lunes, 23 de noviembre de 2009

La cuestión socialista

Juan Jorge Barbero

Apuntes para un programa de gobierno 2011 en Salto y en apoyo a la proyección presidencial de Hermes Binner

La reforma política que se impulsa en nuestro país (la de elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias), que tiene a la provincia de Santa Fe como único referente a nivel nacional al cual observar, tendría una doble implicancia en la atmósfera política argentina: 1) aumentaría el volumen y la intensidad de la lógica ciudadana, promoviendo hábitos de participación y expectativas de autodirección en la sociedad civil; 2) enriquecería los criterios políticos de la opinión pública, alimentada por el mayor protagonismo de la dimensión municipal en su dinámica. Considero que ambos fenómenos pueden constatarse en el ambiente eleccionario de septiembre / octubre pasado en la provincia de Santa Fe.

Esta doble implicancia, capaz de profundizar la práctica democrática en nuestro país y de abrir hipótesis de transformación social en su historia, invita a un cambio de escala en la programática socialista heredada de las experiencias del siglo XX, siempre proyectadas hacia transformaciones sociales mediante el manejo de las grandes palancas de la sociedad. Ese cambio de escala significaría otorgarle una importancia decisiva a la identificación de los microfundamentos de la sociedad capitalista, directamente accesibles en la dimensión municipal de sus instituciones, iniciando desde el municipio el manejo crítico de las pequeñas palancas de la sociedad, basado en la organización popular de microfundamentos de nuevo tipo. En Argentina, es en este sentido que los veinte años de gestión del Partido Socialista en el municipio de Rosario deberían promoverse por la transparencia de su gestión, protegerse por su sensibilidad democrática, estudiarse sistemáticamente, con espíritu crítico y oficiar de plataforma para un proyecto socialista extendido nacionalmente, de perspectiva internacionalista y con eje en la pequeña escala.

Hoy por hoy, distinguida en la circulación internacional de ideas socialistas, es la obra del intelectual escandinavo Jon Elster la pionera en el tratamiento de los microfundamentos sociales, señalándolos además como asunto clave en la proyección socialista actual. Patrimonio de la escuela del “marxismo analítico”, las investigaciones de Elster, auspiciando el ajuste y desajuste de “tuercas y tornillos” en los mecanismos de la pequeña escala social, es un eficaz antídoto ante los problemas de desvalorización de la subjetividad y de entronización de burocracias y élites, tan presentes en las experiencias socialistas del siglo XX. Para avanzar en este tema, se torna imperdible la lectura del siguiente libro de Elster: Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos de las ciencias sociales (Gedisa, 1998). No obstante ello, en la tradición socialista latinoamericana, tan necesitada de conjugar democracia, municipio y socialismo, un viejo folleto de 1917, escrito en Argentina por el obrero tipógrafo chileno Luis Emilio Recabarren, cuyo título es Lo que puede hacer la municipalidad en manos del pueblo inteligente, podría erigirse en telón de fondo de la estimulante tarea de reconfiguración teórica y práctica de las estrategias socialistas.

Cortesía de Rolando Lazarte, 23 – 11 – 09

La Quinta Pata

3 comentarios :

EMANUEL dijo...

teniendo a flote las buenas ideas, muy buen artículo Juan

Alejandro Casella dijo...

Juan me gustaría contactarme con vos, después de muchos años te encontré en este artículo. Escribime: alejandro_casella@yahoo.com.ar

Anónimo dijo...

Muy interesante el articulo, sobre todo la invitación a abordar a un autor novedoso como el mencionado.
Comparto que la reforma en principio es una mejora y un reordenamiento de ciertos aspectos, pero creo que es un poco excesivo llamarla como la han pretendido instalar en los medios: "reforma politica". Una reforma política se me ocurre como algo mucho más amplio que la mera implementación de un par de mecanismos electorales, como lo hace esta Ley. De hecho, el tema de las internas no es algo novedoso en nuestra historia, los partidos normalmente han tenido internas para dirimir sus representantes. Acaso la buena nueva sea el hecho de que sean abiertas, lo cual significa una adaptación a las nuevas costumbres políticas de la sociedad, pues se observa baja tendencia a la filiación partidaria y un electorado muy fluctuante influido por el continuo "bombardeo" de los mass media.
Pero esta reforma electoral trae consigo también algunos retrocesos, como por ejemplo la mayor injerencia del Ministerio del Interior en el cómputo electoral, lo cual coloca al oficialismo de turno en "juez y parte". Por otra parte, mantiene el uso de las "boletas sábanas", cosa que en Santa Fe se ha suprimido a través de la boleta única.
En fin, me he extendido demasiado, el tema da para mucho análisis y ojalá alguna vez se implemente una verdadera reforma política, que comprenda fortalecimiento de los organismos apartidarios encargados del control de la corrupción, mayor independencia del Poder Judicial, penas más altas para delitos de corrupción, rendiciones de cuenta más estrictas y obligatorias al finalizar cada mandato y un largo etcétera.
Gastón Araya

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