domingo, 28 de agosto de 2011

Historias de desapariciones y fusilamientos: no llores por mí…

Alberto Atienza

Domingo Faustino Sarmiento, (1811 - 1888) Maestro. Literato. Gran novelista, presidente del país. Uno de sus preceptos de gobierno fue la educación del pueblo. Abrió escuelas. Fundó el Liceo Naval y el Colegio Militar.

Sarmiento, hombre amante de la libertad, de la justicia. Nunca imaginó que el centro de formación de militares, por él creado, sería el nidal del que emergerían golpistas.
Así fue como, hombres de uniforme, tomaron el poder de la nación argentina. Seis golpes de estado sufrió la Argentina: en 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976. En 53 años, desde el primer golpe de estado en 1930, hasta el último en 1976, los militares gobernaron la Argentina durante 25 años, imponiendo 14 dictadores con el título de «presidente», uno cada 1,7 años en promedio.




Golpe del 6 de septiembre de 1930
El golpe militar del 6 de septiembre de 1930 fue liderado por el general José Félix Uriburu y derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, quien había sido elegido para ejercer su segundo mandato en 1928.. Una de las primeras medidas de Uriburu fue crear un estamento policial destinado a torturar a opositores con el empleo de la picana eléctrica que empleaba el jefe de policía Polo Lugones, hijo del gran poeta Leopoldo Lugones, simpatizante de Uriburu. Años después, una hija de Polo, Susana “Pirí” Lugones, detenida por sicarios del proceso (1976) fue torturada con ese instrumento diabólico. Luego pasó a formar parte de la legión de desaparecidos.

Golpe del 4 de junio de 1943
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Generales Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell, los tres dictadores sucesivos de la Revolución del 43.

La dictadura finalizó con un llamado a elecciones democráticas realizadas el 24 de febrero de 1946, que todos los sectores aceptaron como impecables, en las que triunfó Juan Domingo Perón, quien asumió el 1 de mayo de 1946. Perón sería derrocado por un golpe militar en 1955 antes de finalizar su segundo mandato.

Golpe del 16 de septiembre de 1955
La llamada Revolución Libertadora fue una dictadura militar, originada en el golpe que derrocó al presidente Juan Domingo Perón

Y es justamente este golpe (1955) el que inaugura la comisión de delitos de lesa humanidad, al ser fusilados militares leales y civiles. Un estallido homicida. Poco antes la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno, fue bombardeada por la fuerza aérea, y la marina de guerra en un intento de derrocar al presidente. Los aviones, dejaron caer 14 toneladas de bombas. Ese ataque causó 370 víctimas fatales. Los autores de esos crímenes, pilotos, nunca fueron juzgados.




El 9 de junio de 1956 se produjo un levantamiento cívico-militar contra el gobierno de facto de Aramburu, liderado por el general Juan José Valle, Como consecuencia del mismo fueron fusilados 32 civiles y militares leales. Y la matanza clandestina de civiles en un basural de José León Suárez

En 1970 el general Pedro Eugenio Aramburu, uno de los golpistas del 75, fue secuestrado por el grupo guerrillero Montoneros organización de extracción nacionalista-peronista y sometido a lo que se llamó un "juicio, revolucionario", A Aramburu se le imputó "108 cargos de traidor a la patria y de asesino de 27 argentinos", refiriéndose en éste último caso, a los fusilamientos derivados del levantamiento del general Juan José Valle. Se le "impuso la de pena de muerte Fue ejecutada mediante un tiro de pistola por Fernando Abal Medina el 1 de junio de ese año.

En 1958 la Revolución Libertadora convocó a elecciones limitadas y controladas por las Fuerzas Armadas, con proscripción del peronismo que fueron ganadas por la Unión Cívica Radical Intransigente liderada por Arturo Frondizi, Este presidente sería derrocado por militares cuatro años después.

Golpe del 29 de marzo de 1962
El golpe militar del 29 de marzo de 1962. Situaciones legales determinaron que no fuera un militar, sino un civil, quien accediera al gobierno luego de derrocar al presidente Arturo Frondizi por decisión de la suprema corte de justicia, que declaró la acefalía del gobierno. Asumió el poder un oscuro legislador.

Finalmente en 1963 se volvió a convocar a elecciones limitadas, con proscripción del peronismo, en las que resultó elegido presidente Arturo Illia (radical del pueblo). El Presidente Illia asumió el 12 de octubre de 1963 y también sería derrocado por un golpe militar el 28 de junio de 1966.

Golpe del 28 de junio de 1966
El 28 de junio de 1966 un levantamiento militar liderado por el general Juan Carlos Onganía derrocó al presidente Arturo Illia (radical del pueblo). El golpe dio origen a una dictadura autodenominada «Revolución Argentina».

Fue durante el gobierno de ese militar, que se produjo la primera de las insurrecciones populares en contra gobiernos dictatoriales: El Cordobazo. (1969) Estudiantes y obreros de la provincia más politizada de la Argentina (Córdoba) tomaron la ciudad. La destrucción y los incendios fueron constantes. Luego sobrevinieron el Mendozazo y el Tucumanazo.

Acosada por una insurrección creciente y generalizada, la dictadura (Lanusse) organizó una salida electoral con participación del peronismo (aunque impidiendo la candidatura de Perón), en 1973, en la que triunfó precisamente el candidato peronista Héctor J. Cámpora, con el 49,53% de los votos, asumiendo el 25 de mayo de 1973.

Cámpora renunció para permitir elecciones libres, en las que ganó Juan Perón con el 62% de los votos, quien moriría menos de un año después de haber sido electo. El gobierno cayó en manos de la vicepresidenta María Estela Martínez de Perón. También sería derrocada por un golpe militar en 1976.

Se acusaba a Perón de “sobrevivirse a sí mismo”. Asumió la presidencia un anciano quejumbroso, que lloraba por cualquier cosa, ataviado de general. Lo primero que hizo al retornar fue ponerse el uniforme verde oliva, como si su fidelidad en el exilio la hubiera mantenido para el Ejército y no para el Pueblo. Luego salió al balcón de la Casa de Gobierno, en multitudinario acto, para echar a los jóvenes de izquierda que lucharon por su retorno. Se sacudió de ellos, olvidó, la línea revolucionaria de Eva Perón y, dio piedra libre para la creación de las tres A (Asociación Antiterrorista Argentina) que desplegó atentados con bombas y asesinatos de políticos., gremialistas, estudiantes.

Golpe del 24 de marzo de 1976
El 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón. Los dos símbolos fatídicos para la Argentina de este golpe fueron el general Videla, que instaló la sistemática desaparición de ciudadanos junto con el contralmirante Massera, a través del funcionamiento represivo de las tres fuerzas armadas, policías, jueces federales, empleados judiciales venales y civiles en rol de delatores.

En 1982 el gobierno militar emprendió la Guerra de las Malvinas contra el Reino Unido. La derrota, causó la caída de la junta militar y meses más tarde se llamó a elecciones para el 30 de octubre de 1983. Triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín. Asumió el 10 de diciembre de 1983.



En ese asomarse al pasado reciente de la Argentina, detrás del periplo de Eva fallecida (los militares robaron su cadáver y lo escondieron por años) surge una mentalidad castrense. Una forma de pensar y un “modus operandi” aplicado en 1955 y que alcanzó plenitud y vigor en la consumación del exterminio. Se reiteró la desaparición pero no ya de una fallecida de alto valor simbólico, sino de seres humanos.
Las familias de las víctimas quieren cerrar duelos, aun dolorosamente abiertos en sus almas. No pueden. Sus hijos o familiares fueron inhumados en lugares que terroríficos sepultureros no quieren revelar. O arrojados al mar, narcotizados, desde aviones. El océano no es una tumba. Raramente devuelve un difunto

Mendoza
Martes, 16 de agosto de 2011
Pidieron el juicio oral y público para el juez Otilio Romano por 103 crímenes de lesa humanidad

Fue juez de la Cámara Federal de Apelaciones. El 25 de agosto este juez procesista fue destituido por el consejo nacional de la magistratura.



Existen quejas por una justicia tardía. La muerte “salva” a algunos criminales, se los lleva a sus sombras y las penas se diluyen. Los fallos sirven para desalentar a “salvadores de la patria”. Militares y policías fueron, asesinados, volados con bombas por guerrilleros del ERP, Montoneros y núcleos menores. Es verdad. Esos criminales, que actuaron en nombre de ideologías, merecían juicio y castigo. Eso no ocurrió. Los militares ejercieron la muerte como solución.
Justicia y Educación. Seguramente esas serían las herramientas para una democracia duradera del todavía vigente Domingo Faustino Sarmiento.

La Quinta Pata, 28 – 08 – 11

La Quinta Pata

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