domingo, 5 de mayo de 2013

El PC con la izquierda del peronismo

Ramón Ábalo

¿Por qué el comunismo argentino, desde 1948, reitera alianzas políticas con el peronismo? ¿Son coincidencias ideológicas o simplemente especulación política en momentos electorales? Al menos con una visión simplista podemos afirmar que comunistas y peronistas levantan al unísono las banderas reivindicativas de la clase obrera e igualmente una fuerte posición antiimperialista que, en el peronismo en las diversas gestiones de poder gubernamental, se expresaban - y se expresan - en una política consecuente con aquel decálogo peronista: justicia social, libertad económica, soberanía política. Entonces, entendemos como militantes de una praxis revolucionaria y con experiencia en ambos andariveles, peronista y comunista, que las alianzas formalizadas por ambas identidades políticas, en diversos tiempos y momentos, se legitiman incluso con algunos rasgos ideológicos. Claro, estamos conjugando a un peronismo que se puede identificar de izquierda en aquellos años de los ‘60, ‘70 en un sector, aquel de la tendencia revolucionaria y la juventud peronista. Y ahora, a sectores juveniles y otros por fuera de la estructura burocrática del justicialismo. Conjugando, decimos, con el marxismo-leninismo, el materialismo histórico y el materialismo dialéctico, que es la esencia del comunismo.

Y esto viene a cuento para reproducir la versión de un discurso, en 1973, del gran pensador y político comunista mendocino Benito Marianetti, según el compañero y socio en la escritura, Hugo De Marinis, en nuestro libro Mendoza Montonera (167 - 68). En un breve párrafo previo, De Marinis expresa: "...Puerilidades (y distancias políticas enormes) aparte, el único que se salva con honores en mi acerbo es don Benito Marianetti, no sé bien por qué. Tal vez por la simple razón de que se trata de un nombre sagrado dentro de la izquierda, sin discusión, un hombre pensante y elocuente con quien se puede disentir y que desde siempre, todas las oficialidades provinciales y nacionales - excepto el gobierno de Martínez Baca - han perseguido y continuarán haciéndolo sin darle respiro. Esto último, solo eso, demanda un determinado respeto. He aquí de parte su discurso en el acto del domingo 1 de julio del ‘73, en la intersección de la avenida San Martín y Córdoba:
▼ Leer todo

Por eso han dicho nuestros camaradas que apoyamos las medidas positivas del gobierno. Cómo vamos a permanecer en silencio los comunistas, cómo vamos a permanecer con los brazos cruzados los comunistas cuando se han vaciado las cárceles de presos políticos. Cómo no vamos a decir en las tribunas públicas que constituye un hecho revolucionario que el primer acto del gobierno haya sido el de vaciar las cárceles y poner en libertad no solamente a los peronistas sino a los comunistas y a todos los presos políticos. Cómo nos vamos a callar la boca los comunistas y vamos a silenciar que se han derogado las leyes de represión, la ley anticomunista, la ley que prohibía hacer circular por el correo los diarios comunistas, las revistas comunistas, los libros comunistas. La ley que nos llevó a la infamia de hacer hoguera con los libros de Marx, con los libros de Lenin, con los libros de quienes son los dirigentes máximos de la revolución que está viviendo este mundo y que nos ha cabido el honor de usufructuar a nuestra generación. Cómo nos vamos a callar frente al hecho de que el nuevo gobierno llame a firmar el acta de asunción al presidente Dorticós de Cuba y a nuestro querido camarada Salvador Allende, de la República de Chile. Cómo vamos a callar ante el pueblo argentino que las masas que estaban en la Plaza de Mayo, esa gloriosa plaza, impidieron el acceso a la Casa Rosada del señor Bohordaberry, misérrimo servil de la dictadura militar que disuelve el parlamento, invade la Confederas del Trabajo del Uruguay y pretende implantar una dictadura militar fascista en la república hermana. El pueblo tenía olfato. El pueblo supo distinguir entre Allende, Dorticós y el señor Bordaberry. No hizo una ofensa al pueblo del Uruguay, hizo una diferencia entre un aspirante a dictador y hombres que representan a sus pueblos y a sus masas, Cómo íbamos a quedar en silencio ante las masas argentinas y no reconocer la importancia que significa restablecer relaciones con la República de Cuba. Cómo no vamos aplaudir el hecho de que los argentinos a través de su gobierno, sus partidas populares manifiesten su solidaridad con la República de Chile.

Aquí se ha criticado a Rucci y creo que está justificado. Sin embargo es una cosa intolerable, una cosa infame que se ataque a Tosco en la forma en que se ha hecho. Pero reconocemos que por lo menos la CGT ha reconocido en ese instante que era necesario ser solidario con Chile. Y la CGT de los Argentinos, inmediatamente que se produjo la asonada en Chile, mandó el apoyo de toda la clase trabajadora de nuestro país a la clase trabajadora de Chile, que salió como un solo hombre a la calle a defender los poderes constitucionales. Hemos aprobado también las medidas de rebaja de los precios de algunos artículos de primera necesidad. Decimos que, de la misma manera que aplaudimos y apoyamos estas medidas, criticamos públicamente con sentido constructivo.

En 1943, nosotros los comunistas, por reclamar una Argentina que fuera la patria socialista, fuimos a dar con nuestros huesos a la cárcel de Neuquén y otras cárceles argentinas. Ahora son las masas peronistas las que gritan “Patria socialista, patria justicialista”. Encantados los comunistas decimos "Patria socialista, patria justicialista". Para nosotros es la misma cosa si la justicialista es la patria de igualdad para todos los argentinos, si la patria justicialista es la patria de la soberanía nacional, si la patria justicialista es la patria para las relaciones permanentes, cordiales, fecundas, con el campo socialista y todos los pueblos que luchan por la liberación. ¡Viva la patria justicialista! "Patria socialista y patria justicialista", son exactamente la misma cosa. Aquí no se trata de hacer competencia entre peronistas, comunistas, radicales u otros partidos. Se trata de poner en común, en un alto ejemplo de patriotismo, todo aquello que podamos poner en común y hay muchas cosas que tenemos los argentinos para poner en común en beneficio del desarrollo histórico de este país".


Benito Marianetti, uno de los más altos exponentes del pensamiento marxista en nuestro medio, con una obra que aún es vigente y necesaria para la comprensión de la realidad económica-social mendocina que exige para su transformación en el espacio y pertenencia para una existencia plena de bienestar para todos, sin excepción.

Y ahora, las conducciones comunistas - nacional y provincial - Patricio Etchegaray y Osvaldo Musatto, respectivamente, podrían repetir, actualizado, aquel discurso de Benito Marianetti, legitimando las adhesiones a las políticas actuales de los gobiernos peronistas, acompañadas con exigencias de que se profundicen y que se siga actuando en la misma dirección, como también con actitud crítica ante la ley antisubversiva, ante la problemática de la inflación, la seguridad, la violencia institucional y la omisión en leyes y decisiones contra los oligopolios, las exacciones a los intereses del estado y los bolsillos de la mayoría de los argentinos.

Apoyaturas de una identidad política - el Partido Comunista Argentino - en alianza con el Partido Humanista y el Solidario para la conformación de la alianza Nuevo Encuentro, y a la vez con el sector peronista de Unidos y Organizados al interior del Frente para la Victoria, expresión electoral con el peronismo, incluso el justicialismo. Consecuente con decisiones congresales en distintas etapas de la vida institucional del país desde 1948, es que el PC decide alianzas - o frentes - para una acción política que rompe con lo meramente testimonial, vieja tradición de otros sectores de la izquierda nativa. Y que, por lo tanto, vale recalcar en cuanto lo de izquierda como expresión ideológica generalizada de la rabiosa oposición al gobierno, no incluye, para nada, al PC.

La Quinta Pata

1 comentario :

Publicar un comentario