¿Qué hace Aguinaga todavía en el gobierno?
El paro del campo ha servido para demostrar que en Mendoza la gestión del gobernador Celso Jaque adolece de serias contradicciones que el mandatario no puede o no quiere resolver. En tanto viajó presto a Buenos Aires dos veces para apoyar los sendos discursos de Cristina Fernández de Kirchner esta semana sobre el lock out agropecuario, el jefe directo del represor Carlos Rico se despacha impunemente en un comunicado con estas declaraciones: [Cristina] parece no comprender que estamos viviendo momentos de tensión mayúsculos en la Argentina, y seguir echando leña al fuego no contribuye a la búsqueda de consensos y soluciones estables. Creemos que el camino para lograr los consensos pasa por reconocer desde el inicio que el aumento de las retenciones a las exportaciones fue inconstitucional y totalmente desequilibrado, afectando gravemente a sectores productivos que se supieron ganar un lugar producto de su esfuerzo (. . .) el gobierno debe bajar el gasto y el enfrentamiento mediático para evitar males mayores. La república no está en condiciones de soportar tanta violencia verbal de parte de sus autoridades, verbal y física, de parte de algunos allegados al poder que sólo perjudican la imagen de las instituciones de la patria.
A qué juega este ganso dentro de una administración provincial justicialista que proclama lealtad al gobierno de la Nación, es la pregunta de cajón que cualquier observador se debe estar haciendo. Más aún, teniendo en cuenta que su partido sacó alrededor del 10% en las elecciones de octubre pasado (o sea, perdió) y tiene un pasado tenebroso de sostén de los últimos gobiernos de facto que rompieron el orden institucional en la Argentina.
Leer todo el artículo - CerrarMientras los medios locales se rasgan las vestiduras sobre la permanencia del abogado Pablo Salinas en la Coordinación de Derechos Humanos, omiten que un miembro del Partido Demócrata se mande sus desplantes de modo tan cerril y extemporáneo no solo con respecto a la presidente sino a quien lo nombró en su cargo: el propio Celso Jaque.
Corre un doble rumor acerca del gobernador: 1) no cuenta su con autoridad suficiente como para poner en fila a sus funcionarios y éstos actúan o hablan como se les canta; 2) sabe muy bien lo que está haciendo y solo espera que Fernández de Kirchner tenga a) otro par de supuestos deslices y b) que aparezca un referente fuerte en la derecha – justicialista o no – para pegar el portazo definitivo y mostrares los dientes a los pingüinos. Nos parece más fundado el primero, aunque el segundo no es nada desdeñable.
Por ahora, cada vez que Jaque tiene que pronunciarse sobre algo importante, adopta la política del avestruz: se borró cuando el pasado 25 de marzo más de cinco mil almas le reclamaron el alejamiento de Rico del gobierno; ayer jugó a las escondidas para que no se lo viese en Plaza de Mayo y no declaró nada de sustancia en lo referido a la extorsión de los grandes pools del agro; para colmo guarda un silencio bochornoso y sumiso ante las provocaciones de Aguinaga y los dichos de otros demócratas, a quienes ha elegido, sin dudas como sus más cercanos aliados.
Fuente: Redacción, La Quinta Pata , 02-04-08
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