domingo, 11 de diciembre de 2011

Uno se fue y el que llega es optimista

Agustín Sur

Desde el inicio, Celso Jaque, el que ya se fue, empezó con el "pie izquierdo", aunque la realidad es que comenzó con el derecho. Afirmó que era "conservador, como todos los mendocinos" y fiel a la familia y devoto de Dios y de todos los santos y vírgenes. El antecedente más fuerte que ornamentaba su trayectoria política era la de ser, tal vez, el primer kirchnerista mendocino. Y sacando pecho, como un superhombre, resaltó en su plan de gobierno que en poco tiempo iba a terminar con la delincuencia, tema primero en la agenda de los menducos.

Nombró, claro, como ministro de seguridad a Aguinaga, conservador él, y este, de yapa, nombró subministro a Carlos Rico. Para qué, se le embarró la cancha. Mejor dicho, fueron los organismos de derechos humanos los que se la embarraron y se la enjabonaron, y no le quedó otra que echarlos. Desde ese momento quedó magullado y no se logró restablecer, enfrentado cotidianamente con el mal humor de los mendocinos, pese a que hizo algunas cosas buenas. Y se fue sin pena ni gloria.

Y el Paco Pérez, que hizo lo que pudo para esquivar una atmósfera cargada de nubarrones, esas que suelen traer agua y piedra. Lo acompañó en su aventura electoral el arrastre kirchnerista, una colectora de votos que le alcanzó para el triunfo. No fue lo único, porque tuvo enfrente una oposición atomizada por el lastre del cobismo y la oligarquía sojera. Claro, también la arremetida de la Cristina con fuertes políticas sociales y económicas que llegaron a los sectores populares, una mayoría de la población que siempre clamó por sus derechos y que ahora palpaba que era tenida en cuenta. No fue un camino ríspido el que tuvo que transitar para llegar. En su discurso primero, este sábado, al asumir, recalcó su vínculo estrecho a tener con la presidencia, advirtiendo que "no dejaremos que nadie nos aísle". De lo que va a hacer, enfatizó la creación de parques tecnológicos, el tren trasandino, wifi gratis en los espacios públicos, el metrovía, a inaugurarse en marzo, la educación y la salud, sin dejar de tocar los temas clásicos sobre la producción, el comercio y el turismo. De por medio se va encontrar con un déficit que ya se calcula en unos 500 millones de pesos y los salarios del sector estatal, los que siempre están ganando las calles para protestar y exigir.

De entrada va a tener que resolver un par de situaciones conflictivas que le deja Jaque, porque se despidió tan mal como había comenzado. Es que tomó dos decisiones casi subrepticias: autorizar a Farmacity a configurar un casi monopolio de farmacias, unas veinte de ellas. Un proyecto que estaba contra las leyes vigentes, por lo que se ha creado una fuerte suspicacia de la ética jaquista. Además, deja abierta la posibilidad de que el club Independiente, se haga de una hectárea y media más en el parque San Martín, que también está prohibido. La suspicacia es más fuerte si se tiene en cuenta que el dicho club es regenteado por el dueño del UNO medios, o sea Vila. Todos se preguntan con cuántos vueltos se va el ya ex gobernador.

Tal vez el Paco Pérez se anime a develar la incógnita, a la que se suma el por qué el tan cuestionado desde hace rato titular de irrigación, el ingeniero Frigerio no ha sido sancionado cuando los cargos por corrupción que se le hacen son tan evidentes.

No es necesario enumerar puntillosamente lo que debiera hacer Pérez para evitar el naufragio, porque la carga es muy pesada. De salida, es lo que le espera. Cada cuatro años, la popular grita bien fuerte: ¡A salvarse!

La Quinta Pata, 11 – 12 – 11

La Quinta Pata

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