
Miguel Títiro
El viernes 15 por la tarde se desarrollará una mesa de trabajo para interpretar la obra y el legado del notable pensador mendocino.
Intelectuales del país, de otras partes de América Latina y de Francia rindieron un homenaje al pensador y filósofo Arturo Roig, quien ha superado los 60 años en el campo de las ideas. La reunión se realizó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, donde los anfitriones fueron la decana Adriana García y el rector Arturo Somoza.
La representación nacional fue ejercida por el sociólogo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, ya que no viajó para la ocasión, como estaba anunciado, el secretario de Cultura de la Nación, José Nun.
El marco para testimoniar el reconocimiento al educador y filósofo Roig es el coloquio internacional “Repensando el siglo XIX desde América Latina y Francia”, organizado por la Universidad y el Centro Científico Tecnológico Mendoza-Conicet (ex Cricyt). También Francia brindó apoyo a través del Centro Franco Argentino de Altos Estudios, que encabeza Patrice Vermeren, designado presidente del seminario en desarrollo.
El coloquio constituye un vasto abordaje de la centuria considerada el comienzo de la Edad Contemporánea. En los distintos paneles y mesas de trabajo se escucharán cerca de 80 exposiciones.
Roig (86 años) asistirá a varias de las exposiciones. La mesa de trabajo N° 13, que se hará mañana, a las 15, estará dedicada a él, bajo el título “Interpretaciones sobre la obra de Arturo Roig; claves para el diálogo filosófico”, con la coordinación de Luis Mora, de Ecuador, país donde el homenajeado vivió como exiliado.
Desde el saber Leer todo el artículoArturo Andrés Roig estudió Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Allí obtuvo su título de grado en 1949. Una década más tarde comenzó a ejercer como catedrático en esa facultad, pero su desempeño quedó trunco cuando la dictadura militar se impuso en nuestro país y tuvo que exiliarse en México.
Luego se radicaría en Ecuador, donde trabajó en tres universidades investigando la historia de ese país y de América Latina. Un año después del regreso de la democracia a la Argentina, Roig también retornó al país.
Otra vez en Mendoza, fue incorporado al Conicet, donde ejerció como investigador principal. Dirigió tanto el Cricyt como el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales que creó en la misma institución.
Antes del primer panel, Roig atendió a los periodistas. “Los pensadores, los filósofos, deben abrirse a un público mayor, a las necesidades sociales y ambientales, y al mismo tiempo incorporarse a los problemas vitales de la sociedad, que son muchas veces dolorosos. Hay un nivel de pobreza fuerte en nuestra provincia, villas miseria y niños mal alimentados. Entonces, como ciudadanos filósofos tenemos la obligación de meditar sobre esos problemas”.
Para este notable investigador, el compromiso con la realidad va atado a cierta lógica. “Si pido como filósofo una audiencia a la presidenta de la Nación para decirle esto o lo otro, es probable que mueva a risa, pero como ciudadano que sabe ciertas cosas, si podría”.
Y no esquivó el conflicto del campo. “Para mí, ni el Gobierno ni las personas que se sintieron afectadas han hecho declaraciones claras respecto de lo que había de por medio”.
Los Andes, 14 – 08 – 08
La Quinta Pata
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