Continúan las mentiras, las difamaciones, las operetas del Grupo Vila/Manzano/De Narváez y sus empleados contra la ya puesta en marcha de la Ley de SCA como nos tiene acostumbrados a niveles tan groseros y apelando a los estereotipos que consume el mediopelo.
Por estos días el blanco de ataque es la Radio Pública, la Nacional que en Mendoza se llama Libertador y contra ella ha desatado toda suerte de críticas sin importar si se ajustan a la verdad.
Desde la radio han dicho: "Más allá de que no nos interesa responder institucionalmente, sí creemos importante que las instituciones y las voces allí citadas en general como que "son kirchneristas y por ello serán beneficiadas con radios y canales por la nueva ley, puedan responder de alguna manera". Si bien los micrófonos de esta radio están abiertos para hacerlo, quizás habría que sumar cadenas de mails institucionales (por Libre, la UNC, INADI y todas las instituciones que trabajan en el ámbito social y sí encuentran un espacio de expresión en la radio pública)."
El miércoles 21 pasado el diario Uno publica:
Diario UNO dio cuenta en su reciente edición dominical de cómo están operando algunos sectores ultrakirchneristas para quedarse con el 33% de las radios y canales que la nueva ley de medios prevé entregar a las organizaciones no gubernamentales (ONG). Como se preveía, es casi seguro que esos medios no van a ir a parar a entidades civiles de nobles propósitos sino a amigos del poder cuya intención es montar una red de difusoras al servicio del Gobierno, con voces acalladas y con una buena pauta publicitaria oficial salida de impuestos que pagan todos los contribuyentes, sean oficialistas u opositores. Plata contante y sonante y posibilidad de acallar voces es una tentación para cualquier aprendiz berreta de Hugo Chávez. En lo que respecta a Mendoza, ya ha quedado revelada una entente entre el piquetero más chirriante del país, Luis D’Elía, y el gremialista local Roberto Picco, quien conduce una de las vertientes en que está dividida la CGT y el sindicato de prensa. Picco, además, ya ha anunciado sus intenciones de ser candidato a gobernador por el justicialismo. La nota publicada por UNO puso como “ejemplo” de administración de medios algo que ya está hoy bajo la órbita de Picco, como es la otrora famosa y hoy inexistente LV8 Radio Libertador, una emisora que es el anticipo de lo que puede pasar con ese 33% de radios y canales que quedarán bajo la órbita de las ONG direccionadas por los Kirchner. LV8 es uno de los cientos de reservorios del Gobierno nacional a lo largo y ancho del país que sólo sirven para conchabar a los amigos del poder y que no cumplen ninguna función social ni periodística. Un sitio para dilapidar dineros públicos. ¿Qué le brinda a Mendoza esta radio? Nada. Tiene muy mala recepción, equipamiento de otro siglo y su programación es de una mediocridad que asusta. LV8 es, además, una muestra palpable de cómo se manejan los que confunden un medio estatal, es decir pagado por todos los ciudadanos, con una oficina del Gobierno. Si el Gobierno nacional quiere tener un medio a su favor, pues que lo pague el Partido Justicialista. ¿Por qué los que hacen esfuerzos para abonar los impuestos se tienen que hacer cargo de las veleidades de un gremialista ávido?
Mate y Sopaipillas, 23 – 10 – 09
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