domingo, 18 de abril de 2010

Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos - Argentina 2009-2011

El equipo de trabajo del Proyecto de Investigación “Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales llevó a cabo una investigación respecto de cómo y con qué intencionalidad los diarios nacionales, Clarín y La Nación, y el canal de televisión Todo Noticias, abordaron las políticas nacionales en Derechos Humanos, en el marco de la conmemoración del 24 de marzo.

“Los medios observados, insertos en el bloque de poder, coinciden en generar a través de sus construcciones periodísticas, un sentido común dominante de crítica a las políticas en DDHH del Gobierno Nacional, en un marco en el que constantemente, generan ese sentido respecto de todas y cada una de las decisiones y/o políticas nacionales. Si bien, dado sus intereses particulares, los mecanismos que despliegan conllevan algunas diferencias, el sentido construido de oposición, critica y deslegitimación coincide entre los medios observados y analizados”, concluye el informe.

Observación y Análisis de las coberturas realizadas por los diarios La Nación y Clarín y por el canal de televisión TN (todo Noticias) , en su programa TN Central de lunes a viernes de 21:00 a 22:00, sobre las políticas nacionales en Derechos Humanos en el marco de la conmemoración del 24 de marzo, durante el período que abarca desde el 21 de marzo hasta el 28 de marzo de 2010.


Mendoza, abril de 2010

DIRECTOR: Lic. Ernesto Espeche
CO-DIRECTOR: Dr. Roberto Follari
COORDINADORAS: Lic. Soledad Gil - Lic. Jimena Marín
OBSERVADORES/AS: Juan Pablo Rojas - Penélope Moro - Mariana Olguín - Moisés Ortiz - Paola Ortiz - Verónica Falcón - Sol Ramos - Federico Lemos

Conclusiones finales


El equipo de trabajo del Proyecto de Investigación “Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales llevó a cabo una investigación respecto de cómo y con qué intencionalidad los diarios nacionales, CLARÍN y LA NACIÓN, y el canal de televisión TODO NOTICIAS, abordaron las políticas nacionales en Derechos Humanos, en el marco de la conmemoración del 24 de marzo.
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Estas conclusiones y la investigación que presentamos a continuación, se basan en el modelo teórico-metodológico de la Intencionalidad Editorial. En síntesis, los enunciados que conforman el sustento filosófico del modelo como propuesta teórico – metodológica para analizar los procesos periodísticos, son:
“el proceso periodístico es en esencia la conversión de una parcialidad determinada (de clase o grupo) en un valor universal o natural. Que por ello se apoya en una serie de mitos para ocultar se naturaleza. Que ese rasgo manifiesta el carácter ideológico del periodismo y su rol en la construcción de Hegemonía. Que su ineludible involucramiento en la disputa por el Poder lo ubica en el plano de la propaganda” (Espeche, 2006: 19).

Cuando decimos que el periodismo forma parte del concepto genérico de propaganda, suponemos que aquél comparte con éste una serie de métodos comunes que son punto de relación y de identidad. La particularidad del periodismo como parte de la propaganda se define por la relación dialéctica entre objetividad y parcialidad. “Por objetividad entendemos que el hecho periodístico puede ser confirmado y contrastado a partir de las fuentes, mientras que la parcialidad se advierte en la medida en que siempre existe una toma de posición frente a ese mismo hecho” (López, 2005: 48).

Dicho esto, es necesario analizar los puntos de relación e identificación entre la propaganda en sentido genérico, y el periodismo como forma especial de propaganda. En este sentido, Domenach menciona cinco reglas de la propaganda que pueden servirnos como referencia: simplificación y enemigo único, exageración y desfiguración, orquestación, transfusión y unanimidad y contagio.

Hablamos de simplificación en el sentido de que toda propaganda, para alcanzar su objetivo debe buscar la síntesis de lo complejo. La titulación en la prensa encierra esta condición al sintetizar el tema central de un artículo en una unidad compuesta por una volanta, un título y una bajada. Pero en realidad la simplificación atraviesa todo el cuerpo del medio.

La regla de la exageración se presenta cuando un hecho es sobredimensionado con el fin de acentuar determinados aspectos. Esto implica entonces una desfiguración del acontecimiento. En periodismo ésta se identifica muchas veces como la “espectacularización de la noticia”.

La orquestación se trata de la repetición de un tema bajo diferentes aspectos, hasta lograr imponerlo en la “opinión pública” ya que el fin es que el destinatario hable sobre él, lo discuta y tome posición frente al mismo.

La transfusión tiene que ver con la regla que establece que toda propaganda opera sobre una base preexistente que la sustenta. Es decir, se trata de reforzar ideas, miedos, prejuicios, un orden establecido, más que estimular un cambio.

Finalmente, la regla llamada unanimidad y contagio hace referencia a la tendencia de la propaganda a expresar la opinión de un grupo como unánime a toda la sociedad civil. Un buen medio para lograr esto es contar con la adhesión de intelectuales prestigiosos o personalidades públicas que garanticen de por sí la posibilidad de contagiar opiniones.

Dada esta explicación podemos afirmar que existe una estrecha relación entre el periodismo y la propaganda, por tanto es necesario concebir al primero como una forma especial de propaganda objetiva para comprender el concepto de intencionalidad editorial y su influencia en el terreno del debate y de la lucha por el poder.

Los mecanismos de propaganda del periodismo, institución superestructural, serán claves para naturalizar ciertos valores y concepciones de clase y para poner en marcha el consenso que determinará el grado de dominio del bloque hegemónico.

Para seguir con la dicotomía objetividad/subjetividad afirmamos, en términos de Ducrot, que el discurso periodístico es objetivo ya que se basa en hechos susceptibles de ser confirmados y constatados a través de fuentes directas o indirectas. Asimismo, el periodismo es necesariamente parcial como toda actividad humana entendida como la asunción de una posición propia del periodista y/o del medio ante la complejidad de los hechos sobre los que trabaja la práctica periodística.

En síntesis, el objetivo final de la IE y por ende su utilidad, es desentrañar cuál es la parcialidad de grupo/sector/clase convertida en valor universal o natural a través del sentido común construido en las noticias sobre un determinado tema. Asimismo cuáles son los mecanismos que se utilizan para enmascarar esa parcialidad. Para llegar a esto, el modelo metodológico plantea un análisis cuantitativo y cualitativo de la información relevada bajo el método de un observatorio de medios.

En este sentido, Los Observatorios de Medios reconocen el derecho de todo medio y de todo/a periodista a manifestar su posicionamiento editorial pero condenan que ese posicionamiento se lleve a cabo en forma encubierta, procurando esconderse detrás del falsamente denominado "periodismo independiente", por considerar que tal manipulación es violatoria del derecho que todos/as los/as integrantes de una sociedad tienen a informar y a estar informados/as.

Respecto de esta investigación en particular, constatamos que los medios pertenecientes o portavoces del corporativismo hegemónico han dejado de ser medios en el sentido técnico de la palabra, para convertirse en actores y sujetos propios, con una especialidad: producir y reproducir sentidos comunes favorables a ese corporativismo y a sus propios intereses empresarios e ideológicos.

Luego de relevar y analizar el período 21-28 de marzo, podemos decir que los medios observados, diario CLARÍN, TN y LA NACIÓN, actúan como sujetos activos en la oposición y deslegitimación de las políticas de Derechos Humanos instrumentadas por el Gobierno Nacional, insertas en el contexto de un nuevo aniversario del 24 de marzo.

Se trata de un ejemplo más de la conducta de los medios que responden a los intereses hegemónicos de los sectores o clases de los que provienen.

Esta posición no es azarosa sino que obedece a la economía política los medios, y a la ideología que -a partir de defender sus intereses hegemónicos- estos diarios conservan.

En este punto es preciso remarcar que El diario LA NACIÓN fue fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870. "La Nación será una tribuna de doctrina" fue su lema.

LA NACIÓN representó desde su origen al poder de la oligarquía terrateniente argentina, ligado a la sociedad agro-ganadera y de este modo, coherente con su tradición centenaria, ha sido tribuna de doctrina de los intereses transnacionales y de la diplomacia estadounidense. Se constituyó en el diario de cabecera de los miembros de las Fuerzas Armadas, de la vieja oligarquía terrateniente y de los especuladores financieros. Esta matriz se reflejó en su natural respaldo a la política económica impulsada por la dictadura iniciada en 1976 y su permanente rechazo a cualquier iniciativa tendiente a llevar a la justicia las causas por genocidio.

Beneficiado por esta posición, LA NACIÓN integró la sociedad de Papel Prensa SA. junto a Clarín y La Razón, siendo uno de los grandes beneficiados por la Junta Militar, que a cambio de papel barato consiguió apoyo y discreción de los grandes medios para su “Proceso de Reorganización Nacional”. En la actualidad, su paquete accionario en la papelera alcanza el 36.9%, compartiéndolo con Clarín y el Estado.

La composición accionaria de este grupo, según un informe del periódico on line La vaca.org es la siguiente: Matilde Noble Mitre de Saguier 66%; Bartolomé Mitre 10% y 'otros' 24%. Cabe destacar que en el 2003, versiones periodísticas indicaban que los dueños de LA NACIÓN eran los titulares de la banca off shore Barton Corp, una sociedad offshore, de las caribeñas islas Caimán.

LA NACIÓN S.A. tiene propiedad en publicaciones como DyN (26%), y participa en la edición de revistas como Rolling Stone, Living, Lugares, Gestión, Brando, Ahora Mamá, El jardín en la argentina. Hasta 2008 participó en CIMECO (33%), compartiendo con Clarín la propiedad de los diarios provinciales La Voz del Interior de Córdoba y Los Andes de Mendoza. Además, mantiene la publicación digital en Internet de actualización permanente y que contiene la versión impresa del diario.

Otro dato relevante radica en que LA NACIÓN es miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Esta entidad nuclea a medios del continente como:
El Tiempo de Bogotá; Down Jones & Co de Nueva York, COPESA de Santiago de Chile, CUBA FREE PRESS de Miami, Diario Popular- Argentina de Buenos Aires y Los Andes de Mendoza, entre otros. Esta organización se ha dedicado histórica y sistemáticamente a atacar a los gobiernos antiimperialistas de nuestra región, como es el caso de Cuba, y a todo aquel gobierno que represente a un sector económico distinto al de los representados por sus miembros en cada país. La SIP fue creada en 1943 y refundada en 1950 por agentes de la CIA y el Departamento de Estado de Estados Unidos. Su misión consistió en apoyar la política exterior antisindicalista y anticomunista de la era macartista, y la promoción del liberalismo económico. Actualmente, además de Cuba, la república Bolivariana de Venezuela y Bolivia son un punto de tiro permanente de la SIP, quedando así de manifiesto el posicionamiento político-ideológico de la entidad de prensa.

Por su parte, el Diario CLARÍN, fue fundado por Roberto Noble, el 28 de agosto de 1945. Luego de una primera etapa desarrollista, el matutino adoptó una postura pragmática frente a los diversos gobiernos de turno. Cumplió, de forma abierta y conciente, el rol de cómplice de la dictadura militar de 1976, abriendo el camino al golpe de Estado y funcionó como formador de una opinión que arengaba la “guerra contra la subversión” y cantaba loas a los cambios económicos fraudulentos digitados por José Martínez de Hoz. Por supuesto, logró así redituables negocios que todavía disfruta, como por ejemplo una parte de Papel Prensa SA.

En las décadas de los 80 y 90 comienza su expansión obteniendo radios, canales de televisión y televisión por cable. En 1999 el Grupo se constituyó formalmente como Sociedad Anónima siendo los accionistas mayoritarios Ernestina Herrera de Noble, Héctor Horacio Magnetto, José Antonio Aranda y Lucio Rafael Pagliaro. A su vez, dichos accionistas constituyeron la sociedad G.C. Dominio Sociedad Anónima. En forma directa y a través de G.C. Dominio Sociedad Anónima, los cuatro accionistas poseen el 82% del capital del Grupo Clarín SA.

Luego de años de crisis económica y de varios artilugios dispuestos por el grupo para lograr superar esto, el 4 de abril de 2008, CLARÍN se convirtió en el dueño de CIMECO. El Grupo CLARÍN adquirió el 80 por ciento de las acciones de la Compañía Inversora de Medios de Comunicación SA (CIMECO), al comprar la totalidad de las acciones de SA La Nación en CIMECO por aproximadamente 62 millones de dólares, De esta forma, el Grupo CLARÍN sumó el 80% de las acciones, mientras el otro 20% continúa en manos de los accionistas de Los Andes (Mendoza) y de La Voz del Interior (Córdoba). Fue el segundo cambio importante de capital accionario de CIMECO en pocos meses: en agosto de 2007 los españoles de Vocento habían vendido su participación en partes iguales a Clarín y La Nación.

En este mismo año -2008- se abrió un nuevo período. El conflicto con el sector agropecuario, desde marzo a julio de 2008 provocó un giro en el posicionamiento editorial de CLARÍN a la Casa Rosada. Tras el final del conflicto, luego de la decisiva votación en el Senado de la Nación, ambas partes –Gobierno y CLARÍN- dejaban trascender en forma oficiosa que el enfrentamiento público entre ambos se debía a la cobertura funcional al “campo” que CLARÍN había hecho del mismo. Y porque las cámaras de la señal Todo Noticias repetía una y otra vez la posición del agro, lejos de una cobertura equilibrada. De ese período proviene la frase del ex presidente Néstor Kirchner: “¿Qué te pasa CLARÍN? ¿Estás nervioso?”.

De esta manera, actualmente CLARÍN es la cabeza del conglomerado mediático más poderoso del país. Además de “el gran diario argentino”, cuya edición digital es la más consultada en América Latina.

Dentro de las propiedades del grupo CLARÍN, se destaca el Canal de televisión Todo Noticias (TN). Por intermedio de TN, el grupo CLARÍN transmite información televisiva 24 horas por día. Por este motivo se tornó, desde sus orígenes, en una herramienta vital del multimedia para sentar agenda e instalar cánones y conceptos en la sociedad, dada su reiteración cíclica de noticias y su presencia en todos los puntos del país. TN inició sus transmisiones el martes 1 de junio de 1993, con la conducción de los periodistas Luis Otero y Silvia Martínez Cassina. Según sus propias estadísticas, su audiencia potencial es de 4.500.000 personas.

En la actualidad ocupa los primeros puestos en el ranking de la televisión por cable, superando a otros canales del género. Sus programas y el canal en sí, han sido galardonadas en numerosas ocasiones, tanto con el premio Martín Fierro (el reconocido programa A dos voces, ciclo periodístico, recibió la estatuilla en 5 oportunidades) como por los premios FUND TV, Broadcasting 2000 y ATVC. Todo Noticias recibió, además, una mención del Senado de la Nación por haber sido el primer canal de noticias en llegar a la Base Marambio, en la Antártida Argentina.

Como parte del grupo mediático al que pertenece, TN construye sus noticias y programaciones en relación a los intereses económicos, políticos e ideológicos que tiene el gran grupo monopólico de CLARÍN. Insertos ya en la temática de este observatorio, la cobertura efectuada por dos de los diarios de mayor importancia de la Argentina y por el canal de televisión TN, presentaron similitudes y diferencias. Sin embargo se puede afirmar que construyeron un sentido de oposición, crítica y deslegitimación de las políticas de Derechos Humanos aplicadas por el Gobierno Nacional desde la gestión de Néstor Kirchner en adelante.

De esta manera, en dicha construcción de sentido, tanto LA NACIÓN como el grupo CLARÍN (a través de la prensa y la TV), se apoyaron en distintos conceptos o ideas-fuerza, con las cuales buscaron justificar su posición y obtener consenso.

En este sentido, LA NACIÓN y CLARÍN publican piezas periodísticas que generan un sentido común de oposición a las políticas nacionales en Derechos Humanos en el marco de una nueva conmemoración del Día Nacional por la Memora, la Verdad y la Justicia. Y más aún, acompañan estas piezas particularmente destinadas al tema, con otras que presentan una construcción de oposición y deslegitimación respecto de todas y cada una de las decisiones y políticas nacionales. Entonces, generan mediante sus construcciones y procesos periodísticos, un sentido de oposición al Gobierno Nacional y por tanto hacia todas sus políticas, particularmente sobre DDHH. Esto se percibe en las adjetivaciones utilizadas: “dueños de los Derechos Humanos” “confrontación”, “error táctico”, “aprovechadores”, “plaza partida en dos”, “Gobierno Vs. Organismos de Derechos Humanos”, etc., etc.

Particularmente TN, decide no abordar el tema de los DDHH en profundidad. Sin embargo, cuando lo hace, construye el mismo sentido que el diario Clarín, en consonancia con el grupo al cual pertenecen.

Es un muy alto porcentaje el de las notas que se enmarcan en la referencia temática de crítica a las políticas nacionales en DDHH en el marco de una nueva conmemoración del 24 de marzo. Asimismo, es destacable que el 100% de las piezas publicadas en la sección destinada a opinión en los dos diarios mencionados, construyan, a través de diversos mecanismos, un sentido de oposición y deslegitimación.

Por otro lado, se destaca que las piezas destinadas al tema tuvieron, generalmente un lugar secundario o complementario dentro del periodo observado, excepto el día 25 de marzo, cuando el tema ocupa la tapa de los diarios. Sin embargo, la construcción que se hace de la noticia se basa en la “confrontación”, en “una plaza dividida en dos”, generando oposición a las políticas en DDHH por parte del gobierno nacional.

Las fuentes a las que los medios recurren son, generalmente, opositoras al actual gobierno y, cuando consultan o toman como fuentes de una pieza periodística a la Presidenta, Organismos de DDHH, etc., rápidamente son contrastadas y deslegitimadas por una “voz autorizada” de la oposición. Es decir, en cuanto a las fuentes existe en el tratamiento del tema presentado, un desequilibrio que beneficia la construcción de un sentido opositor a las políticas nacionales en DDHH.

El intencionado empleo de las fuentes se ve reforzado en los medios con la utilización de ciertas reglas de la propaganda. Los medios utilizan la regla de transfusión, la cual consiste en generar miedos e inseguridad en la sociedad, ante circunstancias que conlleven cambios. Particularmente en la temática tratada, se hace fuerte hincapié en la confrontación y divisiones que las políticas del Gobierno Nacional en DDHH generan en la sociedad”: confrontación/desintegración/división.

En este sentido, se apela fuertemente a la regla de orquestación, reiterando continuamente estos conceptos para lograr hacerlos formar parte del sentido común en la comunidad. Por otra parte, estos medios hacen uso de la regla de exageración y desfiguración. La misma, tal como señala su nombre, sobredimensiona detalles irrelevantes o distorsiona hechos y datos para generar actitudes de oposición en la sociedad. Asimismo, se halla la regla de unanimidad y contagio, que consigna como voces autorizadas a profesionales y personajes reconocidos que responden a la posición del medio, para generar mayor aval en dicha postura. Esta regla es una de las utilizadas en todo proceso periodístico ya que se relaciona directamente con las fuentes que los medios consultan para construir una noticia desde una determinada parcialidad, que presentan como universal. Finalmente, se encuentra la regla de simplificación, la cual consiste en reducir a un grupo de ideas básicas un tema que requiere de una contextualización profunda y abarcadora, para alcanzar una real comprensión del mismo. En este sentido, se oculta y deja de lado que el Kirchnerismo anuló las leyes del perdón, inicio los juicios de Lesa Humanidad entre otras cosas.

En síntesis, los mecanismos desplegados en la construcción de las noticias, respecto de las políticas nacionales en DHH en el marco de una nueva conmemoración del 24 de marzo en nuestro país, enmascaran los intereses económicos, políticos e ideológicos particulares de estas corporaciones mediáticas mostrándolos como universales y/o naturales. Construyen un sentido común con el fin de mantener el status quo. Critican constantemente las diversas políticas del actual gobierno, particularmente las referidas a los Derechos Humanos. Defienden, a través del sentido que construyen, sus intereses empresariales y económicos, ocultándolo mediante mecanismos que manipulan y contienen la deriva del sentido.

Similitudes y Diferencias
LA NACIÓN construye sentido afirmando reiteradamente la necesidad de dejar el pasado atrás y seguir adelante. Promulga los conceptos de pacificación, reconciliación, perdón y olvido. Afirma que sólo ellos permitirán desarrollar una nueva Argentina, contra las actuales medidas que la sumergen en un “presente infinito”. Esta argumentación se nutre, a su vez, de antiguas y nuevas ideas-fuerza.

Por una parte, retoma la teoría de los dos demonios, justificando así el terrorismo de Estado e invitando a dar vuelta la página. Otro de sus recursos consiste en citar como ejemplo a seguir la ley de caducidad que implementó en Uruguay su nuevo presidente, José Mujica. La voz de este mandatario se expondrá en numerosas ocasiones, reforzada y avalada con diversas gestiones de “reconciliación” llevadas a cabo por los presidentes de otros países latinoamericanos (Chile, Brasil), hermanados en la triste y oscura historia del terrorismo de Estado y los crímenes de Lesa Humanidad.

Ligado al recurso de desprestigiar al Gobierno Nacional en sí mismo –de manera que todo lo que propone y desarrolla una presidencia “autoritaria”, “amenazadora”, “avasalladora”, “irrespetuosa de la división de poderes y de la Constitución Nacional”- sólo contiene dejos negativos, LA NACIÓN afirma –al igual que CLARÍN- que el PEN utiliza la defensa de los Derechos Humanos con un fin oportunista y netamente político, buscando alcanzar un mejor nivel de aceptación y aprobación de ciertos sectores de la sociedad.

LA NACIÓN, como en sus orígenes, continúa construyendo las piezas periodísticas respecto de lo sucedido en la última dictadura cívico-militar que sufrió nuestro país y respecto de los DDHH hoy, generando un sentido común de “reconciliación” y basándose en la Teoría de los Dos Demonios. En este sentido, la línea editorial de La Nación no se ha modificado con el tiempo. Fiel a sus principios continúa publicando las reuniones de los militares y a pesar de la historia oscura, “justificando” en sus procesos periodísticos, a través de las fuentes y adjetivaciones que utiliza, la última dictadura ocurrida en Argentina.

Por su parte CLARÍN, a través de todos los medios que componen el grupo, hace una defensa de los Derechos Humanos y la Democracia. Respecto de la última dictadura habla de “represores”, “genocidas”, se posiciona a favor de la realización de los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, etc., etc. Sin embargo, critica las políticas del actual Gobierno Nacional en este sentido, tildándolas de “oportunistas” y a aquél de “confrontador”, “tirano”, entre otras. De hecho construye sentido común en contra de las pruebas de ADN a los hijos de Ernestina Herrera de Noble (la dueña del multimedia) en nombre de los DDHH de los hermanos. Asimismo, basado en construcciones periodísticas que generan un sentido de defensa a los DDHH, CLARÍN “culpa” y “acusa” al Gobierno Nacional de llevar a cabo acciones contrarias a defenderlos. Esto se vislumbra fuertemente en el tratamiento del medio respecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Para CLARÍN esta ley “atenta contra la libertad de prensa”, “es censuradora”, cuando en realidad, se trata de una ley que democratiza las frecuencias y se basa en el Derecho Humano a la comunicación de todos y todas. Por su puesto, es una ley que atenta contra los intereses económicos del mencionado grupo ya que no le sería posible mantener la concentración mediática que posee en la actualidad. En la misma línea entonces, critica todas las acciones del Gobierno Nacional destinadas a garantizar Derechos Humanos, descalificándolo a través de sus construcciones periodísticas.

Sin duda, la disputa por el poder que tiene este grupo mediático monopólico con el Gobierno Nacional llevan a que sus construcciones periodísticas y sus posicionamientos respecto de las distintas políticas nacionales, generen un sentido común dominante de oposición y des-legitimatización de las mismas en la sociedad, enmascarando y mostrando como universal y natural esta parcialidad a través de diversos mecanismos, como vemos en el presente análisis.

Finalmente, los medios observados, insertos en el bloque de poder, coinciden en generar a través de sus construcciones periodísticas, un sentido común dominante de crítica a las políticas en DDHH del Gobierno Nacional, en un marco en el que constantemente, generan ese sentido respecto de todas y cada una de las decisiones y/o políticas nacionales. Si bien, dado sus intereses particulares, los mecanismos que despliegan conllevan algunas diferencias, el sentido construido de oposición, critica y deslegitimación coincide entre los medios observados y analizados.


Informe Completo en www.proyectoobservatorio.blogspot.com o solicitar por mail a proyecto.observatorio@yahoo.com.ar

Universidad Nacional de Cuyo - Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado, 16 – 04 – 10

La Quinta Pata

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