Rolando Lazarte
De tanto vivir en la hoja -- o, mejor dicho, en las hojas, ya que son hojas tanto de libros como de cuadernos, hojas que escribo y hojas que leo –a veces me ocurre que estoy con gente, o en algún ambiente, y me doy cuenta de que no estoy del todo ahí. Una parte mía se quedó en alguna hoja leída o escrita.
Es decir, escrita por mí o por alguien más, algún autor o autora. Esta noche me pasó. Estaba tratando de prestar atención a la gente en la mesa del restaurante, a ver lo que decían, las expresiones, como estaban, la comida, etc, y de pronto me di cuenta de que no estaba del todo allí.
Andaba en alguno de mis últimos escritos: Las pequeñas cosas, Presencia, o algún otro cuyo nombre no recuerdo ahora. Tal vez Integración literaria, o Lectura simultánea. Los textos ya se han unido entre sí de tal modo, y de tal modo también vivo en ese mundo, que este otro mundo, el del lado de acá de las hojas, a veces está como que en una frontera indecisa. Peligros de la literacidad.
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