. Y se van perdiendo.

Yo por las dudas ¡al televisor, ni me acerco! Es por cábala. Soy una boluda. Es por las dudas.

Ahí viene el carrito del cartonero ¿habrá terminado o a él no le interesa? Difícil.
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Ahora que pienso, ni el basurero ha pasado. Seguro que los muchachos de la basura o los recolectores, como se dicen ellos mismos, están viendo el partido. Hasta que no termine no salen. ¡Está bien, carajo! ¿O es que ellos no tienen derecho a paralizarse como todo el país?

Uy, más sirenas, más petardos. ¿Qué hora es? Si no ha terminado falta poco. Hay chicos en la calle. Enseguida empiezan a pelotear. Pasa siempre que hay un partido importante. Se contagian. Se mimetizan. Todos son Messi, Palermo… Bueno, no me pida más. Ya es un gran logro que recuerde esos dos nombres. Apellidos, quise decir.

Una bocina. ¿Será festejo?

Más bombas. Voy a prender el televisor. No aguanto más.

¡Ganó Argentina, menos mal! Si no, ¿quién le aguanta el humor al país mañana?

La Quinta Pata, 15 – 10 – 09

La Quinta Pata

4 comentarios :

Anónimo dijo...

Qué bonita nota!! Fresca, espontánea, profunda. Te felicito y la próxima tiene que ser sin seudónimo.

Anónimo dijo...

Muy bueno tu árticulo..la verdad...quien le aguanta el humor al país...encontraste la frase justa. Me encanto.

Anónimo dijo...

El País le agradece no acercarse al televisor... por cábala digo...me encantó.

Anónimo dijo...

Muy buena la nota "si todas las demás cosas nos unieran tanto como el futbol, seríamos un país fenomenal..."; es cierto, esta reflexión y todo lo que nos dice la autora en el mismo. No perdamos las esperanzas, ni los sueños, aquellos que supimos tener los de la solidaridad, los de un mundo más justo para todos.... donde las palabras no se fueran perdiendo por no usarlas y tuvieran su verdadero valor.

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