miércoles, 15 de octubre de 2008

Murgas que bailan todo el año

Murga Los Relegados de Belgrano

Eva Macchia

Con sus pasos y su música atraen a los vecinos en espacios verdes y públicos.
Ya no es necesario esperar el Carnaval para verlas en acción. Las murgas están a la vuelta de la esquina. En la zona, hay varias alternativas para participar, ya sea bailando o mirando a quienes lo hacen. Bombos con platillos y redoblantes son los instrumentos característicos, y tras ellos hombres y mujeres que saltan y dan patadas al aire, en una plaza, calle sin salida, o hasta en un centro de rehabilitación.

Desde la crisis del 2001, las murgas se multiplicaron en el ámbito de la Capital. La Comisión de Carnaval, que depende del Ministerio desde Cultura porteño, tiene en su registro alrededor de 140 murgas, que reciben subsidios según el resultado de una evaluación que se realiza en los corzos en Carnaval.

“Esta murga se formó en marzo de 2002” –recuerda Josefina Ghisalberti, directora de Los Desfachatados de Bajo Belgrano- “Ensayamos en la calle cortada que está detrás del INCUCAI que llamamos Mendocita”, cuenta.

El escenario puede cambiar de una murga a otra. Hay quienes ensayan en un aplaza, otros en las calles. Lo que hay que tramitar para hacerlo es un permiso que otorga el gobierno porteño.

Según cuenta Nicolás Mansilla, director de Los Audaces del Bajo Belgrano, la mayoría de los integrantes de las murgas son vecinos aunque también hay gente de otros barrios como Palermo, Villa Urquiza y Colegiales, por ejemplo. Ensayan en Virrey Vértiz entre Sucre y La Pampa, los sábados de 17 a 19. Esta murga nació en marzo del 2003”. Hoy tenemos entre 120 y 140 integrantes. Vamos creciendo año a año, asegura.

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En 1997 el Carnaval fue declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires y según Elsa Calvo, coordinadora de la Comisión de Carnaval del gobierno porteño, “desde el 2001 las murgas están en continua expansión. Actualmente esta comisión cuenta con alrededor de 140 murgas registradas”, dice Calvo. Aunque estiman que habría alrededor de 200. En el 2008 se organizaron en distintos puntos de la ciudad 37 corsos a cargo de las murgas en un trabajo en conjunto con esa Comisión.

El sistema de subsidios se concreta una vez al año “Durante el Carnaval se realiza una evaluación de las murgas, para que cada año estén mejor artísticamente”- cuenta Ghisalberti. “Según su resultado, y en cuenta la cantidad de integrantes, se determina qué monto es el que se le da a cada una.”

Casi todas tienen también presentaciones privadas durante el año. “Siempre surge alguna invitación para un evento de otra murga, un cumpleaños, una fiesta de egresados, o un casamiento”, asegura Diego Torres., de los increíbles de Bajo Núñez.

En 2004 la legislatura porteña aprobó la ley 1322 que declara días no laborales el lunes y el martes de Carnaval, con el fin de restablecer esas festividades paganas como un espacio de recreación familiar y popular.

Dentro de cada murga hay normas. ”Tenemos reglas, por ejemplo, no al alcohol y a la droga, por un tema de respeto a los vecinos y a los chicos que rondan la plaza donde ensayamos”-asegura Bernardo Bogado de Los Relegados de Belgrano. “Y también porque la murga debe ser siempre la protagonista y no los disturbios.” Además, cuenta que la última vez que la policía quiso echarlos de la plaza donde ensayaban, varios vecinos acudieron para impedirlo. “Eso nos hizo sentir ciento por ciento parte del barrio”, concluye.

Los Relegados de Belgrano: entrevista a Bernardo Bogado



- ¿Cómo se formó la murga?
En Febrero del 2006, un par de personas muy especiales empezaron a imaginarse un mundo distinto, un mundo más artístico, con más ritmo, un mundo de bombos donde cada vez que suene el parche, transmita alegría, sueños y contagios. Aunque sólo éramos unos cinco o seis entre muchachos y muchachas del barrio, nos juntábamos igual sin saber siquiera, lo que podía salir de ese sueño. Las primeras convocatorias fueron en Barrancas de Belgrano, parte del barrio muy querida pero al mismo tiempo como extranjera para nosotros. Es ahí donde se empieza a buscar un lugar en donde poder ensayar sin molestar a nadie, en ese momento aparece en escena, “Los Lagos de Palermo”, con su crudo invierno, su terrible savia lloviendo de los árboles, esos mosquitos que en verano son de importante molestia, pero con ese aire que sólo en pocos lugares de esta “Terrible Capital de Hierro” se puede respirar y pensar sin humo como actor principal de la cabeza. Los colores de la murga ya estaban definidos, todos son de pura y hermosa poesía. El VERDE , con su paisaje de sueños universales y esperanzas; el ORO, que marca dos cosas; por un lado es sinónimo de algo valioso como representación sentimental y al mismo tiempo es una llamada para no perder de vista, ya que es el primero en formar la codicia de este planeta y del cual un Relegado criticará siempre. Por último el NEGRO, el color de la sobriedad, la oscuridad y la seriedad, también de lo tenebroso y de lo malo, pero para la Murga, significa el color de la humildad, el color de la lucha. Por todo esto sentimos que estos colores juntos en nuestra levita, reflejan la fuerza de la percusión y la destreza de los bailarines. Así es como este sueño fue cobrando cada vez más fuerza y de a poco también fue cobrando vida, sus canciones de protesta, sus canciones de los sueños y sus canciones de retiradas, donde la alegría se remoja de nostalgia y la nostalgia se contagia de alegría por un carnaval que se está yendo y otro que ya se empieza a soñar.
Por el mes de Junio de ese año, los Relegados obtuvimos el permiso para ensayar en la gran “PLAZA PORTUGAL”, de ahí en adelante el sueño se iba enmarcando cada vez más, ya tenían el nombre, la plaza y la gente con la que empezar a formar este sueño, que fue bautizado como, el famoso “SUEÑO DE ESTANDARTE”. A partir de ese momento los Relegados se formaron en todos los rubros que componen una murga: canto, actuación, percusión, baile, letra y vestuario. Eso se fue ensayando durante dos años hasta ingresar en los Pre-carnavales, para poder actuar al fin, en los Carnavales 2008 por más de 20 barrios porteños.

- ¿Dónde ensayan?
- Ensayamos los sábados de 17 a 19 hs. Ese es el ensayo oficial en la Plaza Portugal, toda la murga reunida. Después cada área de la murga tiene como resultado final tres ensayos más durante la semana.

- ¿Durante qué momento del año tienen actividad?
- Ensayamos todo el año, no paramos en ningún momento, apenas terminado el carnaval de febrero, en el primer ensayo de Marzo se cumple con el objetivo de todos los años que es el de votar nuevamente a los encargados de todas las áreas. Una vez tomadas todas las decisiones que siempre son conjuntas empezamos a preparar el próximo carnaval. Después podemos llegar a hacer actuaciones durante el año, donde nos invitan otras murgas o contratados para eventos, fiestas, etc.

- ¿Cuántas personas componen la murga?
- Somos 30 integrantes: 12 de percusión, 15 de baile, 3 de fantasía viva.
Esa son las personas que concurren a todos los ensayos. Después están los integrantes que no concurren a diario pero que son los que llevan banderas, sombrillas u otro tipo de fantasía.

- ¿Son todos vecinos?
- La gran mayoría son de Belgrano, a no más de quince cuadras de la plaza en la que ensayamos, después hay personas que vienen desde Lanús, Monte Chingolo, Soldati y Caballito.

- ¿Cuál es hoy el sentido de las murgas?
- Esta pregunta es muy personal, cada murga tiene un sentido distinto. Estudiando el paso de los años de las murgas, nos damos cuenta de cómo fueron cambiando, desde que empezaron en aquella época donde se juntaban tres amigos del barrio en una esquina haciendo ruido con una corneta y una caja de zapatos para juntar plata para los cigarrillos. Esto fue evolucionando y se empezaron a hacer murgas en los distintos barrios en los cuales se demostraba el arte callejero. En la época de los militares desaparecen las murgas y después al poco tiempo aparecen como un símbolo de protesta. Este tipo de murga también se une mucho a la cancha y a las manifestaciones. En todas las canchas y manifestaciones se escucha un bombo y un redoblante. Esto hace que a las murgas se las margine mucho, por la violencia de las canchas, las drogas, el alcohol, las barras.
Es acá donde se diferencian las murgas, el sentido de la murga o por lo menos de esta murga que es poder enseñar el “arte callejero”. Cuando uno va a la murga deja los problemas personales de lado y se une a esta comunidad que tiene como único fin el de poder aprender a hacer arte, aprender a tocar, bailar, escribir, actuar, y lo más importante, poder sacarle una sonrisa a la gente ya que nosotros consideramos cada salida como una actuación en donde el público se merece ver algo realmente ensayado y preparado.

- ¿Tienen quejas por parte de los vecinos?
- El día en que comenzamos a ensayar, teníamos denuncias de la policía todos los sábados, hasta venía gente amenazándonos. Llegamos hasta recibir insultos como “váyanse a tocar a La Boca, este no es un barrio para murgas”. En uno de los ensayos nos empezaron a tirar zapallos de los edificios. Eso le dio una gran frase a nuestra canción de presentación del carnaval 2008, “Viejos Suicidas”. Pero nunca bajamos los brazos, las ganas de salir en carnavales siempre fueron más. El barrio se empezó a dar cuenta que no éramos la clase de personas que pensaban. Tenemos como reglas el NO al Alcohol y a la droga por un tema de respeto a los vecinos y a los niños que rondan por la Plaza y también porque la protagonista debe ser siempre la murga y no otro tipo de disturbios. La última vez que nos vino a tratar de sacar la policía, vinieron como siete vecinos a defendernos de los policías para que no nos sacaran, ese momento nos hizo sentir que éramos cien por ciento parte del barrio.

- ¿Reciben ayuda de parte del Gobierno de la Ciudad?
- Al ser nuestra murga parte del circuito de Carnaval Porteño, recibimos un subsidio dependiendo de los resultados de la calificación que obtengamos en los carnavales. La calificación la da un jurado evaluador en una de las salidas del carnaval. Como hay murgas dentro del circuito también hay murgas por fuera de él. Estas se manejan totalmente de manera independiente.

- ¿Tienen intercambio con las otras murgas de la zona?
- Somos amigos de muchas murgas y tenemos encuentros y salidas, muy a menudo, vamos a visitar otros ensayos a intercambiar ideas. Hay reuniones que se organizan cada quince días, para poder comentar y opinar acerca del carnaval porteño y ver qué se puede mejorar año tras año.

- ¿Con cuáles?
- Zarabanda Arrabalera - Parque Patricios; Los inevitables de Flores – Flores; Despilfarrados – Colegiales; Desfachatados - Bajo Belgrano; Los mismos de siempre - La Paternal; La Redoblona – Almagro; Arlequines de la R - Belgrano R, entre otras.

La Nación y Redacción La Quinta Pata, 15 – 10 – 08

La Quinta Pata

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