Javier Piccolo
Por lo general, los “días de” tienen un trasfondo un tanto desconocido. Veamos por ejemplo el día de la bandera que se nos viene encima. La fecha elegida es la del 20 de junio, pero al ser uno de los feriados que se corren a veces es y otras no es el 20 de junio. En tal fecha se conmemora a la bandera a raíz de ser el día de la muerte de su mentor, Manuel Belgrano, que aplicando la historiografía de Billiken, pareciera que fue lo mejor que hizo. Belgrano el de la bandera y la ilustre insignia que nos legó. De esta forma se dejan de lado otros aspectos de la vida de Belgrano y, sobre todo, el día en que se izó la bandera por primera vez, el 27 de febrero.
O el día (no festivo) del abogado, que rompe el canon de recordar la muerte de algún ilustre y se celebra por el nacimiento de Alberdi, el día 29 de agosto. Claro, resulta que Juan Bautista no tuvo mejor idea que morirse el 19 de junio y no quisieran los letrados que su día se superponga con el mentado Belgrano y la bandera.
También se discutió en su momento, la elección del 24 de marzo como día del Memoria, la Verdad y Justicia, a raíz de que ese día de 1976 se instauró la más feroz dictadura cívico-militar en la historia argentina. Si quisiéramos cambiar el trasfondo trágico de nuestros feriados, podríamos haber elegido el 30 de abril, día de la primera marcha de las que siempre resistieron y nunca olvidaron, nuestras Madres, a pesar de los golpes que están recibiendo ahora. De paso, si ponemos el 30 de abril como feriado inamovible hacemos “puente” con el 1º de mayo y nos plegamos a las iniciativas del gobierno para fomentar el turismo interno. Para aquellos que tengan con qué, claro. Los demás, laburaremos o haremos fiaca simplemente.
El día del escritor y los Lugones Pero el día que motiva esta nota es el día del escritor. No es tan conocido como los otros. Tampoco es feriado. Los que tienen suerte, reciben algún agasajo oficial o de parte de la SADE o de ambas instituciones al mismo tiempo. El día se instauró debido al nacimiento de Leopoldo Lugones. En este caso, se pondera el nacimiento sobre la muerte por aquel temita de que Lugones se suicidó. Encima, se suicidó en verano, estación poco apreciada por los feriados y días festivos en homenaje a…
Leer todo el artículoLa figura de Leopoldo Lugones como poeta no presenta mayores discusiones, salvo las que se le puedan adjudicar desde los gustos personales. En su aspecto de narrador, hay opiniones encontradas de parte de los estudiosos. En la relación política y literatura, fue un personaje por demás polémico. Leopoldo Lugones se inició políticamente en los postulados anarquistas, allá por el fin del siglo XIX. Pasó por el socialismo y en 1924 postuló su verso más infame, declarando “la hora de la espada”, al tiempo que su hijo, homónimo (Leopoldo “Polo” Lugones), violaba menores en el Reformatorio de Olivos. Zafó de la condena por intervención o imploración de su padre ante el entonces presidente Alvear y después perfeccionó sus técnicas bajo la dictadura de Uriburu, reflotando el viejo manual de torturas de la policía y aplicándole los avances tecnológicos de la época para crear uno de los inventos argentinos: la picana. Que tanto se conjugó con otro de los inventos argentinos (los desaparecidos) y por la que pasó su hija Susana “Pirí” Lugones entre el 78’ y el ’79, antes de desaparecer. Con su carácter fuerte y su personalidad provocadora, se dice que incluso instigaba a sus torturadores aclarándoles que “ni siquiera eran capaces de torturar como su padre”. Pirí era así. Hasta se presentaba como Pirí Lugones, nieta del poeta, hija del torturador. De este linaje, fue la única que no se suicidó pudiendo hacerlo, ya que contaba con la pastilla de cianuro al momento de desaparecer, a fines de 1978.
SADE casi como el marqués Volviendo a Leopoldo padre, fue uno de los fundadores de la Sociedad Argentina de Escritores (S.A.D.E) y su primer presidente. Quizás la sigla le haya sido sugerida por Polo, en cuyo prontuario figuraba como “pederasta y sádico conocido”.
La SADE es otro de los tantos gremios que no representa a sus agremiados pero que los 13 de junio suele hacer ágapes elitistas para sus miembros. En otro tipo de ágape, Horacio Ratti, ex presidente de la Sociedad, resaltó las delicias gastronómicas de las que fue comensal. Lo más relevante de su reunión con Borges, Sábato, el padre Castellani y el generalito Videla fueron los budines de espárragos, la salsa golf, los ravioles, los postres y el café. En aquel caso, como en tantos otros, no dijo nada sobre Haroldo Conti, uno de sus representados que ya engrosaba las listas de desaparecidos, por esa incomodidad de “tener que abogar por esos comunistas”.
Entre “esos comunistas” figurarían también Alberto Costa, Antonio Di Benedetto y una lista de alrededor de 16 nombres más. Entonces, ¿qué conmemoramos el 13 de junio? Los que quieran celebrar pueden también elegir otra fecha. Sin ir más lejos, el sábado 18 de junio tuvo lugar la Feria del Libre. El lugar es en la calle Remedios de Escalada y Tucumán de Guaymallén, desde las 10. Ahí, donde murió Paco Urondo.
Quizás no se aluda al día del escritor. Pero seguramente se festejará la literatura. Y fundamentalmente el hecho de compartir, sin aristocracias. El uno con todos los otros.
Junio de 2011.
La Quinta Pata, 19 – 06 – 11
La Quinta Pata
1 comentario :
Todo escritor o poeta que quiera disparar un arma que se atenga al feed back
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