domingo, 16 de noviembre de 2008

Cómo se ocultan y falsean datos clave en el gobierno de Celso Jaque

El gobierno de Celso Jaque

Marcelo Arce

El plan sistemático para que la inflación y la desocupación de Mendoza sean las que dice el INDEC y no lo que marca la realidad. Los números del Fondo Anticíclico que se le informaron mal al Tribunal de Cuentas y los 4.000 empleados públicos que ingresaron al Estado en diez meses, que luego fueron "borrados" por la investigación de MDZ. El dato mejor guardado: la brusca caída en la ejecución de obras públicas.

La administración de Celso Jaque se saca una mala nota en cuanto a la transparencia en la difusión de la información pública.

Un relevamiento por las páginas oficiales en Internet a través de las cuáles se deberían divulgar los números de cómo se está gestionando el Estado en lo que va de 2008, deja al desnudo una serie de manejos del Gobierno que van desde la inconsistencia hasta la manipulación y las demoras en la carga de la información.

Pero lo que es más grave: también se llega al ocultamiento o lisa y llanamente al falseamiento de datos.

Entre otras cosas: desde que arrancó, el gobierno justicialista dejó de difundir los índices del delito en Mendoza y prácticamente vació de contendido la información que divulga la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) que mide la inflación, la pobreza y, sobre todo, el desempleo.

Si la inflación que se mide en Mendoza es trucha, eso deja sin sustento otros datos importantes: cambia el Producto Bruto Interno, las estadísticas dicen que en la provincia hay menos pobres y el salario real es mucho más bajo que lo que sostienen esas mediciones.

También, el gobernador dejó de hacer públicos sus gastos en viáticos a partir de marzo, muestra datos confusos en cuanto a la incorporación de personal y le transmitió cifras equivocadas al Tribunal de Cuentas de la provincia a cerca de cuánta plata hay en el Fondo Anticíclico, que se hizo muy popular entre los intendentes que le quieren echar mano por estos días.
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Con relación a la incorporación de personal al Estado, la información es tan inconsistente que se publicaron planillas en las que queda demostrado que en diez meses aumentó en casi 4.000 cargos la planta permanente. Algo que, de ser verdad, es hasta imposible de concretar desde el punto de vista administrativo.

O que, por caso, el Hospital Notti tenía 1.847 empleados en el mes de marzo y pasó a tener 1.049 tres meses después. Si se hubieran echado a 800 empleados sólo de un hospital, los gremios estatales hubieran alzado la voz como mínimo.

Uno de los elementos que puede servir para explicar esto, quizás pueda encontrarse en aquellas planillas en las que la información aparece como más confiable. Pero que contradicen varios de los discursos oficiales.

A pesar de los pronósticos negros del ministro Adrián Cerroni, quien dijo que “vamos a llegar muy ajustados a fin de año”, la provincia lleva acumulados en octubre un superávit de $361 millones.

Y más allá de que Jaque insista con demostrar que el suyo es andar a todo vapor, la inversión en obra pública viene en picada con respecto al último año.

Esta gestión lleva subejecutadas el 63% de las partidas disponibles del ministerio de Infraestructura y del resto de las carteras para la compra de bienes de capital, lo que a octubre demuestra una caída en términos reales de más del 35% comparado con lo que se invirtió para hacer casas, escuelas y caminos y comprar bienes con recursos provinciales en el mismo período de 2007.

Nadie lo dice oficialmente y mucho menos se difunde en Internet, pero los empleados públicos en Mendoza son más de 82.000. Un número que está muy lejos de los “sesenta y cinco o sesenta y seis mil” empleados de los que los funcionarios hablan todo el tiempo.

El gobierno de Celso JaqueLas luces amarillas que se encendieron al principio
A los pocos días de asumir, el entonces ministro de Seguridad, Juan Carlos Aguinaga, anunció formalmente el fin de la publicación de los índices del delito en la provincia. El dirigente demócrata argumentó en aquel momento la poca confiabilidad de las mediciones y de allí en más la página del ministerio de Seguridad referida a este ítem quedó en blanco.

Meses más tarde, el gobernador dio otra señal de ocultamiento. Desde el 22 de ese mes y hasta esta parte, el mandatario dejó de hacer públicos sus gastos en viáticos que, hasta ese momento, acumulaban $2.705,42 en cuatro meses.

Los motivos que se esgrimieron desde la secretaría General de la Gobernación, fueron que Jaque no publica sus viáticos directamente “porque no los pide”.

Para un gobernador que en junio ya había acumulado más de 60 días fuera de la provincia en viajes, el gasto del bolsillo gubernamental debe haber sido elevado.

Según la ley 7153/04, los funcionarios están obligados a rendir y difundir viáticos si es que los piden o bien pueden presentar facturas por sus gastos fuera de la provincia en misiones oficiales.

Jaque podría estar pagando de su sueldo los viajes a Buenos Aires (sin contar los pasajes de avión) y al exterior que ya lleva realizados como dice la versión oficial. Aunque también podría estar facturando sus gastos, salvo que en este caso no está obligado a hacerlos públicos.

El otro dato que encendió una luz de alerta, fue la decisión que tomó Jaque de instruir en diciembre de 2007 a Maria Inés Crisafulli, la entonces flamante directora de la DEIE, para que Mendoza termine alineada al INDEC en cuanto a la polémica decisión de la inflación.

De allí en más la dirección de estadísticas provincial traspasó prácticamente toda la divulgación de sus mediciones de peso, como las que arroja la Encuesta Permanente de Hogares, para que sean digitadas por el organismo nacional.
A pesar de que sí existen mediciones, no se realizan más informes locales respecto a esos números que son remitidos en forma directa a la página del INDEC. Entre estos datos hay algunos estratégicos como los niveles de pobreza, indigencia e ingresos. Pero hay uno que es por demás clave, sobre todo para el 2009: la desocupación.

De todos estos operativos permanentes que realiza la DEIE, no hay ningún comunicado de la dirección local que los analice.

Fuentes de la repartición, sostienen que esto responde a un motivo: como se duda de la calidad de la base de información que se está tomando por parte del INDEC (como por ejemplo las mediciones de inflación) los analistas locales no quieren firmar ningún informe.

De hecho ya se puede vislumbrar qué puede llegar a pasar con las mediciones de inflación en Mendoza. Para el INDEC, el acumulado de 2008 podría rondar el 8% y las mediciones privadas la terminarían ubicando en 25%.

La DEIE, no ha publicado además la encuesta de Comercio (que mide los niveles de actividad de este sector en el Gran Mendoza), así como tampoco se encuentra en Internet la encuesta de condiciones de vida y hogares rurales que debería estar publicada al menos desde febrero de 2008.

La inconsistencia de algunos números de Hacienda
Según la información publicada en la página web del ministerio de Hacienda, en el ítem Ley de Responsabilidad Fiscal, a octubre de 2008 se contabilizaban unos 38.135 cargos en la planta permanente de la administración central. Esta es el área del Estado que comprende a la mayoría de los empleados de Casa de Gobierno.

En diciembre de 2007 los empleados de esas reparticiones sumaban 33.831, con lo cual la planta creció en más de cuatro mil empleados.

¿Qué pasó? Según la explicación que ensayó el subsecretario de Hacienda, Mario Granado, el aumento se debe a la contabilización “de las liquidaciones de los reemplazos docentes”.

Si bien el argumento suena sólido, choca con los mismos números que muestra Hacienda. Además de que es imposible que se contabilicen los reemplazos docentes como cargos de planta permanente, los saltos más importantes en cuanto a la cantidad de personal se dan en prácticamente todos los hospitales de Mendoza.

Así es como por ejemplo, en el Notti entre enero y junio “aparecieron “ y “desaparecieron” de los listados más de 800 empleados, del Hospital Central unos 700, del Lagomaggiore más de 1.000, del Schestakow unos 600 y los mismos subes y bajas ocurren en casi todos centros asistenciales.

¿Qué pasó? Aquí Granado vuelve con una explicación. “Debe ser por el pago de un ítem de productividad, pero voy a averiguar”. Eso ocurrió el 1 de noviembre. Y desde allí no hubo respuesta.

La demora tenía una razón: directamente se cambiaron las planillas en internet y se informó otra cosa. Eso sí, con una cantidad de empleados en los hospitales que se acerca más a la realidad.

Tras eso, vuelve a hablar el subsecretario. "Lo que sucede es que se van haciendo ajustes, no hay mucha más explicación. A veces hay errores porque la forma de tomar la información no es sencilla y es difícil tomar la información de todas las unidades administrativas. Lo vamos arreglando y ajustando a medida que detectamos los errores. En definitiva lo que estamos haciendo es darle más trasparencia a la información", explicó Granado sobre el cambio de planillas.

Más allá de esto ¿En definitiva cuántos empleados públicos hay en la provincia?
-Unos sesenta y cinco, sesenta y seis mil, respondió.

La intervención rápida de uno de sus asesores sirvió para achicar un poco las diferencias.
-Según datos extraoficiales, por CUIL se les paga a unos 77.000, acotó.
-Bueno, se me dio vuelta un número, se excusó Granado.

En definitiva los empleados públicos serían unos 76.224 de planta permanente que, más unos 5.000 contratados, dejaría a la realidad de las cifras del sector público muy lejos de las estimaciones oficiales.

Estos errores de cálculo serían menores, si no fuera porque es la información que se le transmite de manera trimestral al Tribunal de Cuentas y a las Comisiones de Hacienda de la Legislatura.

Información que en otros casos, directamente está falseada. En marzo de 2008 Hacienda le informó vía nota al Tribunal de Cuentas que la plata depositada en el Fondo Anticíclico era de $173.769.000. En junio, a través del mismo mecanismo, comunicó que en el fondo anticrisis había depositados $169.674.000.

Es decir que alguien había sacado de allí más de $4 millones en tres meses (cosa prohibida por ley) y que además dejaba al descubierto que en el meneado Fondo, que hoy se disputan los intendentes y el propio gobierno, era casi imposible que al mes de octubre estuvieran depositados más de $185.000.000 como se comunicó.

Otra vez ¿qué pasó? Hacienda ratificó que según los números de la Tesorería el Fondo Anticíclico cuenta con $185.000.000, pero que “por error” se invirtieron las cifras que se informaron al Tribunal.

Según la nueva versión, para marzo la cifra correcta es de $170.253.000 y para junio de $176.879.000. “Es un error menor, la plata está”, buscaron minimizar desde la cartera económica, salvo que se trata de precisamente de fondos públicos y que, así y todo, los números tampoco coinciden con lo que se le comunicó al órgano que debe controlar las cuentas públicas.

Las cifras reales que duelen
Dos datos que reflejan el manejo presupuestario de esta administración, dejan al desnudo el discurso oficial.
El primero está referido al ritmo del gasto del Estado. Hace pocas semanas Cerroni lanzó una frase alarmante: “Vamos a llegar con lo justo a fin de año”.

A juzgar por lo que se ha informado acerca de la ejecución presupuestaria, parece no ser tan así. Al 30 de octubre la provincia muestra un superávit de $361 millones en su ejercicio, dato que ya manejan los gremios estatales que pujan por un aumento de sueldo antes de fin de año.

La distancia entre las palabras de Cerroni y la fría realidad de los números, estaría dada en que por lo general en todas las rendiciones siempre se produce una demora al cargar la información entre que el gasto se concreta y se luego se computa. Pero esta vez esa brecha sería mayor y estaría en el orden de los $200 millones.

El otro número revelador, apunta directo a la capacidad de gestión: el ministerio de Infraestructura y el resto de los ministerios, a septiembre lleva subejecutado el 63% de su presupuesto de obras públicas y compra de bienes que para este año es de $967 millones.

Hasta el décimo mes del año se habían gastado sólo $354,9 millones del total disponible, cifra que comparado con el mismo mes de 2007 demuestra una profunda caída, entre otras, en la ejecución de obras públicas en Mendoza con recursos propios.

En octubre de 2007 el ejecutado en obras rondaba los $456 millones que, comparado con este año, significa una caída en términos nominales del 22%. Pero si se toma en cuenta la inflación, entre el año pasado y este se podría terminar gastando casi el 35 % menos de dinero en obras públicas.

MDZ Online, 16 – 11 – 08

La Quinta Pata

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