Rolando Pérez Betancourt
Ambas, múltiples y a veces contradictorias a lo largo de sus vidas, sin sospechosas afiliaciones izquierdistas, una de ellas incluso multada por comentarios raciales publicados en la prensa de su país, Francia, y sin embargo haciendo del sentido común una responsabilidad de voceada inmediatez, en momentos en que la humanidad vive de cara a lo que algunos no vacilan en denominar "el principio del fin".
Las dos contra Sarah Palin, la ultraderechista candidata republicana a la vicepresidencia de los Estados Unidos a dirimir el mes próximo, la Palin y su imagen de matadora de osos, defensora de esa Asociación Nacional del Rifle que cada año envía a la tumba a miles de inocentes, la Palin de buscar petróleo en el Ártico, y la del fundamentalismo religioso decidiendo en cada aspecto de la vida, el sexual incluido, la Palin con declaraciones acerca de posibles contiendas bélicas ––sin desdeñar el arma atómica––, que hacen intercambiar miradas de perplejidad a entorchados generales.
Considerada aún como la actriz francesa más famosa de todos los tiempos, bomba erótica de los 50 y los 60 (y quién que la haya visto no la recuerda en "Y Dios creó a la mujer", Briggite Bardot le dirigió una carta abierta a la candidata republicana en la que a rajatabla le expresa: "espero que pierda usted estas elecciones porque eso significaría un triunfo para el mundo".
Tan directa como en los tiempos de nuestra adolescencia en que dejaba pasmado con sus películas llenas de sensualidad, la Bardot dejó claro que Sarah Palin es "una desgracia para las mujeres".
"Al negar la responsabilidad del hombre en el cambio climático, al estar de acuerdo con los derechos de uso de arma y al utilizar argumentos desconcertantemente estúpidos, usted se convierte en una desgracia para las mujeres y representa una amenaza terrible, una catástrofe medioambiental verdadera", escribe la legendaria Bardot, ahora con 74 años y presidenta de una asociación pro defensa de los derechos de los animales.
A manera de remate, BB hace referencia a una ocasión en que la Palin se describió como un pitbull con lápiz labial. "Le imploro que no se compare con los perros. Los conozco bien y puedo asegurarle que no hay ningún pitbull, ni ninguna otra especie animal que sea tan peligrosa como es usted".
Y luego le correspondió el turno a Madonna, quien en sus conciertos, en gira por los Estados Unidos, ha estado proyectando imágenes del republicano John McCain con otras en las que se hace referencia a la destrucción global, a los horrores de la guerra y a niños que mueren de hambre.
En la última de estas presentaciones, en Nueva Jersey, la cantante y actriz fue tajante ante un público que la secundó en aplausos: si a la Palin se le ocurría ir a uno de sus conciertos, pues no entraba. "Sarah Palin no puede venir a mi fiesta. No puede venir a mi show. Nada personal, eh".
Múltiples y discordantes a lo largo de sus vidas, cierto, cada una a su manera, pero tratando de hacerse sentir en este octubre del 2008.
Granma, 13 – 10 – 08
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