Eduardo Lucita
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Casi siete años atrás los empresarios de esta fábrica de cerámicos la abandonaron, dejando en la calle a cientos de obreros y un reguero de deudas. Los trabajadores la ocuparon y la pusieron en producción. Hoy baten récords, mantienen la calidad del producto, abastecen el mercado interno y exportan a precios competitivos. Dentro de dos meses vence el plazo que un juez le diera a su cooperativa y siguen reclamando la expropiación.
Tiempo atrás fui invitado a conocer esa formidable experiencia. Al llegar observé un sistema de controles cruzados sobre el ingreso y salida de mercaderías. En la recepción dos computadoras trabajando, en otro escritorio varios obreros discutiendo algo sobre remeras de trabajo, los talles, que las anteriores encogieron... El teléfono sonaba sin cesar, proveedores, clientes, colegios que quieren visitar la fábrica. En ese momento tres contingentes de estudiantes secundarios llegaron de visita. Hay quienes los estaban esperando, todo muy organizado.
Proceso productivo y saber obreroEl ingreso a la planta es imponente, por su magnitud, también por su modernidad. Lo primero que impresiona es ver varias líneas de producción funcionando al mismo tiempo: cintas transportadoras con controles ópticos, máquinas que operan solas, grandes hornos con temperaturas de 1500 grados, un alto grado de automatización. Pero ¿dónde está la gente pregunté? porque si son varios cientos de trabajadores en tres turnos debiera haber por lo menos 100 en la planta y sin embargo salvo en el inicio del proceso, donde se trabaja la arcilla y se hace la mezcla y la molienda, no se los ve.
Me explicaron el proceso desde sus inicios. Que la actividad principal es de control, que las máquinas hacen prácticamente todo y los trabajadores hacen el seguimiento y supervisión de los diferentes procesos, tarea que requiere conocimientos, mucha atención y concentración.
Leer todo el artículoEs lo que se llama la desmaterialización del trabajo, que exige mucho menos esfuerzo físico pero mucha más actividad mental. La innovación tecnológica ha transformado el origen de los incrementos por productividad y esto ha determinado cambios cualitativos importantes en el ámbito laboral, en la medida que el trabajo manual es sustituido, en distintas proporciones, por el intelectual.
Claro que en una situación como esta, donde los trabajadores empujados por la crisis terminaron impugnando la propiedad privada, desplazaron al patrón y a los capataces, superaron el monopolio del saber que estos ocultaban, y se ha apropiaron del conocimiento y la información de todo el proceso productivo, esos cambios juegan un papel diferente, implican cambios en las relaciones sociales de producción.
Protección contra accidentes
En la sección de prensado una fuerza de 40.000 kilos presiona a la masa y hace el "bizcocho" que luego pasa a los hornos para su cocción. Me explicaron que antes, bajo la tensión de los ritmos de producción impuestos por patrones y capataces, muchos operarios en el apuro perdían dedos en esa prensa, y otros accidentes ocurrían a diario en otras secciones. Desde que ellos se hicieron cargo repusieron un sistema de seguridad que la patronal había anulado y los accidentes se terminaron.
A medida que uno se interna en la planta el ruido se hace sentir, no es estruendoso pero sí constante y también hay un polvillo que flota en el ambiente que molesta, observo que todos los trabajadores tienen protección en sus oídos y barbijos contra el polvo. Me advirtieron sobre el piso mojado y la arcilla resbaladiza, todos calzan zapatones industriales que los protegen de accidentes y resbalones.
Control de calidad y capacidad innovadora
En el momento de la merienda los operarios se juntan por sectores. Los escuché discutir sobre los niveles de producción y calidad alcanzados, y las razones de cierta disparidad según las secciones. Comprendí entonces que no se han apropiado solamente del conocimiento del proceso productivo, sino también de la información que fluye de ese proceso, y este saber es lo que les otorga la posibilidad de transformarlo, de introducir cambios por su propia iniciativa. Como efectivamente han hecho modificando procesos, el lay-out de planta, circuitos de distribución y demás.
Las cintas transportadoras siguen funcionando, el material entra y sale de los hornos continuamente, la "chupadora" levanta los cerámicos ya cocidos y los deposita suavemente en otro sector. El proceso continúa en la sección de esmaltado y luego por la que hace el porcelanato, una materia prima distinta y un pulido con piedras costosas. Luego vamos a la Sección del Tercer Fuego, allí todo es más lento pero más preciso. Se hacen las guardas y los cerámicos con dibujos especiales.
Allí me explicaron cómo fueron abandonando los diseños viejos, modelo italiano, y cómo ahora hacen sus propios diseños. Hablan con orgullo de la línea mapuche, una serie de guardas con dibujos aborígenes que crearon a partir de una relación con la comunidad indígena de la zona. Hay en la zona una cantera de arcilla que los antiguos patrones explotaban sin tener en consideración a los verdaderos habitantes históricos de ese territorio. Hoy la relación ha cambiado y unos otros participan solidariamente de las luchas reivindicativas de cada uno
En la oficina de la Auditoría, me explicaron que controlan todo el movimiento de dinero, toda la documentación pasa por allí para su aprobación. "No se escapa nada" dicen con orgullo. Me comentaron que los turnos tienen horario pero que ellos tienen que pensar más allá del turno. Salgo con la impresión que en todo el recorrido no observé mayores tensiones a pesar de que la actividad es intensa, todo el mundo presta atención a su tarea, incluso cuando conversábamos.
Necesidad de soluciones de fondo
Pero sí hay una tensión, es el manto de injusticia que rodea a esta experiencia. No les dan la expropiación, como sí lo hicieran con más de 150 empresas recuperadas en todo el país, y ahora se vence el plazo de vigencia que el juez le otorgara a la cooperativa.
El gobierno nacional y también algunos provinciales y comunales han diseñado programas de apoyo -mantenimiento, higiene y seguridad, capacitación, equipamiento- no se trata de una política integral sino de subsidios focalizados que no resuelven el problema de fondo pero ayudan a mantenerse. Zanón en sus seis años bajo gestión de sus trabajadores, no recibió significativas ayudas de los poderes establecidos.
Cuatrocientas cincuenta familias y el pueblo de Centenario donde viven la mayoría de ellas están pendientes. No se quedan quietos, desarrollan múltiples tareas difundiendo sus logros, denunciando la falta de soluciones, presentaron su propio Proyecto de Ley acompañado de más de 90.000 firmas....mientras las diversas instancias de poder político y gubernamental miran para otro lado o les hacen propuestas inaceptables e imposibles de materializar.
Capacidad de gestión y solidaridad merecen reconocimiento
En seis años los trabajadores defendieron sus fuentes de trabajo y crearon nuevas; demostraron su capacidad para gestionar competitivamente una fábrica cuando muchas cerraban y los patrones sacaban el dinero del país; desarrollaron innumerables tareas comunitarias y de solidaridad donando cerámicos a instituciones, colegios y escuelas, construyeron una salita de primeros auxilios donde el municipio no se hacía cargo, y tantas otras cosas.
Sin embargo tanto el Estado nacional como el provincial, tampoco la justicia, parecieran registrar y mucho menos valorar estos logros. No aportan una solución definitiva. Solución que no es otra que la expropiación y entrega en comodato a los únicos que realmente se preocuparon y cumplieron, y que merecen el reconocimiento de los poderes públicos, como ya lo tienen en la sociedad.
¿Por qué tanta indiferencia? ¿Será tal vez porque FASINPAT, tal el nombre de la Cooperativa, quiere decir Fábrica Sin Patrones?
*Integrante del colectivo EDI-Economistas de Izquierda
La Arena, 29 – 08 – 08
La Quinta Pata
1 comentario :
grande el pueblo organizado!!! sigan así que todo lo bueno queda.
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