¿Qué le pasha, Lanato? ¿No se anima?

Hugo De Marinis

Como le llama la rubia que hace de enfermera y pretende hablar castellano con acento nórdico en el programa de espectáculos y periodismo liviano, “Periodismo para todos (y todas)” – PPT – “Lanato”, en una nota de prensa que se conoció el domingo 26 por la mañana, comunicó que no acepta el convite a debatir por parte de su par, “6, 7, 8”, que emite la televisión pública.

Convengamos que los debates televisivos, tal y como se presentan en su mayoría en los canales del país, se reducen a intercambios de chicanas, argumentos ad hominem, jugadas para la tribuna, cuando no gritos destemplados y revoleo de insultos. Solo aclaran la poca predisposición al diálogo de nuestra representación política y la falta de cintura de una gran ristra de conductores para organizar la discusión, o su inocultable sesgo a favor de uno de los contrincantes, por lo general el de derecha.

Desde hace unas semanas, 6, 7, 8 ha reintroducido la práctica de invitar opositores a exponer sus ideas y confrontarlas con la de los panelistas o la de otras personas asiduas concurrentes a esa trasmisión. Recordemos a la fina y temperamental (“¡Conmigo no, Barone!”) Beatriz Sarlo y al ex director del Buenos Aires Herald, Robert Cox. Podría argumentarse que hasta ahora esas dos constituyeron las más ricas entregas del ciclo.

6, 7, 8 no pretende ocultar su simpatía por el oficialismo. Quizá como reacción a los motes de alcahuetes, falseadores de la realidad e intolerantes, entre otros más duros, como que no se le permitiría la existencia si llegase al gobierno una administración conservadora, el esfuerzo – y la temeridad – de ofrecer debates muestra una intención de transparencia e ingenuo recato, de difícil objeción.
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Pienso que el locuaz y ocurrente “Lanato”, tan persuasivo principalmente con la clase media de estructura gorila, y tan proclive, según él mismo, al mango no público – privado – se equivoca en su negativa. Los ratings del ramo estallarían, qué Sarlo ni Sarlo (por ahí hasta se le arriman a Tinelli). Y seguro que a Barone se le animaría, si hace un tiempito nomás lo quería “cagar a trompadas”. Además lo supera en espontaneidad, cancha televisiva y especulación. Con Cinthia García, sería distinto…por supuesto, sin desmerecer la capacidad de análisis (ni pugilística) del histórico panelista.

La respuesta del animador a la propuesta seis siete ochesca – pongamos que por el momento, porque podría cambia de opinión – es increíble e inusualmente pobre. Al golpeado Barone lo descalifica por enésima vez: “no le tiene ningún respeto”. A Cinthia García argumenta no conocerla (¿?). Y remata con una contrapuesta ridícula y desinformadora por donde se la vea:

…ya que es la Televisión Pública quien avala el gesto, me parece importante contraproponer una conferencia de prensa abierta, con todos los medios nacionales y extranjeros que deseen participar, ofrecida por la presidente Cristina Kirchner y el vicepresidente Amado Boudou, con la posibilidad de preguntar y repreguntar mas de una vez por medio y con el compromiso de responder por parte de los funcionarios.

¿Habrá tenido en cuenta el perspicaz Lanato las conferencias de prensa de Barak Obama en lo de las repreguntas? ¿Por qué no intenta asistir a una como “periodista extranjero”? ¿Pensará que el peso de 6, 7, 8 es tal que puede influir en la decisión presidencial en cuanto a dar o no conferencias de prensa? ¿Que Sandra Russo levanta el tubo y Cristina le responde al toque y satisface su pedido? ¿Reunir a las dos autoridades máximas del país como si se tratase de una emergencia nacional?

Vamos, Lanato, déjese de joder, no se achique y acepte el convite. No se imagina lo bueno – y la guita privada – que puede surgir de esto.

La Quinta Pata, 26 – 08 – 12

La Quinta Pata