domingo, 22 de enero de 2012

Ley antiterrorista: lo que es negro es negro

Ramón Ábalo

Qué lado escuro del gobierno nos ha metido en el tembladeral de las lealtades y que nos exige la búsqueda de una explicación racional y dialéctica a la decisión oficialista de poner en vigencia a una nueva ley antiterrorista recientemente aprobada por el Congreso nacional – y refrendada por Cristina – búsqueda que se bifurca en direcciones enmarañadas de contradicciones, de sombras y nubarrones de un gobierno que se perfila como nacional y popular.
No queremos caer en la desazón y duda existenciales que nos aproximaría a los de la vereda de enfrente: la Sociedad Rural, Biolcatti, Buzzi, Bergoglio, la Susana y la Mirtha. Dios y el diablo nos libren de ello. Pero nos preocupa profundamente en cuanto somos militantes de derechos humanos, que, al igual que Estela de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo, de Zaffaroni, ministro de la suprema corte nacional; de Madres Línea Fundadora, la misma Hebe de Bonafini, nuestra Liga Argentina por los Derechos del Hombre, sectores de Nuevo Encuentro, apoyatura política al kirchnerismo como el Partido Comunista, han exaltado su firme rechazo a una norma adúltera e ilegal – la dicha ley – por su origen putativo de la dictadura, ahora solo maquillada levemente.

Precisamente en una nota de MDZ, del 9 del corriente mes, se dice que una "nueva legislación antiterrorista en Estados Unidos, está siendo tan o más criticada que la legislación similar aprobada en la Argentina y por los posibles y mismos efectos: la persecución de cualquier disidencia interna" y añade lo que al respecto señala la BBC: "Una gran Guantámano (será el territorio de Estados Unidos), esto a raíz de que se permite la detención de todo sospechoso, por el solo hecho de serlo, por parte de fuerzas militares y por un tiempo indefinido".

Claro, los voceros oficiales aquí en la Argentina han puntualizado que nada tiene que ver la ley local con aquellos conceptos, en verdad de un terrorismo de estado exarcebardo por la esencia imperialista y depredadora de Estados Unidos. No lo es, es cierto, pero su aplicación puede caer en conciencias y subjetividades – las de la justicia, los jueces, camaristas, fiscales – y el impulso político e ideológico de los gobernantes futuros. Los Miret, Romano y Petra, se reproducen en un sistema, el capitalismo, como el camaleón ("yo y mi circunstancia"), formados y deformados en la corrupción ideológica.

Siguiendo la nota de MDZ, y para la misma temática, dicho medio interpela en un reportaje exclusivo, transcripto en el mismo espacio (el día 9 último), a Aviva Chomsky, catedrática en colegios yanquis y en la Universidad de Harvard, hija del lingüista y pensador norteamericano, Noam Chomsky, y ante una pregunta sobre dónde irán los migrantes del mundo frente a una Europa y un Estados Unidos en plena crisis, Aviva, que se declara marxista, responde con un concepto demoledor: "...Las crisis económicas han (hecho) aumentar la población mundial en situación desesperada por lo que deberíamos estar pensando en cómo hacer con el sistema económico...para que no siga creando estas poblaciones desesperadas sino cambiar el sistema.” Es obvio que la catedrática yanqui apunta al capitalismo, reafirmando, asimismo, lo que dicen los manuales: la esencialidad del sistema es – sin vueltas de hojas – la contradicción antagónica con la humana dignidad.

Desde nuestra militancia en derechos humanos, nuestra posición nada tiene que ver con matices ni medias tintas: en cuestión de principios, la realidad es blanco sobre negro.

La Quinta Pata, 22 – 01 – 12

La Quinta Pata

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