domingo, 14 de agosto de 2011

Una presumible ganadora, que no debe dormirse en los laureles

Emilio Marín

Hoy se vota en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para elegir las fórmulas de octubre. Cristina Fernández es la que presumiblemente tendrá la mayor cantidad de votos. No deberá dormirse en los laureles.

Según Florencio Randazzo, los primeros cómputos recién se conocerán a las 21 horas, que la Cámara Electoral estiró hasta las 23. Pero ya van varias elecciones que antes de esa hora tenían resultados que a veces fueron a la postre los verdaderos y otras que no.

De las tres características que están investidos estos comicios, lo único seguro es que son simultáneos pues todos los partidos deben seleccionar sus candidatos. Lo de "abierto" es relativo, lo mismo que lo de "obligatorio", porque aún no se sabe si habrá o no una gran cantidad de votantes.

Dos circunstancias ponen ese signo de interrogación.

La primera es que en cada partido hay un candidato cantado, no más de uno. Si Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá hubieran competido en la interna del partido justicialista, disputando la candidatura a Cristina Fernández, seguramente habría habido más interés y participación. No fue el caso, porque esos dos candidatos del peronismo más tradicional, sintiéndose perdidosos frente a CFK, apelaron a sellos adquiridos por fuera del justicialismo.

Otro tanto ocurre con la primaria radical. Si Ernesto Sanz y Julio Cobos hubieran mantenido sus candidaturas, la puja con Ricardo Alfonsín habría sido más interesante para muchos "boinas-blancas".

En el resto de los partidos tampoco compiten dos o más fórmulas. No sucede con Binner, Argumedo ni con los trotskistas. Lo que sí hay competencia es por los candidatos a diputados nacionales de una misma agrupación: en la UCR en Córdoba se presentan seis listas, todas colgadas de los bigotes del candidato que tiene portación de apellido. Las complicaciones son mayores en el PJ bonaerense, con dos candidatos a gobernador y una multitud para intendentes.
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Podría decirse que el sentido de las primarias fue impulsado por el kirchnerismo, con un sentido exactamente al revés de la operatoria duhaldista en 2003. El presidente interino quería perjudicarlo a Carlos Menem y no hizo internas dentro del PJ, que habrían sido ganadas por el riojano. Dejó que se presentaran tres listas en la general y así fue que triunfó Néstor Kirchner, luego que el de Anillaco arrugara para el ballottage.

El kirchnerismo aprobó la reforma electoral a fines de 2009, con el voto del radicalismo, para forzar a internas obligatorias. La idea era que, si Duhalde u otros, perdían esa puja previa, no pudieran ir como PJ a la elección general. No hizo falta porque el compañero de fórmula de Das Neves y el puntano gobernador decidieron ir por fuera del PJ.

Estando clarificado de antemano quiénes serán los presidenciables de cada agrupación, lo que resta definirse es cuántos votos tendrá cada uno, que no es un tema menor. Y el asunto de las listas de candidatos a diputados nacionales, en varios partidos, no todos.

Por eso hay dudas sobre la cantidad de votantes de hoy, sobre todo porque los mensajes al electorado han sido contradictorios respecto al grado de obligatoriedad. Ojalá que no, pero podría haber más gente de lo previsto que se reserve para votar el 23 de octubre.

Con más ofensiva política
¿Cuántos votos sacará cada fórmula presidencial y cómo se ordenarán de mayor a menor?

Eso es difícil saberlo con precisión, aunque los cierres de campaña, sus propuestas políticas y las encuestas previas, dan algunas referencias.

La presidenta de la Nación cerró con un numeroso acto en el Teatro Coliseo, una concurrencia entusiasta y un discurso a la ofensiva, donde dijo que debían contar con ella para todo lo que falta hacer.

En la otra punta del espectro, Duhalde rehuyó una cita en Luján, donde iban a escracharlo los militantes del Darío Santillán por las muertes de 2002. Al final el cierre fue en la sede de su sello empresario Movimiento Productivo Argentino, con sólo algunas decenas de dirigentes de su espacio. Sin propuestas, Duhalde repitió consignas de mucho encono con la presidenta, a la que juzgó como no preparada para gobernar, una crítica desmentida por los hechos.

En el medio, entre Cristina y su más feroz adversario, Elisa Carrió habló ante 500 personas en Platense y Alfonsín ante una cifra menor en un hotel, cita a la que faltó su compañero de aventuras en Buenos Aires, Francisco de Narváez.

Si es por los cierres, más decoroso fue lo de Hermes Binner, que juntó más público en el Luna Park, con un discurso aburrido pero que buscó recuperar el contenido de centro-izquierda. Aunque sea un consuelo de tontos, muchos de los suyos se burlaban de la insignificancia de sus ex recientes aliados de Proyecto Sur. Estos tiraron su mejor carta a las elecciones porteñas y ahora quedaron a la intemperie, con una fórmula que no es conocida por casi nadie.

Por su parte los trotskistas culminaron su raid con un modesto acto en el Bauen Hotel. Altamira le ha prendido una vela al santo Jorge Rial, de Intrusos, quien pidió por Twitter #unmilagroparaaltamira, implorando por 400.000 votos para que no lo saquen de la competencia.

Esos datos numéricos dan una cierta idea de cómo terminará el domingo a la noche el ranking de los más votados. También influirá, por supuesto, el grado de movilización política y propuestas que cada uno de ellos hizo a lo largo de esta petit campaña, que tendrá su última etapa de aquí a octubre.

Con sus límites, parece ser que el Frente para la Victoria hizo los mayores aportes. Por caso, en Buenos Aires deliberaron los ministros de economía y titulares de bancos centrales de los doce países de Unasur, para seguir buscando las maneras de blindar la región ante la crisis de los países imperiales. Allí se formó el consejo de economía y finanzas de la Unión de Naciones Suramericanas y analizaron la idea de un fondo común para asistir a los países que pudieran tener más problemas. Se crearía con un porcentaje de las reservas internacionales de la docena de socios, actualmente de 570.000 millones de dólares. No hace falta decir de quién es la idea. ¿De Duhalde? No. ¿De Alfonsín? Tampoco.

Cocodrilo que se duerme...
...es cartera, suele decir en su relato del fútbol un periodista deportivo. Y el dicho se aplica a la política, con el mismo significado de que no hay que dormirse en los laureles ni dar elecciones por ganadas antes de tiempo.

En este momento, la foto de la carrera electoral muestra a Cristina con una ventaja amplia por sobre Alfonsín y Duhalde. Hay un ejemplo que no debe tomarse al pie de la letra, pero que ilustra la correlación de fuerzas de este momento. En la semana Mauro Viale, con el publicista Gabriel Dreyfus como invitado en el piso de América, citó una supuesta encuesta de Poliarquía - que dijo no había sido publicada por "La Nación", el diario que normalmente la contrata - según la cual en las primarias ganaba Cristina con el 48 por ciento de los votos, seguida por Duhalde con 15 y Alfonsín con 10.

Dreyfus, que fue asesor de imagen de Raúl Alfonsín en 1983 y luego compañero de fórmula como vicegobernador del torturador Luis Patti en 1999 por el Paufe, se rió con ganas. Dijo que los de Poliarquía estaban locos.

Al cronista no le consta que el sondeo mencionado por Viale haya sido hecho efectivamente por Poliarquía. Y los guarismos también le parecen un poco elevados. Pero si el estudio fuera realmente de Poliarquía, entonces merecería más atención y respeto, toda vez que entre otros muchos aciertos deben recordarse cuando predijo que De Narváez le ganaba a Néstor Kirchner por dos puntos, en 2009. Y volvió a dar en el blanco cuando pronosticó la muy amplia diferencia a favor de Mauricio Macri en la elección porteña de julio.

De todas maneras, suponiendo que esos números fueran aproximadamente ciertos y CFK resultara ganadora de las primarias de hoy, eso no aconseja que la presidenta se duerma una larga siesta creyendo que su victoria de octubre ya está asegurada.

"A seguro lo llevaron preso", dice el refrán popular. Esto parece estar muy claro para la mujer que va por la reelección. Ella luce dispuesta a trabajar arduamente, tanto en la gestión que finaliza como en la que comenzaría en diciembre próximo, si todo le resulta bien.

También en materia de dinamismo la presidenta supera con largueza a sus competidores, quienes además de escasos de propuestas son intermitentes, laguneros y poco afectos al trabajo cotidiano. Deben creer que como tienen los multimedios a su favor, con eso ya les alcanza. Y es un grave error: los elogios de Morales Solá o la buena onda de las columnas políticas de Clarín o programas de TN no los convierte de por sí en ganadores.

No es por menospreciar el impacto de los medios, pero ya se vio en la rabiosa campaña de Perfil (continuada por Clarinete y Gaceta Ganadera) en contra de Raúl Zaffaroni. Así pueden crear confusión pero eso no les alcanzó para ganar una batalla y forzar al penalista a irse de la Corte.

Cristina haría bien en no relajarse ni marearse por una previsible victoria. La derecha acérrima no dejará de fantasear con movimientos destituyentes aún cuando la presidenta saliera primera en las internas. Los monopolios tampoco, porque "algún defectito le van a encontrar" a esa victoria, como dice Cacho Buenaventura. Por ejemplo, si hay demoras en el escrutinio, podrán decir que esa victoria está sospechada de fraude. Pueden ser así de irresponsables.

La Arena, 14 – 08 – 11

La Quinta Pata

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