sábado, 6 de diciembre de 2008

Carlos Mosiváis, “el estado laico y sus malquerientes”

Carlos Mosiváis

Alejandro Haddad

Desde la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
El prolífero escritor y periodista presentó uno de sus libros junto a las investigadoras Laura Campos y Rosana Reguillo. La presentación abundó en críticas hacia un estado que se hizo malqueriente del laicismo. Los componentes del poder gobernante se vuelcan a favorecer solo una parcialidad de las religiones.

“Deberían estar entre los hijos ilustres” dijo Monsiváis luego de presentar a sus dos presentadoras. Laura Campos, profesora de la Universidad de Guadalajara, y Rosana Reguillo, investigadora.

“Hoy en día el estado laico tiene malquerientes. Los enemigos eran en el siglo 19. Ahora tiene malquerientes”, aseguró Laura. Y es que el libro a presentarse se llama precisamente “El estado laico y sus malquerientes”. Laura se encargó de hacer un breve análisis de la relación entre el estado y la malquerencia de sus gobernantes respecto al laicismo.

Monsiváis la había presentado como una crítica de la desmesura de la derecha en Guadalajara. Y Laura sostuvo las palabras de Carlos. Habló del dinero que el gobernador de Jalisco Emilio González Márquez, del Partido Acción Nacional (PAN), “donó” para la construcción de un santuario de cristeros, organización católica conservadora de ultraderecha. En su momento, la indignación del pueblo se tradujo en marchas poco vistas en una ciudad donde suele reinar la calma. Así es que el proyecto se echó atrás. “Ganó la sociedad de Jalisco”, dijo Campos.

Luego dio otro ejemplo de abuso del estado vinculado a la iglesia católica. En el año ’98, intentaron quemar la esfinge de Juárez en el parque de la solidaridad. “La imagen sigue derribada”, denunció mientras se proyectaban fotos de la estatua que había sido inaugurada por el presidente Salinas de Gortari en el año ’91. Juárez, fue uno de los que estableció ciertas medidas laicas durante su gobierno.
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En medio de su alocución, y citando fragmentos del libro de Monsiváis, se preguntó por qué, en los comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que abarcan casi todas las minorías, no aparecen los protestantes.

A su turno, Rosana Reguillo comenzó hablando de que el “presunto autor es una minoría minoritaria y desestabilizadora”. “Es parte”, continuó diciendo en su irónica presentación, “de los intelectuales faranduleros”. Hizo referencia a lo prolífero de la obra de Carlos hipotetizando acerca de cómo habría que hacer para igualarlo. “Debe tener un sótano lleno de refugiados guatemaltecos escribiendo”.

Rosana defendió la obra enfrentándose a frases de la ortodoxia católica como que “la diferencia religiosa es sinónimo de desintegración nacional”. Citó casos de xenofobia como los ocurridos en Yucatán en 2002-2003, cuando fueron expulsados del sus ámbitos educativos, cinco alumnos por ser portadores de VIH.

Entonces reapareció la palabra de Monsiváis. “Mientras escuchaba, me acordaba de algunos incidentes melódicos”, dijo. “En esta casa somos católicos y no aceptamos propaganda protestante”, citó y continuó citado: “En esta casa somos católicos y no aceptamos propaganda del materialismo dialéctico”, y “en esta casa somos católicos y no aceptamos insinuaciones contra el neoliberalismo”.

Luego siguió citando frases, siempre de memoria, dichas por obispos o escritas en carteles en recintos católicos. Todas ellas contra el aborto.

Arremetió contra el ex presidente Fox quien “habla del estado laico y esas cosas… probablemente no tiene idea de lo que habla… Fox no tiene idea de muchas cosas de las que habla”.

Se refirió a la oposición del Vaticano como estado a los derechos de los gay que propiciará la ONU, “porque desestabilizaría la paz de los estados”, citó.

Sobre la hora de cierre, ironizó acerca de los papeles que les entregan a los expositores anunciándoles el apuro de que terminen de hablar. “En la última presentación (Monsiváis lleva ya cuatro en lo que va de la feria), me entregaron cuatro papelitos”.

“No sé cómo terminar la homilía”

“Vuelvan a sus casas y que se arrepientan. Vuelvan a su racionalidad laica” dijo para ser aplaudido en medio de risas.

El reproche a los malquerientes del estado laico se ajusta a la lógica misma del estado laico, pues. Es una defensa a la diversidad, a la pluralidad religiosa pero no cuestiona la idea misma del estado.

El libro y la presentación, al ser una alegoría al estado laico, fue (es), al mismo tiempo, una defensa de la idea de estado. Quizás la crítica al EZLN se enmarca en esa defensa. El cuestionamiento no pasó por las conductas típicas del estado, de la conformación, de la estructura del estado, sino del hecho de que se haya empezado a malquerer el laicismo.

Así es que a veces se lega la pregunta de si acaso es el desborde de corrupción y abuso de poder el que lleva a defender lo menos malo y no a cuestionar cambios de paradigmas y de lógicas.

Como diría algún indígena del sur-oriente de Chiapas: Saber…

Agencia Walsh, 05 – 12 – 08

La Quinta Pata

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