Évelin Torre
Con una multitudinaria marcha, terminó en la provincia de San Juan el XXVIII Encuentro Nacional de Mujeres, en el que se realizaron 58 talleres para debatir la problemática del género en el país y tuvo una concurrencia de alrededor de 20.000 féminas.
Mujeres de todas las edades, provenientes de los más diversos sectores sociales y hasta hombres que se oponen al sistema patriarcal aún vigente en nuestra sociedad. Todos confluyeron en la vecina provincia de San Juan para de debatir sobre las principales problemáticas de las mujeres.
Los talleres abordaron temáticas como violencia de género, la legalización del aborto, mujeres trans, la relación de las mujeres con el medio ambiente, el trabajo, la trata de personas, los pueblos originarios, la situación de pareja y la bisexualidad, entre otras.
Muchas de ellas relataron experiencias duras de discriminación, abuso, violaciones, golpizas y humillación, y propusieron estrategias para avanzar en la lucha por sus derechos.
Los talleres se realizaron en 15 escuelas del centro de la ciudad, en un clima marcado por el entusiasmo, la participación masiva, la diversidad de pensamientos y la búsqueda de consensos.
Al concluir la actividad de los talleres, se realizó la movilización que se extendió a lo largo de ocho cuadras, que partió de la Plaza Aberastain hasta el Centro Cívico, con carteles que hacían alusión a la defensa del medio ambiente, en oposición a la megaminería, por el aborto legal, contra la violencia de género, entre otras reivindicaciones que se plantearon como ejes de las jornadas.
Cabe destacar que las organizaciones que participaron del Encuentro denunciaron que durante todas las jornadas sufrieron diversos ataques directos, entre los que se cuentan pedradas en las escuelas donde se hospedaron y contra los micros que retornaban a sus destinos. Además, como resultado de los violentos ataques, varias mujeres sufrieron heridas cortantes y diversos traumatismos y una participante fue herida durante un atentado con piedras al colectivo donde viajaba y tuvo que ser hospitalizada.
Salta, la católica
Este año, una vez más, el Encuentro estuvo signado por la tensión con la iglesia católica, que se opone al reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, porque no se condice con su modelo de familia patriarcal y retrógrado, que legitima la violencia hacia las mujeres y los cuerpos de las personas negando todas las formas de sexualidad posibles, aspectos a los que nos referimos, en parte,en la edición anterior de La Quinta Pata.
Y con relación a ello, un tema importante a destacar es que a la finalización del Encuentro se realizó la votación que determinó que la próxima sede será la provincia de Salta, territorio fronterizo cooptado por las redes de trata y signado por la violencia hacia los pueblos originarios y la muerte de mujeres en situación de pobreza por abortos clandestinos.
La elección resulta muy acertada porque, además, la provincia salteña se caracteriza por ser una sociedad conservadora y patriarcal, en la que abundan las violaciones y feminicidios que son naturalizados o encubiertos como suicidios para permitir su impunidad.
Y mucho tiene que ver en esto la iglesia católica, que siempre ha sido coautora y cómplice del sistema patriarcal, machista y misógino, hasta el punto de no admitir mujeres sacerdotisas en sus filas.
En este sentido, la Biblia, el libro sagrado de los cristianos, contiene normas machistas y discriminativas impuestas por sus autores que crearon una normatividad social y religiosa que aún hoy sostiene una sociedad en la que la mujer ocupa un papel secundario.
Y estas son las ideas que predominan en la provincia de Salta, donde la educación religiosa es obligatoria en las escuelas públicas. De hecho, a mediados de este año el máximo tribunal de la provincia decidió sostener la enseñanza de religión en las escuelas públicas y rechazó el pedido de familias que querían que se suspenda, en un fallo con pocos argumentos, y los pocos que tiene son retrógrados.
La Corte sostuvo que la ley de educación provincial no es inconstitucional porque la mayoría de la población es católica. Este argumento, aunque responde a un dato certero, no soluciona los problemas de la minoría, que es lo que se planteó en el amparo.
Cabe destacar que este fallo se suma a otro del mismo organismo -y dado a conocer el mismo día- que convalidó el protocolo y posterior decreto regulatorio del gobernador Juan Manuel Urtubey, que restringió el acceso al aborto no punible en esa provincia en relación al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dejando en evidencia que en esa Corte hay una mirada conservadora que colisiona con los derechos fundamentales garantizados en la Constitución y en los tratados internacionales de derechos humanos.
Estos hechos demuestran la importancia de la elección de Salta como la próxima sede del encuentro, que seguramente permitirá una vez más que las voces de miles sean escuchadas, a través de una modalidad abierta, democrática y participativa, en una sociedad machista, conservadora y excluyente que se resiste a los cambios.
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