Emilio Marín
Se nota que hay elecciones en provincias y que el 14 de este mes internas abiertas para la presidencia y cargos nacionales. Una de las señales de proximidad de elecciones es la proliferación de campañas sucias.
Ya les tocó padecer a Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, emblemas de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Curiosa confluencia de estas dos personalidades diferentes e incluso enfrentadas por la mejor manera de entender la noble causa. Héctor Magnetto terminó uniendo a Hebe y Estela, como si fueran hermanas de sangre. Es que en cierto modo lo son.
Esta defensa de las dos mujeres no implica nada irracional. La matrona de Madres y "Sueños Compartidos", tendrá que dar sus explicaciones al juez Norberto Oyarbide, que investiga posibles irregularidades. Las sospechas recaen en Sergio Schoklender, el ex apoderado de esa fundación, al que lamentablemente Hebe dio mucha más confianza de la debida.
Clarín y sus aliados quisieron crucificar a esas dirigentes de derechos humanos por sus virtudes, más que por sus posibles defectos. Estos son muy difíciles de hallar en la líder de Abuelas, sobre la que Clarinete tocó a degüello. Los exámenes de ADN de Marcela y Felipe Noble habían sido solicitados con una década de anterioridad. Y si se hicieron tarde fue por la obstinada negativa de Magnetto, Ernestina Herrera, sus caros abogados y los propios jóvenes.
La mejor defensa de Abuelas es su extraordinario trabajo. Mañana presentarán la nieta recuperada nº 105. Punto. Que cese la cacería. Que enmudezca el Clarín.
Sin embargo no se van a callar, por lo visto en relación al vocal de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Raúl Zaffaroni. A partir de la denuncia de que tenía departamentos alquilados que estaban siendo usados como prostíbulos, se armó una campaña pidiendo su renuncia.
El cronista tenía su respeto por la Cooperativa La Alameda, uno de los denunciantes, debido a sus procedimientos contra talleres de trabajo esclavo y ropas de marca. Ahora esa valoración ha disminuido, al ver a sus dirigentes operar a la par de la diputada Fernanda Gil Lozano, de la Coalición Cívica, y los abogados procesistas "por la Concordia" presididos por Alberto Solanet. Todos claman por la cabeza del afamado penalista.
Es negativo que 5 departamentos del jurista hayan terminado funcionando como "puticlub". Pero su dueño ha explicado que los entregó a una inmobiliaria y que no sabía el destino dado a los inmuebles, seguramente diferente al pactado en el contrato. La jauría rabiosa que quiere desgarrar al juez asegura que este vive con Ricardo Ontivero, el administrador de esas propiedades, y debía saber de la cuestión. Son intentos de obligar a renunciar a alguien progresista o garantista por una cuestión personal, ajena a la función. El caso confirma que la propiedad es una carga y Zaffaroni debería donar varios departamentos de los que no puede ni quiere ocuparse.
Una mugre Leer todo el artículoEs obvio que detrás del operativo no hay solamente un intento de Perfil por vender más. Hay acoso denunciado por la víctima en materia de seguimientos, fotografías, marcación hombre a hombre en la calle, etc. Y por sobre todo se deja ver una maniobra política contra la corriente democrática que Zaffaroni encarna en la justicia y, por elevación, contra la presidenta de la Nación.
Es que la designación del jurista en la corte fue una positiva acción de Néstor Kirchner, en 2003, cuando propuso nuevos integrantes del más alto tribunal. Las diferencias a favor de esa nueva camada, en cotejo con los impresentables Nazareno, Bogliano y otros menemistas de la "mayoría automática", están a la vista.
El palazo en definitiva quiere pegar en el lomo presidencial, en una táctica igual a la empleada contra Bonafini y Carlotto. Como estas cosas no ocurren por casualidad, es imposible no asociarlas a la pulseada política que hubo en este tiempo entre el gobierno y Clarín-Techint, y la que persiste entre la candidata CFK y sus detractores Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín. Mauricio Macri abandonó la carrera presidencial pero alimentó tanto como pudo las denuncias contra los organismos de derechos humanos y la "señora de aquí enfrente".
Todo hace presumir que así seguirá la tónica de la campaña hasta el 14 de agosto, cuando se realicen las primarias, y el 23 de octubre, cuando se elijan presidente y vice.
Otra novedad que alimenta esa visión pesimista fueron las declaraciones de Graciela Ocaña, aspirante a diputada en la lista de Alfonsín-De Narváez en Buenos Aires. La ex titular del PAMI salió a criticar a la presidenta, asegurando que en 2009 le había pedido moderación en la denuncia contra Juan José Zanola, el sindicalista hoy detenido en la causa por los medicamentos truchos. Según la denunciante, Cristina había encomiado a Zanola como "un buen compañero" y reclamado prudencia en la embestida en su contra.
El jefe de Gabinete salió con los botines de punta contra Ocaña, lo mismo que el ministro del Interior. Aníbal Fernández y Florencio Randazzo negaron de plano esas acusaciones. Como nadie estuvo en la supuesta conversación de las dos mujeres, dos años atrás, es imposible certificar o no esos dichos. Tienen razón los dos ministros en que resulta llamativo que Ocaña recién ahora diga algo, en plena campaña. Es evidente la intención de dañar al Frente para la Victoria, lo que convierte en repudiable la acción de la candidata del contubernio radical-denarvaísta.
De cualquier modo, hay que coincidir en que la presidenta debe elegir mejor a sus aliados sindicales. En 2009 no solo podría haber elogiado a Zanola, miembro del Consejo de la CGT: también tenía buenas migas con José Pedraza, otro que está preso pero por una causa mucho peor que la de los medicamentos.
Ledesma o viviendas
El odio visceral de los monopolios y la derecha local contra el gobierno kirchnerista tiene que ver con que este ha adoptado en estos ocho años ciertas medidas que afectaron intereses de esas corporaciones.
Los aprestos positivos del ejecutivo, en acuerdo con otros once países de Unasur, para buscar un blindaje económico regional ante la crisis que está en pleno desarrollo en las potencias mundiales, mueven a un mayor enojo en esos círculos de las clases dominantes.
Las casas matrices de multinacionales y bancos trasnacionales, durante esta crisis sin horizonte claro de finalización, van a espolear a sus gerentes y sucursales para que giren al norte la mayor cantidad de dividendos. Y las negociaciones de los gobiernos de la región, especialmente Argentina y Brasil, pueden ser un escollo en esa estrategia urgente del capital financiero internacional.
Por eso se entiende que el establishment siga jugando fuerte contra el gobierno, en casi todos los asuntos que le importan. En Salta lograron un fallo favorable a sus intereses y en contra de la ley de medios, por parte de una cámara que acogió la mayor parte del negativo fallo del juez Miguel Medina, afín a Clarín.
Magnetto y Bartolo Mitre deben estar preocupados por la resolución del juez Daniel Rafecas, porque devolvió el expediente Papel Prensa al juez platense que instruye las causas del "Circuito Camps". Querría decir que la apropiación de esa empresa fue un delito de lesa humanidad y como tal debería investigarse.
Como esos temas llevarán su tiempo, los operadores de Clarín están fogoneando a toda velocidad los planes de la oposición. Su idea es que si logran derrotar en el ballotage de noviembre a Cristina Fernández, vendrán tiempos mejores: la ley de medios y la causa Papel Prensa serían malos recuerdos.
Confían en que con otro ambiente político y otro equipo en Balcarce 50, las causas judiciales quedarán encajonadas. Jaime Durán Barba dio la pauta: cuando allanaron sus oficinas de calle Libertad, por la campaña sucia contra Daniel Filmus, todos los pájaros volaron, por diez días. Luego de la amplia victoria de Macri el 31 de julio, aquéllos volvieron con sonrisa ganadora e impune.
De todas maneras, por lo visto hasta ahora, el plan restauracionista de la derecha no tendría sus frutos en las presidenciales de octubre. Sí pudo disfrutar de las victorias en Capital y Santa Fe (hoy en Córdoba puede ganar José M. De la Sota, del PJ, con lo que CFK puede reclamar solo la parte minoritaria de ese capital).
Para defenderse de las campañas sucias que nacen de los bunkers y agencias de la oposición, el gobierno nacional tiene buenas cartas para jugar. Sobre todo reivindica la marcha de una economía que luce más robusta que las decrépitas europeas y estadounidense.
Pero los K tienen varios flancos, entre otros la retaceada promesa de redistribuir el ingreso, que muestra su peor consecuencia en Jujuy. La represión en terrenos del ingenio Ledesma solo acicateó a miles de familias para tomar más tierras en la propia capital provincial y otras ocho localidades, donde hay cerca de 150 tomas. El déficit de viviendas quedó así expuesto, más allá de los intereses de la oposición jujeña y nacional. El problema existe, es grave y hay que darle solución. El panorama es claro en esta materia: los Blaquier tienen 150.000 hectáreas y el pobrerío ni unos metros de tierra para hacerse un rancho. Cristina tiene la palabra; que no hablen las sentencias de jueces venales ni las armas de la policía brava. ¿Olvidaron que donde hay una necesidad hay un derecho?
La Arena, 07 – 08 – 11
La Quinta Pata
No hay comentarios :
Publicar un comentario