domingo, 15 de abril de 2012

¿Dónde estás?

Imagen de la plaqueta que se inauguró en el Acto del 24 de marzo con texto de Neruda.
Juan Carlos Dolz

En mayo de 1978, en el marco de una “campaña preventiva” ante la proximidad del Mundial de Fútbol en el país, y con subsede en Mendoza, un grupo de tareas irrumpe, en Guaymallén, en el domicilio de la maestra de manualidades Margarita Rosa Dolz, también ama de casa y militante social. Desde entonces integra la lista de detenidas-desaparecidas con la que la sanguinaria dictadura lubricó su gestión cotidiana. La pérdida, el silencio, el terror institucionalizado fueron sus complementos habituales. Pero afortunadamente existen muchos baúles que resguardan retazos testimoniales, y allí están aún vivos aquellos sueños, sensaciones, abrazos virtuales.

Precisamente, rescatado del tiempo y la desmemoria, el poema que con intención de carta había redactado Juan Carlos Dolz, hermano mayor de Margarita, fue leído como el núcleo central en el acto que el pasado 24 de marzo se concretó en Colón y Rastreador Fournier, de Guaymallén, como parte de los homenajes del Día de la Memoria. El siguiente es el texto:
Margarita, mi hermana (desaparecida en mayo de 1978 )
Debo imaginarme lo que en este preciso momento estarás sintiendo, sumergida en los recuerdos que es lo único que te queda.
Junto a alguna esperanza azul que emane de tu amor por la vida.

Esos recuerdos que se suceden incansables, buscándolos con la minuciosidad del pescador que recorre el espinel esperando su pez dorado, como tu sueño.
Puedo saber cómo extrañás el calor, el olor y cada pequeña cosa de tu mundo.
De tu mundo que se escapa de tus manos como arena.

Puedo sentir cómo quisieras volver el rollo hacia atrás.
Puedo imaginarme el temblor de tus tristes ojos negros.
Tu sonrisa convertida en puchero.
La altivez de tus hombros, inclinada hacia adentro, buscando el principio, de nuevo.
La tierra de tu piel enervada por el frío del miedo.
De ese miedo que no tiene fin, que se mete por los poros y nos duele agridulce en los huesos.

Aferrarte al "no puede ser". A desear que esta larga noche termine.
Te preguntarás ¿por qué? ¿por perseguir un sueño… ?
Un sueño de un mundo de iguales, un mundo donde no importe la cuna.
Un mundo en el que haya gente como la que tuve, en el que el amor y el cariño sean la suave caricia del viento y la firme expresión de los niños.

Cómo estarás pensando en el olor de tu casa, que era tu castillo; los pañales, la escoba, la espera de tu cumpa, los gritos de tus hijas.
Y los recuerdos se te enciman, se confunden las mesas domingueras, las pastas de la vieja, las discusiones, el obligado éxodo. . .

Sí, creo que puedo saber, que puedo escuchar tu voz en infinitas preguntas.

Sí, creo que puedo saber, creo que puedo sentir, pero de lo que sí estoy seguro,
es que no voy a poder olvidar

Juanca Dolz

Documento familiar, Mendoza, 1978. Gentileza: Alejandro Dolz.

Baulero: Eduardo Paganini

La Quinta Pata, 15 – 04 – 12

La Quinta Pata

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