jueves, 8 de octubre de 2009

Marcha Mundial por la no Violencia empezó con juntada en Plaza Independencia

Dr. Gabriel Scaglione

Reunión de los Coordinadores Delegados de las 3 Facultades de Medicina de Mendoza

Ya comenzamos con la Marcha Mundial. Casi todos los presentes estuvimos en Plaza Independencia y algunos preguntaron ¿por qué hacemos todo esto?

Bueno, el día jueves 24 de setiembre nos juntamos con Daniel Capriolo en un café de Mendoza y tuvimos una charla amena y muy enriquecedora. Daniel comentaba sobre la nueva forma de participación, por la supresión de la colecta, en fin, todo lo que sabemos, sobre la estructura, los organismos y todo aquello...

Allí dije lo que para mí es el Movimiento: como tal es libertario, esa es la concepción que tuve desde que me convidaron a participar en abril de 1971 en el café de Avenida San Martín.

Luego a los días, estábamos en el café Peter John de calle Rivadavia y llegaron Chango Molina, Benenati, y el Negro Rodríguez }(como me lo presentaron); entre café y café le pregunto al Negro qué debía hacer un hombre para ser bueno. Él, que fue claro y conciso, dijo: “... no tiene que robar, ni mentir, ni matar, y tiene que ser fiel, no solo fiel a su pareja y a sus hijos, sino también ser fiel a sus ideas y a sus principios aunque le cueste la vida...”

Le comenté a Daniel que ahora uno no puede dejar de ser eso, o de intentar ser eso. Uno no puede ser eso solamente en las reuniones, o en ciertas ocasiones, porque uno tiene un compromiso consigo mismo... uno no puede vivir como vivía antes de conocer nuestro trabajo...

Uno tiene su vocación, no cae fugazmente en esta vida, uno no cae porque sí en un grupo y nada más, uno se contagia de cosas y se contagia de actitudes, y pueda ser que esas cosas sean buenas cosas y esas actitudes sean positivas para la vida y la libertad.
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Pero ahora volviendo a lo nuestro dejen que les cuente un cuento. Resulta que hace mucho, en el comienzo de los tiempos, en un pueblo encontraron un instrumento musical. La gente vio ese instrumento y como sonaba muy bien y raro, cuando lo tocaban, rápidamente fue la maravilla del lugar. Si hubieran visto cuán hermoso sonaba ese instrumento, que aquí todos hubiésemos quedado extasiados.

Lo extraño era que si uno lo pulsaba como si tuviese teclas, los sonidos que emitía eran como del mejor piano, y si lo pulsaba como un instrumento de cuerdas su sonido era como el mejor; así si lo tocaba como si fuese un instrumento de viento o de percusión sus sonidos eran exactos al mejor de una filarmónica.

Pero fue pasando el tiempo, hasta que un día la gente, por la urgencia de buscar lo nuevo, por la urgencia de buscar más y más, fue dejando paulatinamente de lado ese instrumento.

Él entristeció y sus sonidos se apagaron, enmudecieron por muchos años, ya nadie se acordaba de él, estaba tirado en un rincón del pueblo, lleno de polvo, telarañas y hojas mustias...

Así pasaron muchos años, los suficientes para que toda la gente ni se acordara de él, no recordaban los viejos del lugar y los jóvenes no lo conocían, nadie hablaba ya de su música.

Una mañana cuando despuntaba el sol en el pueblo, llegó un viajero de una larga caminata, y sediento se paró en una fuente a beber agua fresca. Luego de sentarse a descansar divisó a lo lejos, ese viejo instrumento, que él conocía muy bien, ya que en su alforja guardaba, con mucho cuidado, uno igual.

Se acercó y prolijamente lo limpió, y a los minutos estaba tocando sus cuerdas, sus vientos, su percusión y sus teclas que emitían el mismo sonido celestial de todos los tiempos.

Y tú te preguntarás ¿cuál es ese instrumento?

Tú eres ese instrumento maravilloso, y no importa cómo toques si pulsas la percusión, las cuerdas, las teclas o los vientos... para que la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia llegue al mundo, para que el Humanismo se exprese y se expanda a todos tus seres queridos, que llegue la música, que llegue el Humanismo Universalista por la Libertad a toda tu ciudad y mucho más allá.


Casona Ecologista, Prensa, 08 – 10 – 09

La Quinta Pata

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