Ramón Ábalo
Meses atrás alcanzó fama en las tierras de Jaque, el gobernador que se va, o sea en Malargüe, el cura Jorge Pato Gómez. Reprochó en plena actuación a un grupo musical porque estaban interpretando un texto de los famosos Les Luthiers, “Educación sexual moderna”, aduciendo que "era agraviante e inmoral". Posteriormente, en defensa de esa actitud, condenada nacionalmente por la trascendencia que tuvo esta actitud provocadora, prepotente y discriminatoria, afirmaba: "la violación de la fe es diez mil veces peor que la violación de una hija o de menores".
Más allá de la condena pública, no pasó más nada. Dos años atrás, el docente y periodista malargüino Carlos Benedetto, denunció la injerencia perniciosa y maliciosa de sectores católicos – bendecidos por la cúpula de la curia – en sectores de la comunidad sensibles y críticos, como lo es la educación pública.
En Malargüe, cedidas por el municipio – con Jaque en la conducción – miles y miles de hectáreas de tierras les fueron entregadas graciosamente a un grupo económico malayo, que hizo tabla rasa con los derechos de puesteros, apoderándose incluso de ámbitos públicos. Dicho grupo está compuesto también por ingleses, o sea una multinacional de las tierras aptas para cultivos o la búsqueda de materias críticas, que pueden ser minerales para industrias estratégicas, especialmente militar. La cuestión es que ese grupo se hizo ya de 600.000 hectáreas en aquel sur (las áreas protegidas por la Provincia apenas si suman en ese departamento menos de 250.000 hectáreas) y ahora desembarcan en San Carlos, donde también echan a los pobladores, arrasan con sus tierras y destruyen sus pertenencias.
Y esto viene a cuento por la presencia en la legislatura de Mendoza, recién elegida, de la senadora por el Frente por la Victoria (FTV) Silvia Calvi, quien tiene un pasado, no muy lejano, de concupiscencia con personajes de la dictadura. Trató de "héroe" al general Mario Benjamín Menéndez, primo del represor Luciano Benjamín Menéndez. La ahora diputada y concejala entonces, estaba a cargo del ejecutivo municipal de Malargüe. Corría febrero del 2009 y dicho mandamás llegó para participar en el estreno de la película "Malvinas...aún espera" una reivindicación de los mandos militares en esa guerra. Antes, los escraches al militar eran corrientes: "El general Mario Benjamín Menéndez no es un héroe de Malvinas" clamó más de una vez Aníbal Grillo, ex soldado que luchó bajo el mando de aquel que se rindió a los ingleses. Por su parte, el también ex soldado Orlando Pascua, afirmó: "...llevó a las islas los centros clandestinos de detención" y lo denunció ante la justicia por torturas: "...las torturas que hubo en Malvinas, los estaqueamientos, todo este tipo de acciones fueron una continuidad de lo que ellos ya practicaban".
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