Mario Alfredo Marturet
En días previos a darse el debate parlamentario sobre la Resolución Nº 125 “retenciones móviles” a la exportación de granos (especialmente a la soja), el ex – Concejal – Legislador - Gobernador de la Provincia de Buenos Aires – Vicepresidente y Presidente de la Nación, Dr. Eduardo Duhalde, en oportunidad de una conferencia dada en la ciudad de Mar del Plata (que se transmitió a todo el país por televisión) y abundando en la crítica al Gobierno Nacional, expresó: “……que también se habla de reforma agraria, lo que no tiene sentido ya que la mejor reforma agraria es la ley de la herencia, pues ésta inexorablemente hace a la división de los campos…..”
Realmente escuchar estos conceptos dichos por una persona que ha ocupado todos los cargos electivos posibles, que ha representado a la Argentina en foros internacionales, que tuvo, tiene y aspira a seguir teniendo gran influencia política, causa pavura. Evidentemente para el Dr. Eduardo Duhalde, la Reforma Agraria es una simple división de campos, una repartija de tierra sin ton ni son y de allí en más, todo lo imaginable con o sin intencionalidad política.
La Reforma Agraria, es una ciencia política, no una ideología. Es una filosofía humanista y productiva, es el fruto de una legislación abarcativa que debe comenzar por establecer un régimen de uso, cuidado y tenencia de la tierra, debe definir con claridad técnica el límite mínimo de la “unidad económica” productiva, debe poner límites al latifundio para que éste sea un bien de trabajo y producción y no un bien de renta especulativo, como muy bien lo definió oportunamente el Presidente Perón.
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