lunes, 7 de diciembre de 2009

Una sociedad convocada


Marcos Meloni

A partir de la demanda de los Músicos Convocados (Ley de la Música), surge esta nota que trata de ser extensiva no solo a los artistas que luchan desde sectores de franca pluralidad, sino también a todas aquellas organizaciones, del tamaño y origen que sea, con la intención a comprometerse con una conciencia social activa y más preocupada por el otro. Romper con esa cadena que tan fuerte nos ata al monstruo posmoderno en una de sus peores facetas: el individualismo.

No se habla hoy por hoy de muchas iniciativas independientes, en el sentido partidista, ni tampoco de estas últimas cuando se trata de verdaderas luchas de unidad popular, como puede ser el caso del cooperativismo y mutualismo impulsado por el actual mandato nacional. No es de extrañarnos que sea más fácil acusar de demagogia, de clientelismo, populismo o en el peor de los casos de una simple aglutinación de ociosos desocupados orientados al piquete, financiados por un chori y la gaseosa o también conocida como la comida nacional.

Frente al sentido común, la palabra convocados puede ser sinónimo de espontaneidad. Sin embargo, poco de espontáneo posee esta palabra. Detrás de este movimiento independiente de músicos de todo el país, se inscribe un antecedente de construcción política en el sentido amplio, desligados de banderas o trincheras, para lograr una ley que incluya al músico como parte de una sociedad más justa en sus derechos. No parece ser una utopía para estos días la organización política. Cada vez más se vuelve necesario tener una posición dentro de esta sociedad de consumo desenfrenado. Por ello, no parece descabellado el hecho de hacer frente a las desigualdades desde una movilización de ideas, recursos, programas de acción. Iniciativas ante la pasividad de aquellos a los que les resulta más sencillo quejarse y votar al partido que más publicidad vende cuando las urnas arden.

Con esto no se busca persuadir cual si fuera una propaganda encubierta, sino que de modo explícito se insta a la participación de cada persona ciudadana como aquellos que están formándose en estos principios. No debemos dejar que aquel término que parece antiguo, el de ciudadanía, como la participación en los actos civiles y políticos que nos forman como sociedad, queden en manos de las opciones de consumo y esto sea lo verdaderamente relevante. Nuestro presente nos ha demostrado que las luchas sociales perviven. Mientras más organizada es una sociedad, más difícil es doblegar la lucha que ésta impone.

Río de Palabras, 07 – 12 – 09

La Quinta Pata

2 comentarios :

Anónimo dijo...

y mientras más organizada está una sociedad, mayor es la posibilidad de desarrollo y progreso.
te felicito Marcos y extiendo mis felicitaciones a tus compañeros integrantes de RIO DE PALABRAS, es un gusto leer vuestros artículos y pensar que los contenidos nos conducen en muchos casos a la interpretación real de los mismos.

Unknown dijo...

Muchas gracias por compartir este espacio que busca reflexionar. Que busca la acción política responsable desde las palabras.

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