Yeanny González Peña
México. Organizaciones nacionales e internacionales dirigen hoy su atención hacia la Influenza A(H1N1), virus con amplias potencialidades de mutar y volverse más peligroso en la temporada invernal.
Para el análisis de ese y otros temas vinculados a la nueva enfermedad, se realizará aquí del 1 al 3 de julio una reunión sobre lecciones aprendidas del virus, donde representantes de 50 naciones debatirán herramientas de prevención, contención y mitigación de la pandemia.
El hotel Moon Palace, de Cancún, fue el elegido para recibir a los participantes en su moderno y espacioso centro de convenciones, además de su reconocida infraestructura de alojamiento, así como sus servicios turísticos de excelencia.
El director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Miguel Ángel Lezama, expresó que el país tiene muchas expectativas con el encuentro, primera oportunidad para intercambiar sobre la epidemiología de la nueva gripe y las medidas de control más efectivas para enfrentar los meses fríos.
Los virus de influenza tipo A, que habitan en las células de aves silvestres, acuáticas o cerdos, son responsables cada año, principalmente en el invierno, de la muerte de hasta medio millón de personas en el mundo y enferman a 500 millones de seres humanos, sostienen estadísticas especializadas.
Al respecto, Lezama afirmó que el gobierno mexicano está tomando medidas para detener un inminente rebrote de la enfermedad en la temporada invernal, al tiempo que restó importancia a una posible repetición de la crisis sanitaria de 1918, cuando murieron entre 50 y 100 millones de personas a nivel planetario.
A diferencia de esa época, explica, el conocimiento médico ha avanzado de forma importante, tenemos una mejor capacidad para entender la epidemiología de estas dolencias, y la posibilidad de desarrollar alguna vacuna en un plazo relativamente breve para proteger a la población de una nueva cepa del virus.
De igual modo, la infraestructura médica para la atención de los enfermos es también superior a la que existía en 1918, pese a lo cual el país no descarta que entre octubre y enero, haya una intensificación de la transmisión de la enfermedad, subrayó.
Leer todo el artículoEl especialista dijo que la nación mantiene un buen sistema de vigilancia epidemiológica y virológica para enfrentar el virus, que muta y se recombina genéticamente con gran facilidad.
Por su parte, Gustavo Reyes, jefe de investigaciones del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, afirmó a PL que México debe aprovechar la cumbre de Cancún y la experiencia adquirida a fin de prepararse para un rebrote.
"Más importante que la conferencia es que los sistemas de salud de todos los países estén preparados y tengan la infraestructura, y la capacidad humana para enfrentar rápidamente el control de la transmisión del virus y detener todo lo que pueda ocurrir en los próximos meses", alertó.
Sobre la crisis sanitaria en México, dijo que pudo haberse activado la alarma más temprana y oportunamente.
A los hospitales llegaban continuos casos de una enfermedad respiratoria que provocaba neumonía y que no era usual en un mes como marzo, pero también a las salas de emergencias llegaban con mayor frecuencia personas muy jóvenes, cuyas vidas estaban en peligro. Estos dos hechos por si sólo pudieron haber activado antes la alarma, explicó.
Sin embargo, la emergencia sanitaria no se declaró hasta el 23 de abril, cuando supuestamente se tuvo conocimiento de la nueva cepa.
El Investigador de la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Javier Guerrero, sostiene que desde mucho antes el virus ya merodeaba por algunas zonas del país donde al parecer hubo algunos casos aislados.
"Yo recuerdo que en marzo empecé a escuchar que en el estado de Guerrero, apareció un tipo de gripe entre campesinos, que no se curaban ni con antibióticos, por allí hubo dos niños muertos", dijo a PL.
Relata que entonces no le prestó mucha atención al caso donde, más que neumonías, se presentaban síntomas nuevos.
Ese mes un doctor, Eugenio Barberá, tuvo una gripe que siendo médico no entendía, pues ni los antibióticos ni otros recursos eran efectivos en el combate de la enfermedad. Contagió a su esposa y a uno de sus hijos, en tanto terminó enfrentando la dolencia con una serie de remedios de tipo naturista y señaló que hubo momentos en que todos se sintieron muy mal.
Esos ejemplos remontan la enfermedad a mucho antes de la alerta declarada por el gobierno, afirmó el antropólogo, quien puso en dudas la congruencia de un sistema sanitario que no llega a todos por igual.
La inefectividad del servicio de salud es responsable de muchas muertes que pudieron haberse evitado de contar con una infraestructura adecuada, capital fijo, y equipos médicos, señaló.
Lezama, por el contrario, declaró que el desconocimiento de la enfermedad fue causante del 80 por ciento de las defunciones, unido a factores de riesgo y otras patologías, como la diabetes mellitus y la obesidad.
Ante las distintas consideraciones, Guerrero manifestó que la mejor forma de contener esta y otras epidemias que pueden aparecer producto, entre otras cosas, del cambio climático, es reformar el sistema de salud, pero a partir de la creación de elementos que aún faltan.
En México se está imponiendo la privatización de la medicina, y podemos llegar a una situación como la de Estados Unidos, donde enfermarse representa un lujo, abundó.
En la actualidad México no tiene la capacidad ni la infraestructura requerida para la producción de una vacuna contra el virus para toda la población.
De acuerdo con Lezama, que representa al gobierno, la Secretaría de Salud hizo una alianza con uno de los principales laboratorios multinacionales de producción de vacunas en el mundo para la transferencia de tecnología que permita la producción del medicamento.
Sin embargo, los laboratorios estatales no estarán preparados para ello hasta finales del 2010, al término de la transferencia tecnológica, comentó.
El director de la UNAM, José Narro, denunció hace algunos días que detrás de esa carencia se esconde el bajo presupuesto que destina el Estado al desarrollo científico del país y a los laboratorios de investigación.
La fabricación y distribución de vacunas ante la alarma causada por la llegada del invierno en algunos países del Sur será uno de los asuntos claves a discutir en el balance provisional del cónclave, presidido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La reunión de alto nivel, congregará hasta el viernes a orillas del Caribe, a unos 80 especialistas, entre ellos los ministros de Salud de 13 países y la directora general de la OMS, Margaret Chan.
PL, 30 – 06 – 09
La Quinta Pata
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