domingo, 5 de mayo de 2013

UCR: un candidato VIP para el 2015

Agustín Sur

Ernesto Sanz es senador nacional, mendocino de San Rafael, radical, de la misma estofa política que su pares partidarios Cobos, Alfonsín (h), y los de otra laya como la Lilita, la Estenssoro, la Bullrich, el Macri, el De Narváez, el De la Sota, el Cassia, y otros tantos más, todos pertenecientes al gorilaje de alto voltaje pero de pocas luces.

Y está claro entonces, que por ello el senador nacional prácticamente ha lanzado su candidatura para postularse a ser el próximo titular del ejecutivo nacional. Gorilaje de alta alcurnia, digamos, y por lo tanto un candidato VIP. Pero sus títulos nobiliarios devienen, vaya paradoja, de obscenidades verbales emparentadas con el cipayismo menemista, pero sin pizza ni champán.

Está fresco en la memoria y en el común de los sectores populares, lo que no hace mucho dijo irritado Sanz, o sea que las asignaciones familiares por hijo era el camino desde los hogares beneficiados, los chicos y chicas, los muchachos y muchachas, para el goce del paraíso de la droga y el ocio. Y recientemente, hace un par de semanas, aquello de que para evitar que en octubre siga ganando la Cristina, lo mejor es que le vaya mal al país así el gobierno no tiene plata y no pueda pagar ni siquiera el aguinaldo en junio-julio. El hombre es sincero, y además representativo de gran parte de la oposición que se deshilacha refregando los trapos sucios de sus banderas antipopulares y antinacionales.

Es parte de un gorilismo renegado de sus ancestros, porque hay que decirlo, por lo de Cobos, por lo del Alfonsín hijo, por esto de Sanz, poco o nada que ver con el origen plebeyo, rebelde, cuasi revolucionario del radicalismo inaugural de las luchas populares en la Argentina, el de Alem e Yrigoyen, cuando el enfrentamiento con el "fraude patriótico" de la oligarquía vacuna era a los tiros. Nada que ver con el radicalismo de Forja, con el radicalismo lencinista, con el radicalismo alfonsinista del enjuiciamiento a los cabecillas del genocidio cívico-militar del ‘76.

El lanzamiento de esta candidatura la hizo este sábado en la Capital Federal. No fue nada original en sus decires. Por ejemplo, comenzó con que "no nos engañan. La corporación más grande y poderosa del país es la del Partido Justicialista en el gobierno. No vamos a dejar que el país del futuro se lo jueguen en la ruleta del PJ los creadores del país del atraso. Tienen ideas viejas. Han despreciado una oportunidad histórica derrochando los millones de dólares de esta década en subsidios y propaganda...envasan en un discurso de reforma su vocación de conservar...ya que quieren cambiar la justicia para conservar sus puestos y quieren reformar la Constitución para conservar poder".

La pregunta es qué grado de posibilidad tiene Sanz en esta aventura. Y la pregunta no es a los sectores populares, porque las definiciones serán, ya se sabe, en el ámbito mediático de Clarín y La Nación.

La Quinta Pata

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