domingo, 4 de octubre de 2009

La pasión por los libros, según Sasturain

Ver para Leer
Juan Sasturain al hablar, lo hace de manera lisa y llana, construye su discurso recurriendo a las imágenes correctas y envuelve con sus palabras. Lo mismo sucede con su literatura, y no todos los escritores pueden jactarse de ello.

Además de escritor (novelas y relatos), periodista y guionista de historietas, Sasturain se convirtió en 2007, en un eximio conductor televisivo de la mano del programa Ver para leer. ¿Un programa de literatura en la televisión abierta? Sí. ¿En Telefe? Sí. Lejos de tratarse de una experiencia pasajera, esta noche, al término del programa de Susana Giménez (el minuto a minuto marca los tiempos de la TV vernácula), el ciclo comenzará su tercera temporada.
Juan Sasturain habló sobre el programa, la televisión y el universo literario. Si algo no faltó en la charla fue literatura.

–Comienza la tercera temporada de Ver para leer. Tengo entendido que tendrá algunos cambios…
–Mantiene las características de los dos años anteriores, sigue siendo un programa de libros y trabaja la gente de siempre. Se ha modificado un poquito la apariencia externa, ya que los interiores son en el interior del país. La trama transcurre cada programa en una provincia distinta, como resultado de un disparador narrativo. En la primera escena, algo me saca de mi casa y así me traslado a otros lugares. A San Luis a verificar un dato histórico o a Chubut a perseguir un bandolero. La estructura es la habitual y hay un escritor entrevistado, vinculado con el lugar. Pero tampoco implica que vamos a hablar de un libro regional.

–¿Creé que es importante la lectura en la infancia?
–Obvio que sí. Lo que pasa es que lo haría más extensivo. Hablaría de relatos. Los relatos siempre han cumplido una función formativa o al menos completiva. Orales, escritos, dibujados, esos relatos de la primera infancia que uno recibe, cultiva o se los cuentan, son fundadores. Cumplen una función extraordinaria y no sólo desde la literatura, hay muchos soportes, como pueden ser el cine, la televisión o la historieta.
La literatura tiene un soporte que es el lenguaje y ese es el tipo de relato que está más ajeno a la experiencia de los más chicos y de los jóvenes, lo que muchos llaman “la crisis de la lectura”. Es un fenómeno relativamente nuevo el hecho que no se lea en términos ortodoxos. En la actualidad se necesita leer menos para vivir. Antes era necesario leer para estar informado. Sabemos que nada sustituye a nada, pero hoy uno se puede informar por la televisión. Han hecho que la literatura sea menos necesaria para vivir y ni hablar para otras formas más especializadas como la literatura. Es muy bueno tener la costumbre de leer, te abre a un horizonte de cosas que sólo podés acceder a través de la lectura.

–Un fenómeno como Harry Potter, ¿es un buen libro inicial para los más chicos?
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–Es buenísimo, son lindos libros, están bien escritos. Demuestra además, que algunos comentarios con respecto a la capacidad de atención en los jóvenes son superficiales. Son lugares comunes que se repiten con facilidad. Pero libros como Harry Potter son cosas positivas, ni es mejor ni peor que tantos libros de aventuras que leímos en nuestra juventud.

–No es común ver un programa que hable de literatura en la televisión abierta. ¿Cómo se lleva con eso?
–La primera sensación es que es muy lindo que te propongan hacer un lindo programa. Tenía mis aprensiones, mis cuidados. Yo quiero hablar de lo que a mí me gusta y esas condiciones se dieron. No es un programa del ranking de libros que aparece en las revistas ni chiverío, nadie me propuso nada eso.
Todo se puede hacer bien o mal. Y Ver para leer está bien hecho, es un programa bien hecho. Y no necesariamente haya que hacer todo cortito y rápido. No estoy de acuerdo de que si no la gente se aburre.

–¿Cómo definiría los caminos por los que anda el programa?
–Se construye a partir del placer y del gusto. El gusto de leer y escribir, como el cocinar y el comer.

–Un terreno en los que Pepe Carvalho se sentiría cómodo…
–Daría perfecto. Vázquez Montalbán es un ejemplo perfecto de la literatura y de esto que hablábamos. Un escritor, un intelectual, un comunicador muy dúctil.

Diagonales, 04 – 10 – 09

La Quinta Pata

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