Una víctima indígena más en el haber de los militares asesinos colombianos.
El esposo de la dirigente indígena colombiana Ayda Quilcue, del grupo líder de una reciente movilización aborigen, murió este martes tras ser herido a bala por soldados en una carretera del suroeste del país, informaron fuentes militares y de la minoría étnica.
Edwin Legarda falleció en el hospital de Popayán en el que había sido ingresado poco después del incidente, que se registró entre las poblaciones de Inzá y Totoró, en el departamento del Cauca.
"Infortunadamente murió", dijo el general Justo Eliseo Peña, comandante de la Tercera División del Ejército, y a la que pertenecen las tropas implicadas en los hechos.
El oficial aseguró a la prensa en Cali, la sede de su unidad castrense, que el esposo de la dirigente aborigen se transportaba hoy por la madrugada en un vehículo que hizo caso omiso a una señal de pare de las tropas.
El modus operandi del asesinato está más que claro. Ante este nuevo asesinato cometido por las fuerzas militares nos preguntamos: ¿iba solo el compañero Legarda? Si fue así, el asesinato quedará en la más completa impunidad.
Ahora bien, ¿es tal la paranoia de los militares que la emprenden a tiros contra un carro en que iba una sola persona, si creemos la versión de los militares?
El asesinato del compañero Edwin Legarda se suma a las denuncias reiteradas de los indígenas caucanos de que las fuerzas militares utilizan sus casas como protección cuando hay combates con la guerrilla de las FARC y a las constantes violaciones de su resguardo por parte de la Fuerza Pública.
ANNCOL, y TeleSUR, 16 – 12 – 08
No hay comentarios :
Publicar un comentario