Carnívoros

Matías Perdomo Larrea

El mayor de los problemas aún no resuelto por la política económica argentina es sin dudas el de la inflación. La "Democracia inclusiva" propuesta por el neokeynesianismo nacional y popular que encarna el proyecto político kirchnerista se torna así relativa, en la medida en que son los sectores populares quienes padecen la escalada de precios, principalmente en lo que a alimentos se refiere. Sin embargo, aparecen medidas paliativas que merecen mayor envergadura y difusión. El bueno de Guillermo Moreno, Secretario de Comercio Interior, ideó hace un tiempo algunos programas que han hecho furor en suelo menduco.

Uno de los susodichos se denomina "Carne para Todos" y durante los meses del hasta aquí benévolo verano, ya se paseó por buena parte del gran Mendoza y, a partir de hoy, recorrerá los paisajes del este de nuestra provincia. Digno es valorar que la distribución de la mercadería se ha producido sin incidentes ni deficiencias de organización contrariando a vecinos paquetes y medios sensacionalistas que esperaban con ansia y regocijo el seguro caos del negrerío por un trozo de tortuguita. “Nunca menos que un enjambre de morochos arruinándoles la foto a los que no vuelven más” versa la letra de la canción furor del momento, escrita tras cumplirse un trimestre sin el más grande.

Volvamos a la carne, en honor a la “Coca” Sarli. El programa consiste básicamente en venderla a precios populares evitando los intermediarios, sindicados, también en este caso, como los causantes de la disparada de los precios. A pesar del éxito de la medida, es indispensable que transforme su carácter eventual en permanente. En pocos días se volaron 60.000 kilos del plato fundamental de la dieta argentina, beneficiando a unas 12.000 familias que seguramente pudieron disfrutar del glorioso asadito dominguero a pesar de los deseos del energúmeno de Ángeli.

Ideológicamente se suma a la política oficial de incluir a los sectores más postergados. Fútbol (por fin está por empezar, para disfrute del caballero y rezongo de la dama), cine, carne, pescado, frutas y verduras, medios, asignación, jubilaciones, justicia, son ahora categorías pensadas en términos de totalidad y sería muy importante profundizar el criterio y asegurar el acceso a los sectores sociales a los que al Estado le cuesta más llegar.

Sin ir más lejos, solidariamente solicitamos a la comuna de San Rafael, pionera en abaratar la carne, acercarla hasta el municipio de Malargüe, donde reside un pato cura con cara de pederasta (como la mayoría de la especie) a quien por su histeria e histrionismo desplegados (no hace falta ser Freud para colegirlo) le está haciendo falta un buen pedazo.


Río de palabras 39, 27 – 01 – 11

La Quinta Pata