martes, 21 de octubre de 2008

Recta final de elecciones en Estados Unidos con Obama virtual futuro presidente

Alfredo Saavedra

(Especial para La Quinta Pata)
Con la sorpresiva declaración de apoyo ayer (domingo 19) a Barack Obama, candidato del partido demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, por parte del ex secretario de estado, general Colin Powell, se afianzó más la posibilidad de que el ganador en los comicios del próximo 4 de noviembre sea el senador por el estado de Illinois, cuyos niveles de popularidad aumentaron más a partir de ese respaldo, muy a pesar de la reacción resentida del candidato republicano John McCain y otros prominentes miembros de ese partido.

El general retirado Colin Powell, una figura destacada en el escenario nacional de los Estados Unidos, con su decisión de respaldar al candidato demócrata, asestó un duro martillazo en la cabeza a la dirigencia del partido republicano, que en el pasado barajó su nombre para nominarlo candidato a la primera magistratura de esa nación, lo cual no concretó por declinación del alto militar, quien fungió como secretario de estado durante el primer mandato del presidente George W Bush. Powell fue comandante en jefe durante la Guerra del Golfo, bajo la presidencia de George Bush padre y aunque inicialmente se opuso a la invasión de Irak, bajo presiones justificó esa invasión ante las Naciones Unidas en el año 2003.

Inmediatamente de esa declaración de respaldo a Obama, reaccionó el candidato republicano McCain, quien durante una concentración el mismo domingo, dijo en tono plañidero que respetaba la decisión de su amigo el general Powell, pero como quien dice “me viene sobrando” afirmó con suficiencia que estaba contento con el respaldo a su favor de los ex secretarios de Estado, Kissinger, Baker, Eagleburger y Haig, este último célebre como actor principal en la guerra de la Contra en Nicaragua, pero como algunos de los otros, un cadáver político.
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Ese desaire a la decisión del general Powell, se agrega a la colección de desafortunadas declaraciones del senador McCain, que le han ganado el calificativo de atrabiliario entre analistas políticos, lo cual fue puesto en evidencia durante el debate final (el miércoles 15 de este mes) cuando le dijo de manera airada al candidato Obama: “Yo no soy el presidente Bush, si usted quería competir con él, lo hubiera hecho hace cuatro años”. Eso fue en respuesta a las reiteradas alusiones de Obama en las debates vinculando a McCain con Bush en los desaciertos de gobierno.

En ese último encuentro Obama mantuvo la cordura que manifestó también en los anteriores debates, capitalizando simpatías por esa actitud no solo en los medios de comunicación sino por una opinión pública impresionada cada día más por el talento del candidato demócrata y su mesura en las respuestas a su contenedor, casi siempre irritado ante la capacidad de su oponente.

Precisamente esa diferencia fue resaltada por el general Powell, quien dijo venir observando el desarrollo de la campaña para concluir que los Estados Unidos necesitan como presidente a una figura “transformacional” como lo promete el senador Obama. Aunque el general Powel se movió con cautela en su respaldo a Obama, en apariencia para no herir a su amigo el senador McCain, de manera diplomática expresó su admiración por él. Ante la inusitada noticia, las reacciones de los republicanos entrevistados por la prensa estuvieron en concordancia con el carácter de su candidato, que según opinión de los medios ha sido rudo, mezquino e irrespetuoso para con su contrincante.

Se agrega a eso la desaprobación del público por la conducción de la campaña republicana en las últimas semanas, caracterizada por agredir al candidato demócrata, en particular por la candidata vicepresidencial Sarah Palin, quien llegó a sindicar de terrorista a Obama y quien luego de soliviantar a una multitud en el estado de Florida, provocó que se oyeran gritos de ¡mátenlo! en referencia al senador demócrata. Eso incluso produjo la crítica acerba del representante demócrata por Georgia John Lewis, quien dijo que McCain “estaba sembrando la semilla del odio” y lo comparó con el segregacionista gobernador de Alabama en los años 60s, George Wallace. McCain dijo que eso lo había herido mucho, pero su compañera de fórmula no cambió la tónica de su belicoso discurso.

En el debate final el moderador Bob Schieffer, puso en el tapete de la discusión la guerra publicitaria de las dos campañas y expuso lo negativo de ello. El candidato McCain dijo que lo deploraba pero que era de esperarse la dureza en las campañas. No admitió que la suya fuera más insultante que la de los demócratas, que en ese sentido no han sido una mansa paloma, ya que le han dado duro por la televisión a los republicanos.

McCain ha tenido que sufrir reveses en los últimos días, pues las encuestas le han sido desfavorables, incluyendo la divulgada el viernes en el sentido de que un survey de la encuestadora Gallup demostró que si las elecciones fueran a nivel mundial el candidato Obama ganaría la presidencia, contra su rival McCain, en forma abrumadora. Pero localmente la cadena CBS le adjudicó a Obama un 56 por ciento en su preferencia de los votantes, contra 22 para McCain. Hasta el fin de semana, a nivel nacional, se establecía una diferencia de diez por ciento a favor de los demócratas, con la opinión de expertos de que en las dos semanas que quedan para los comicios, las cosas podrían cambiar, en particular por una aguda inclinación de la balanza en el estado de Ohio, que al final le dio hace cuatro años el triunfo a Bush, contra su oponente el candidato John Kerry, del partido demócrata.

A McCain le ha sido adversa la reacción contra el personaje “Joe el fontanero”, utilizado por el candidato republicano como emblema del presunto malestar de los contribuyentes ante los planes de impuestos de Obama para la pequeña empresa. Porque resultó que el tal Joe el fontanero no tenía la capacidad de empresario de la cual alardeaba, lo cual echó abajo el argumento republicano.

De todas formas, Joe el fontanero se convirtió en figura popular a partir de los 15 minutos de fama que conquistó gracias a los republicanos. Con ese Joe ya eran dos los personajes surgidos por generación espontánea del proceso electoral. Ya la comediante Tina Fay logró consolidar su pedestal en los anales de la fama, pues su personificación de la gobernadora Sarah Palin, ha resultado en el ingrediente más sabroso de la parodia nacional, al grado de que algunos promotores de los conocidos “Talk Shows” dicen con chunga que la actriz y la gobernadora pueden intercambiarse papeles con éxito para las dos.

Por cierto que el general Powell, tal vez para dorarle la píldora, dijo que MacCain tenía méritos para asumir como comandante en jefe de la nación, pero fue enfático al declarar que aunque admiraba a la candidata Sarah Palin, le quedaba muy ancho el cargo de presidenta de los Estados Unidos, lo cual dijo con elegante eufemismo.

Para añadir más combustible al descrédito que tiene la señora Palin, el sábado estuvo en el programa Sábado por la Noche en Vivo, programa satírico de la televisión estadounidense, al no eludir una invitación que vista en serio fue una tomadura de pelo más a la gobernadora, que se ha hecho tan proverbial en el ridículo que ya se habla de ser contratada como comediante por la televisión, gane o no en las elecciones.

Respecto de Latinoamérica
En el último debate al discutirse el tema del mercado común, del cual ha sido crítico el senador Obama, el candidato McCain, que lo favorece, al referirse a Colombia como socio, dijo que el gobierno de ese país “es un gran amigo de los Estados Unidos” y recriminó al candidato demócrata “su desconocimiento” de América Latina. El aludido dijo que se oponía a negociaciones con el gobierno de Colombia por su record de violaciones a los derechos humanos y le recordó a McCain las denuncias de persecución y atropello a dirigentes sindicales en ese país.

Obama parece una esperanza para el restablecimiento de las relaciones con los países latinoamericanos, aunque al hablar hace unos meses con representantes de la comunidad de cubanos en Miami, manifestó que no estaba dispuesto a levantar el embargo que pesa contra Cuba, hasta que no se produzca “un cambio en su sistema de gobierno” declaración que fue recibida con júbilo por dirigentes del anticastrismo en Estados Unidos. Esa declaración, junto a la de mantener el estatus de Israel, como estado privilegiado ante Palestina, creó un ambiente de escepticismo en sectores progresistas de Estados Unidos, sobre las verdaderas intenciones del candidato Obama, de llegar a la presidencia de esa nación. El candidato presidencial independiente Ralph Nader, conocido por su posición radical dentro del contexto demócrata, criticó por la televisión esa posición de Barack Obama. Nader figurará en la papeleta electoral. También podría aparecer nominada por el Partido Verde (Green Party), la activista negra Cynthia MacKinney, conocida también por su posición progresista.

Redacción La Quinta Pata, 21 – 10 – 08

La Quinta Pata

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