A 33 años del Golpe Militar de 1976 que derrocó un gobierno constitucional e instauró una dictadura salvaje, que en Mendoza secuestró a cientos de militantes populares de los cuales 250 compañeros permanecen desaparecidos, entre ellos niños nacidos en cautiverio, cuya identidad aún hoy sigue suprimida, las causas por las violaciones a los derechos humanos están estancadas en la Justicia Federal mendocina.
Mientras en el resto del país ya existen condenas para los genocidas, en nuestra provincia, no hay causas que estén siendo juzgadas. Son muy pocas las que se proyecta elevar a juicio e ínfima la cantidad de imputados, los cuales se encuentran en libertad, pese a los graves delitos de los que han sido acusados y el incumplimiento de las condiciones de la misma, como el caso del Comisario Insp. Smaha, quien después de gozar de sus vacaciones en la costa atlántica, autorizado por el Juez Walter Bento y la Cámara Federal, no se había presentado ni a firmar, lo que para cualquier otro imputado hubiera implicado la pérdida inmediata del beneficio.
Es intolerable que torturadores y asesinos puedan deambular con absoluta libertad, burlándose aún de las instituciones y constituyendo un permanente peligro para quienes los han identificado.
Esta morosidad en el tratamiento de los juicios apunta a obtener la impunidad por el mero transcurso del tiempo, en lo que constituye un verdadero e inapelable “Punto Final Biológico”, con la muerte de imputados, querellantes y testigos, negando, además, la presentación en calidad de querellantes de los hermanos de las víctimas.
Asimismo se ha consagrado una suerte de “Obediencia Debida Judicial”, al imputar únicamente a los responsables superiores de la represión, en la provincia, dejando impunes a los que efectivamente secuestraron, torturaron y asesinaron, lo que implica que testigos y víctimas corren peligro en forma constante, como prueban los reiterados ataques a la casa de Alicia Morales, la testigo que reconoció a Carlos Rico en el D2 y a la abogada del MEDH, Viviana Beigel, que sufrió también reiteradas incursiones en su propiedad. Es por ello que hacemos responsables a los Jueces Federales de Mendoza de la seguridad física de querellantes, patrocinantes y testigos.
No es casualidad este accionar de la Justicia Federal, muchos de sus miembros estuvieron comprometidos gravemente con la represión en los años de plomo, como se demuestra acabadamente en la causa “Fiochetti” que se juzgó en San Luis, en la cual se ha establecido el conocimiento directo y personal de las torturas sufridas por los detenidos del entonces Secretario del Tribunal Federal de esa provincia, el hoy Camarista Federal, el Dr. Pereira González, para quien hemos pedido el juicio político, que se encuentra en trámite.
Hemos solicitado infructuosamente la acumulación de las causas, sea por Centro Clandestino de Detención u operativo, por nombrar algunos ejemplos, tal el caso del D2, el Casino de Suboficiales, Abril 77 o Mayo 78, lo que haría más eficiente la investigación judicial, dándole economía y celeridad, criterios estos que han sido empleados en otras jurisdicciones, pero que aquí el Juez de Instrucción y la Cámara insisten en denegar, con el único objeto hacer fracasar las posibles condenas. Igualmente hemos cuestionado las imputaciones, porque allí donde el instructor ve una ¡simple privación de libertad!, nosotros entendemos que se trata de secuestro y tortura seguida de muerte, en el marco de un plan sistemático de exterminio, pero reiteradamente el tribunal ha otorgado una impunidad extraordinaria hacia los genocidas imputados y sus cómplices.
Este inconducta calculada y deliberada hacia los genocidas es lo que condujo a solicitar el Juicio Político de los miembros de la Cámara Federal que ya ha sido elevado y que ha determinado el apartamiento de las causas de los integrantes de la misma.
Es por ello que resulta imprescindible que se proceda con rapidez a la conformación de esta Cámara Federal, teniendo en cuenta que la idoneidad necesaria para juzgar en estas causas está determinada por la falta de vínculos con los asesinos sometidos a proceso y los antecedentes democráticos de los futuros miembros del tribunal.
A 33 años del Golpe Militar de 1976 es necesario que se haga justicia y se acabe con la impunidad.
Exigimos:
Conformación de la Cámara Federal
Unificación de Causas
Prisión Preventiva y Efectiva para todos los imputados
Elevación a juicio de las causas.
Aparición con vida de Jorge Julio LópezVer fotogalería Discurso del 24 de marzo
A 33 años del Golpe de Estado organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles y organismos de derechos humanos, estamos aquí para repudiar la dictadura más sangrienta de la historia argentina. Nos encontramos presentes varias generaciones para no olvidar lo que sucedió; para transmitir la verdad; para mantener vivo el recuerdo de nuestros 30 mil detenidos desaparecidos, el dolor de tantos compatriotas asesinados, encarcelados, torturados, perseguidos y condenados al exilio; para exigir el castigo de los responsables y ejecutores del genocidio; y para seguir luchando por los ideales por los que dieron su vida nuestros compañeros.
El golpe militar del 76 tuvo como objetivo imponer un proyecto de país y recurrió al genocidio con el fin de instaurar un modelo político – económico de concentración de la riqueza, de sometimiento al imperialismo y de desindustrialización, para esto necesitó destruir las organizaciones populares, exterminar a los luchadores y someter por el terror a todos los argentinos.
En el presente nos preocupan los coletazos de la crisis mundial del capitalismo financiero, la especulación globalizada que profundiza la situación social en lo que hace al costo de la vida, el trabajo, el salario, la educación, la salud, el medio ambiente y la cultura; por lo que exigimos a los gobiernos las políticas que den soluciones a lo señalado que permitan el acceso a una vida plena y digna a los sectores populares, los trabajadores y los auténticos productores.
Quienes luchamos incansablemente defendiendo la vida, basada en la verdad y la justicia, repudiamos y rechazamos la propuesta de la aplicación de la pena de muerte contra nuestros excluídos así como la baja de la edad de imputabilidad a los jóvenes hijos del modelo menemista, buscando resolver la crisis de inseguridad.
A 33 años del golpe militar seguimos exigiendo Juicio y Castigo a todos los responsables del genocidio. Seguimos exigiendo reclusión perpetua, cárcel común y efectiva y condenas por desaparición en el marco de los delitos de lesa humanidad. En este sentido, debemos destacar la importancia histórica de la sentencia dictada en el juicio de Graciela Fiochetti, Valentín Ledesma y Santana Alcaraz, en la provincia de San Luis, un fallo ejemplar que se hizo eco de estos principios, y que además dejara al descubierto la complicidad de PEREYRA GONZÁLEZ, que por entonces era Secretario del Juzgado Federal, y que hasta nuestra denuncia, realizada todos los jueves ante Tribunales, se desempeñaba como titular de la Cámara Federal, HOY DEBERÁ TRANSITAR UN JUICIO POLÍTICO POR ESTOS HECHOS.
En Mendoza no hay ningún represor preso. En nuestra provincia la Justicia Federal, sigue siendo cómplice de la dictadura. Sigue equiparando el Terrorismo de Estado a los crímenes comunes, como si se pudiera comparar un asesinato aislado con un plan sistemático de genocidio elaborado y dirigido por el Estado. Los pocos procesados por estos crímenes aberrantes fueron dejados en libertad sin mayores recaudos, como en el caso de Smaha que fue autorizado por el Juez Walter Bento y la Cámara a tomarse sus vacaciones en Mar del Plata. Esta manifiesta complicidad ha motivado que los querellantes hayan solicitado el juicio político de dicha Cámara Federal de Apelaciones.
Esta impunidad no habla sólo del pasado sigue presente también en la desaparición de Jorge Julio López desde hace dos años y medio; EXIGIMOS SE INVESTIGUE Y CONDENE A LOS RESPONSABLES DE SU SECUESTRO.
Ciertos sectores de poder que se beneficiaron con las políticas económicas de la dictadura y la continuidad menemista, siguen actuando desde el Estado, la policía, las Fuerzas Armadas, la Iglesia, los medios de comunicación y las entidades empresariales. Reivindican desde sus tribunas el Terrorismo de Estado, la tortura y la represión contra el pueblo, utilizando el legítimo reclamo de seguridad para instaurar políticas de mano dura, mientras recrudece la defensa de sus privilegios, que siempre implican marginación, hambre y entrega para el resto de los argentinos.
A la impunidad reinante la combatimos con memoria, verdad y justicia, por esto exigimos juicios orales y públicos, acumulación de las causas por Centro Clandestino de Detención u operativo, seguimos exigiendo la restitución de los más de 500 niños, hoy jóvenes apropiados por el Terrorismo de Estado, hacemos personalmente responsables a los Jueces Federales de Mendoza de la seguridad física de querellantes, patrocinantes y testigos y el desmantelamiento del aparato represivo.
Luchando por una vida más digna, por la justicia y la equidad como hace 33 años
NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS
JUICIO Y CASTIGO A LOS GENOCIDAS
VERDAD Y JUSTICIA AHORA Y SIEMPRE
30 MIL COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS, PRESENTE
AHORA Y SIEMPREVer fotogalería Discurso del 24 de marzo - Madres
Luchamos desde que se llevaron a nuestros hijos, cuando la maquinaria asesina del Terrorismo de Estado entró en nuestras casas y nos arrancó el corazón. Y se los llevaron sin que nunca nadie nos diera una respuesta.
En la mismísima noche de esa dictadura genocida empezamos a pedir su APARICIÓN CON VIDA, cuando voces como la de Sábato y otros notables querían que aceptáramos la muerte y guardáramos luto en el mismo silencio cómplice que ellos. Nosotros, que habíamos parido revolucionarios, dijimos con VIDA SE LOS LLEVARON, CON VIDA LOS QUEREMOS y si no que nos digan quién se los llevó y qué hicieron con ellos.
Y en medio de nuestra búsqueda incansable, interminable, inclaudicable, encontramos, las razones de la lucha de nuestros hijos, descubrimos las causas profundas de su compromiso, de su rebeldía, de su amor por el pueblo, por eso decimos que NOS PARIERON NUESTROS HIJOS.
Aprendimos que en este país, NUESTRO PAÍS, inmenso y maravilloso, hay sectores opulentos, insaciables, que fueron los fogoneros y beneficiarios de la dictadura criminal, los empresarios, la Sociedad Rural, la Iglesia y los medios de comunicación. Esos que mientras en los campos de concentración torturaban y exterminaban a los luchadores populares, que eran nuestros hijos, se llenaban los bolsillos y acumulaban poder y privilegios. Y mientras los milicos cenaban con esas vedettes, que hoy salen en todos los medios apoyando la pena de muerte, Astiz y los suyos secuestraban a Azucena Villaflor de De Vicenti, Esther Ballestrino de Careaga, Maria Eugenia Ponce de Blanco, fundadoras de nuestra Asociación y a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, que valientemente habían apoyado a los familiares de los detenidos – desaparecidos, en esos primeros tiempos de oscuridad y miedo.
Esos tiempos en que los jueces nos decían a las Madres que buscábamos desesperadas a nuestros queridos hijos, que se habían ido con otra mujer y nos rechazaban los hábeas corpus, los mismos jueces que hoy integran la Cámara Federal de Mendoza, que dejan en libertad a los genocidas pero tienen las cárceles llenas de pobres. Donde los curas y obispos decían ‘recen señoras…’, mientras bendecían a los torturadores de nuestros hijos en sus misas y tedéums.
Pero como decía Rodolfo Walsh en su carta a la Junta Militar del 24 de marzo de 1977, a un año del Golpe:
“Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de este gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.”Durante estos 33 años vimos pasar gobiernos cómplices que le dieron impunidad a los genocidas con leyes que bastardearon la democracia como el Punto Final o la Obediencia Debida, o los indultos que hizo Menem, y de la mano de hombres como Domingo Cavallo, funcionario del Banco Central de Martínez de Hoz, sufrimos la continuidad de las políticas económicas de la dictadura. Y nuevamente las mismas vedettes, que hoy hablan de la pena de muerte, cenaban y brindaban con los que destazaban el Estado y arrojaban a millones de argentinos a la pobreza más espantosa.
Nosotros también tenemos derecho a hablar de la inseguridad, porque los que se robaron el país en la dictadura y la democracia están libres, esos que llevaron la miseria a una forma de exterminio, esos son también asesinos y son cómplices de los asesinos, los que quebraron las reglas más elementales de la solidaridad social mientras hacían ostentación de sus riquezas con la pizza y el champán, esos y todos los que participaron de ese festín perverso, como Susana, Moria o Tinelli, mientras el hambre nos arrebataba miles de pibes. Esos también son cómplices de los asesinos.
Nosotros que hemos sufrido un dolor tan grande, una pérdida tan enorme, como es la desaparición de nuestros hijos queridos, nunca hemos pedido la pena de muerte, hemos pedido JUSTICIA, hemos pedido CÁRCEL A LOS GENOCIDAS, hemos pedido JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS CULPABLES y lo seguimos exigiendo porque la desaparición de Jorge Julio López demuestra que las bandas genocidas siguen actuando, y que para ser desarticuladas hay que investigar a fondo las fuerzas de seguridad, hasta DESMANTELAR EL APARATO REPRESIVO que gestó la dictadura.
Este ESTADO DE DERECHO que tenemos ha costado mucha sangre de argentinos, entre todos tenemos que cuidarlo. Estamos viendo en este tiempo a muchos grupos golpistas que por conservar sus privilegios y sus ganancias no tienen solidaridad y no les importa lo que le pase al resto del pueblo, mientras a ellos no les toquen el bolsillo. Por eso tenemos que estar muy atentos, para que lo que hemos conseguido con tanto sacrificio no se pierda como ellos quieren, y que nunca más vuelva una dictadura a nuestro país, que es por lo que seguimos en la calle luchando, para que no se olvide lo que le pasó a nuestros hijos y de esa forma proteger a los jóvenes de hoy en día y a las generaciones que vendrán.
33 AÑOS DE VIDA VENCIENDO A LA MUERTE
APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LÓPEZ
LA UNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA
NI UN PASO ATRÁSVer fotogalería
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