Reflexiones sobre la ¿eficiencia? de la EPTM

Los "eficientes" soldados de Jaque, que si disparan al aire son capaces de errarle, están haciendo pedazos la Empresa Provincial de Transportes (EPTM) a fuerza de corrupción, ineficiencia y desidia. Ya la Justicia está investigando el "préstamo" de dos policías, uno de ellos con una atípica relación familiar con el director gerente, para cumplir funciones como "custodios de la Gerencia" algo a todas luces inexplicable porque la empresa cuenta con un servicio policial de custodia integrado por siete u ocho efectivos. Pero la cosa no para allí sino que los dos uniformados cobran decenas de horas por "servicios adicionales" que certifica la propia E.P.T.M. Todo eso está en manos del fiscal Correa Llano, que seguramente actuará en consonancia con los hechos, ya probados en sede judicial, que oportunamente denunció SiTEA.

Claro que los chicos no se conforman con esas "travesuras" y hacen cosas tales como prestarles ómnibus de propiedad de la provincia a algunos municipios y, cuando la ocasión lo permite, alquilarlos a hinchas de fútbol o –cuando menos – hacer "la vista gorda" frente a esas tropelías si es que de verdad la cometieron unos pocos choferes, por lo que el desastre lo pagan los "perejiles" que obedecen órdenes o ¿sugerencias? de sus superiores.

Estos préstamos y alquileres impiden prestar un servicio acorde con las necesidades de los usuarios, que suelen sufrir largas esperas hasta que lleguen los micros que necesitan tomar. Así lo demuestra la larga historia de reclamos de mucha gente. Pero también le cuesta mucho dinero a la provincia. Veamos:
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Observando las estadísticas de la terminal Perú nos encontramos con que el incumplimiento de las frecuencias estipuladas para los recorridos de los trolebuses le ha costado a la empresa, desde mayo a noviembre, nada menos que $ 323,307,65 por la baja de recaudación que significa prestar un servicio tan deficiente como todos conocemos.

En el grupo 2 (ómnibus) la situación es mucho más grave: allí la baja de recaudación respecto de lo proyectado llega a $ 638.877,88, que tiene 21 unidades en el taller, cinco de ellas totalmente desmanteladas, lo que revela el desinterés y la incapacidad funcional de quienes son responsables de la empresa, comenzando por el director gerente, ese que se hace custodiar por dos policías, uno que concurre de civil y oficia como su secretario privado y chofer y otro al que nadie conoce en la empresa.

Párrafo aparte merece el "cuidado" que el ¿señor? Salcedo procura para las unidades de la empresa a su cargo, con las revisiones técnicas vencidas y sin que nadie se haya ocupado para renovarlas.

Para ayer a las 12.30, estaba prevista una asamblea en el playón de la Empresa Provincial de Transportes Mendoza, convocada por SITEA, pero el director gerente ¿señor? Salcedo, había informado a este sindicato que no permitirá que se realice la asamblea "por razones de seguridad". ¿Cómo?, con dos policías para custodiarlo, el cabo Márquez –su atípico pariente – y el para todos desconocido oficial Fernández, ¿igual tiene miedo?

Quizás sea, como decían las abuelas, que “el que tiene cola de paja tiene miedo de que se le queme”

SiTEA Difusión, 12 – 12 – 08

La Quinta Pata