Alfredo Saavedra
El daño causado por el derrame de petróleo en el Golfo de México debido a la explosión el mes pasado en una de las plataformas de sustracción de la compañía British Petroleum, podrá tener consecuencias irreversibles en perjuicio de una vasta zona marítima en el Atlántico, en situación considerada por activistas del ambiente como un crimen en contra del planeta, según nota de la agencia de noticias Prensa Asociada.
Hasta el sábado 29 los esfuerzos por detener el derrame de petróleo originado desde la boca del pozo de esa destruida plataforma, no habían tenido resultados positivos y el flujo continuaba vaciándose hacia el mar que en la franja costera con los estados de Luisiana, Mississippi y Florida, de Estados Unidos, ya había entrado en algunos puntos hasta el litoral, bañando prácticamente algunos sectores con el fósil líquido, en perjuicio de la fauna y flora de esa porción geográfica.
La semana pasada en una de las numerosas conferencias de prensa en el estado de Luisiana, altos funcionarios locales no pudieron contener las lágrimas al recoger la congoja de residentes que viven de la pesca marina en esa región, quienes manifestaron que con el desastre llega a un infortunado final la actividad que representa un importante renglón de la economía local y que se traduce en mayor calamidad para un estado castigado por la pobreza y el desempleo como secuela del daño que ocasionó el huracán Katrina, hace dos años.
El derrame de petróleo, que se estima había llegado ya a los 80 millones de litros, había alcanzado la semana pasada parte de los manglares de la costa de Florida y se consideraba que de no ser arrastrado por la corriente ondulante del golfo hacia mar abierto, podría dañar la tercera barrera de arrecifes más grande del mundo, con una extensión de 350 kilómetros, según lo dicho por autoridades del Santuario Nacional Marino, de Florida.
La compañía British Petroleum, anunció que aunque los esfuerzos para detener el derrame desde la boca del pozo no habían dado resultados hasta finales de la semana, se había logrado ya disminuir el volumen de la filtración mediante el uso de un sifón que lleva parte del petróleo derramado hasta un depósito de un tanque náutico.
Se había descartado hasta ese momento el uso de una explosión nuclear que sellaría definitivamente el pozo, un procedimiento utilizado en emergencias similares por la disuelta Unión Soviética. En ese sentido el editorialista Christopher Brownfield de la prensa local, dijo “basta ya, es tiempo de destruir ese pozo y descansar de esta situación”. Pero resulta que aún con todo y que se logre sellar el pozo mediante cualquier procedimiento, no será fácil limpiar el petróleo derramado en el mar y se cree que eso llevará mucho tiempo aún a expensas de que la British Petroleum ya ha invertido hasta el momento más de medio billón de dólares en el intento por reparar el problema.
Grupos defensores del medio ambiente han alzado sus voces de protesta, exigiendo al gobierno de Estados Unidos que cesen las exploraciones marinas y que se tome una acción inmediata para disminuir los daños ocasionados ya por el incidente, castigando además a la empresa británica responsable del desastre. Los activistas han calificado la situación de un crimen en contra del planeta.
La Quinta Pata, 30 – 05 – 10
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