domingo, 11 de marzo de 2012

La insuperable ciudad de Los Mirtos, orgullo mendocino (I)

En esta oportunidad El Baúl ofrece el producto de una investigación bibliográfica en la que se ha hallado un interesante texto donde la propaganda del poder en ciernes de la Mendoza del Centenario seduce aún hoy en sus argumentaciones con las ventajas y bellezas de una “futura ciudad” que se anexaría y superaría a la capital provincial: “Los Mirtos”. Un testimonio valioso, influido por la óptica positivista propia de la época, que pone en evidencia la distancia entre medios y realidad. Su extensión nos ha invitado a presentar el texto en cuatro entregas sucesivas, cuyos títulos propuestos son: a- El desafío de la Mendoza en crecimiento; b- La ciudad de Los Mirtos y sus características; c- Una vida sana y plena; d- Sus futuros pobladores.
Eduardo Paganini

He aquí la primera:

Aurelio R. Fernández y Teodoro Argerich,

a. El desafío de la Mendoza en crecimiento
Es indudable que los que han transformado el extenso valle de Mendoza venciendo toda clase de dificultades, luchando con los elementos, removiendo y cultivando metro por metro el terreno; los que han construido extensos y costosos canales; los que han tendido vías férreas; los que han llevado allí sus capitales para secundar las industrias y dar apogeo al comercio, no van a mirar con indiferencia la fundación de una nueva ciudad como Los Mirtos, que viene a llenar una sentida necesidad desde hace largo tiempo.

Por estas razones, es fácil entrever el brillante porvenir que le espera a una población como ésta, entregada a la enérgica y acertada iniciativa del elemento extranjero, si se considera que ellos necesitan coronar sus esfuerzos buscando un cómodo, elegante y sano sitio en donde poder echar las bases de un hogar que ofrezca a sus familias todo el confort y la seguridad posibles, poniéndolas al abrigo de las enfermedades originadas por la falta de higiene, que son una amenaza para los que ahora viven en la ciudad de Mendoza.
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Como la traza de la futura ciudad de Los Mirtos ha sido ubicada al poniente de la población actual, sobre una gran altura desde donde descienden las brisas de las sierras; como esta ciudad quedará separada de la antigua Mendoza por parques y jardines de gran extensión, con aguas propias absolutamente sanas y medios propios, también, de comunicación, es claro que ofrecerá á sus habitantes todas las ventajas de bienestar y todas las facilidades reclamadas por los industriales y comerciantes, banqueros y oficinistas, para trasladarse fácilmente á todas partes y poder así atender sus ocupaciones diarias.

Planteadas las cosas así, se comprende, pues, que la gran población de la provincia de Mendoza hará suya la obra de Los Mirtos; la tomará como cosa propia; como medio de vivir tranquilo, y, ¿por qué no decirlo también? como particular satisfacción de orgullo provincial, ya que se trata de una obra de grandes proyecciones, de una obra eminentemente nacional, de una obra humanitaria, y de una obra sentida y reclamada desde hace muchísimo tiempo en la República Argentina.

Debemos manifestar al terminar este acápite, que abrigamos la fe profunda del éxito que le aguarda á ese proyecto altamente altruista y de conveniencia general; primero, porque consideramos que los trabajos que van á realizarse serán auspiciados por esa importante colectividad á que nos hemos referido, y, segundo, porque estamos igualmente en la certidumbre de que el gobierno de la provincia como asimismo el de la nación, no mirarán con indiferencia el esfuerzo gastado para fundar una ciudad que será honra y provecho de la República Argentina.

UBICACIÓN DE LA FUTURA CIUDAD
Se ha elegido, como es fácil suponerlo, el lugar más culminante y adecuado para la traza de la nueva población, pues ésta comienza en el límite adonde termina el paseo del Parque, á la derecha de la continuación de la avenida Sarmiento, y se extiende hacia el cerro del Pilar ascendiendo gradualmente hasta alcanzar una altura que permite admirar la actual población de Mendoza y sus alrededores, tal como si estuviesen construidos adentro de un pozo.

Sus límites generales son éstos: por el sur, la continuación del Parque y el cerro del Pilar, que será plantado de árboles de sombra y adorno; por el norte, los grandes cultivos de las huertas que rodearán á la nueva población á fin de que ésta pueda contar con vida propia: lecherías, frutas y otras plantaciones y sembrados; por el naciente, los jardines y bosques; y, por el poniente, los lagos y arbolados que los circunden.

La avenida principal que será la prolongación de la calle Las Heras, se denominará de los Arrayanes, y tendrá cuarenta metros de ancho, de los cuales se destinarán diez para formar jardines que ocuparán el centro de ella. Las otras avenidas tendrán treinta y seis metros, y ninguna será menor de ese ancho.

En el cerro denominado Los Claveles se construirá un gran hotel que contará con todos los adelantos más modernos. Tendrá una terraza que ofrecerá un panorama de singular belleza, y será allí el sitio obligado de las familias que residen en la República ó aun mismo en el extranjero, que deseen disfrutar de las brisas balsámicas de las sierras rodeadas de todos los encantos que brindan estos lugares.

El servicio de conducción de pasajeros entre la actual ciudad de Mendoza y Los Mirtos, estará á cargo de varios ómnibus-automóviles que emplearán diez minutos en el recorrido. Cada uno de esos vehículos tendrá capacidad para conducir cómodamente treinta pasajeros, habiéndose consultado los procedimientos más adecuados para que dichos ómnibus puedan circular durante el día y la noche sin causar ruido, á fin de que los vecinos disfruten de la más absoluta tranquilidad y reposo sin experimentar molestia alguna.

Ahora bien, como por vez primera se van á echar las bases de una ciudad absolutamente excepcional, de una ciudad típica como belleza y muy característica por su perfección en todo lo que se refiere á la higiene en la más amplia acepción de la palabra, es claro que una duda indefinida surgirá en el espíritu de los que pueden interesarse por esta clase de programas, porque todo lo que es novedoso tiene forzosamente que luchar contra esas corrientes de opinión modeladas en el pesimismo de ciertos espíritus retardatarios; en el juicio de lo que es ya muy conocido en todas partes; y en la opinión de los maestros y catedráticos en lo que á esto se refiere; mas no importa, la obra se llevará á cabo, desafiando desde ya las dificultades, si es que aparecen en el camino de esta labor verdaderamente plausible, porque puede considerarse como humanitaria.

Prontuario de la Provincia de Mendoza: Entrega Primera, enero de 1912

Baulero: Eduardo H. Paganini

La Quinta Pata, 11 – 03 – 12

La Quinta Pata

2 comentarios :

Graciela dijo...

Qué interesante..no había escuchado de esto nunca.Acaso en lugar de Los Mirtos se construyó el Barrio Dalvian?, sería ese el emplazamiento?

Anónimo dijo...

exactamente... q a la cual, vila usurpó!!!

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