Bogotá. Dos años después de la Cumbre de Viena, la Unión Europea se reencontrará la semana próxima en Lima con una América Latina con más gobiernos de izquierda y surcada por una corriente nacionalizadora de empresas en varios países.
Algunos analistas y políticos, sin embargo, sostienen que este nuevo contexto no influirá en la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, que se celebrará los días 16 y 17 de mayo en la capital peruana, ni en el proceso en busca de un acuerdo de asociación entre ambos bloques.
No creo que las relaciones cambien, lo que está cambiando más, lo que ha impactado la negociación entre la Unión Europea, es la situación de la Comunidad Andina y la mejor demostración de eso es que la relación con el sistema centroamericano sigue, más allá de la presencia de Nicaragua, dijo José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos.
A Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, todos ellos con presidentes englobados en el amplio término de izquierda, se sumará en agosto Paraguay, donde un ex obispo, Fernando Lugo, desbancó en las urnas al Partido Colorado después de 60 años de hegemonía en ese país.
Leer todo el artículo - CerrarEl núcleo duro de la izquierda latinoamericana lo componen los Gobiernos de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador.
Estos dos últimos constituyen la mitad de los miembros de la Comunidad Andina, de la que también forman parte Colombia y Perú, ambos con gobiernos de derecha, de ahí las diferencias comentadas por Insulza.
En Europa, por el contrario, predominan ahora los gobiernos sustentados por fuerzas conservadoras o abiertamente liberales, pero, sin embargo, a pocos politólogos les asusta el hecho de que los relojes políticos de ambas regiones no estén sincronizados. Es normal cuando se vive el funcionamiento de la democracia. No tiene por qué influir en el objetivo de llenar de contenido la asociación birregional a la que se procura llegar con estas reuniones, dijo un alto funcionario del Consejo de la UE.
Los acuerdos de asociación que la UE está negociando con el Mercosur, la Comunidad Andina y Centroamérica no sólo abarcan el libre comercio y las inversiones, también el diálogo político y la cooperación para el desarrollo.
Respecto a las medidas nacionalizadoras que se están dando en algunos países, especialmente Venezuela y Bolivia, que afectan a capitales europeos y también latinoamericanos, el funcionario de la UE señaló que al igual que en la cumbre de 2006 se buscará incluir en la declaración final una mención a la necesidad de respetar las inversiones y garantizar la seguridad jurídica. Pero también se deberá tener en cuenta la soberanía sobre sus bienes de países involucrados en contratos leoninos e injustos con transnacionales europeas.
Según esta fuente, que no quiso ser identificada, no habrá ruido con motivo de las nacionalizaciones en las sesiones de la cumbre, opinión que comparte el analista político venezolano, ingeniero empresarial y anti-chavista, Luis Vicente León.
Será más una discusión cara a cara que un tema que se ponga sobre la mesa, porque a nadie le conviene establecer eso como un tema de discusión en la cumbre, sostuvo el opositor León.
Al sociólogo dominicano Ramón Tejada Holguín tampoco le asusta el giro a la izquierda. Incluso cree que podría favorecer una mejor relación con la UE como alternativa al tradicional enfrentamiento con Estados Unidos.
La mayoría de analistas del establishment considera una simplificación meter en el mismo saco a todos los gobiernos de izquierda de la región y sólo ve posibilidad de problemas con los más radicales, como Hugo Chávez, quien ha tomado iniciativas esenciales para la recuperación del patrimonio nacional venezolano. Tales iniciativas – iniciadas también por Evo Morales en Bolivia – obviamente no caen bien a los dueños de las multinacionales del llamado primer mundo, porque afectan sus desmedidos intereses.
Además, como dice Luis Vicente León, director de Datanálisis, las relaciones entre Europa y América Latina no se plantean únicamente desde la óptica política.
América Latina está en pleno crecimiento, tanto su demanda como su consumo, y Europa tiene una gran oportunidad en ese sentido, subrayó.
Los europeos quieren gobiernos estables, democráticamente ungidos a través de las urnas, gobiernos que combatan al narcotráfico, a la corrupción, sean del signo que sean, opinó, por su parte, el analista político paraguayo Hugo Saguier Guanes.
Según Enrique Lacs, experto en negocios internacionales de Guatemala, a la UE, más que la tendencia política de su contraparte, lo que le interesa es el respeto a los derechos humanos y la lucha contra la pobreza.
El diputado uruguayo Roberto Conde, vicepresidente del Parlamento del Mercosur, afirma que los países de la región deben tomar conciencia que las relaciones con la UE son un tema estratégico. Conde opina que en América del Sur no se ha logrado un internacionalismo progresista, a pesar de la llegada al gobierno de varios partidos de izquierda o progresistas.
Para el economista panameño Alexis Soto, las condiciones que inciden en el descontento social en América Latina y que han aupado al Gobierno a dirigentes izquierdistas pueden hallar una mejor respuesta en la experiencia de gobiernos socialistas europeos. El economista parece sugerir que a los latinoamericanos tal vez les convendría derechizarse, como lo han hecho los partidos socialistas europeos, casi en masa.
Medroso del protagonismo popular en la región, este analista supone que se necesita una alternativa que evite la entronización del radicalismo y esa alternativa podría verse enriquecida por un acercamiento a Europa, a la Europa social. Con lo cual aparte de la pobreza e indigencia generalizada de Latinoamérica, se adosarían problemas de crecimiento, inmigración y alto desempleo, como ocurre en las principales urbes del viejo continente.
Más saludable es el planteo del politólogo costarricense Claudio Alpizar, que ve en la Cumbre de Lima una oportunidad para que Latinoamérica retome, en medio de estos aires de cambio político, su actuar conjunto.
Sin embargo, la diversidad política y los conflictos existentes entre algunos países de América Latina hacen por ahora difícil que la región hable con una sola voz, como pidió al Mercosur en 1994 el entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors. Sin embargo, Chávez, Morales, Correa y Ortega bregan día a día para que la sola voz se haga realidad, como antes lo habían hecho importantes próceres de la región.
Redacción La Quinta Pata y Terra/EFE, 08 – 05 – 08
jueves, 8 de mayo de 2008
Latinoamérica-EneJun2008
No hay comentarios :
Publicar un comentario