martes, 3 de febrero de 2009

A propósito del antisemitismo y sus negaciones

Marcelo Padilla

A partir de la invasión de Israel a la Franja de Gaza, se produjo un antidebate en la sociedad y en los medios. La idea de antidebate está asociada a una serie de negaciones que forman parte de los discursos. El no reconocimiento o puesta en duda de genocidios, desapariciones, torturas, etnocidios. ¿No hay mejor defensa que un buen exterminio?

“La negación -decía Sigmund Freud- es una forma de protegerse de realidades desagradables con las que uno prefiere no lidiar. Mecanismo de defensa, lo llamaba. En general suele negarse rechazando o ignorando los hechos empíricos o la evidencia incuestionable que acreditan que lo negado existe; minimizando la importancia de aquello que está sucediendo, pero adjudicándole la responsabilidad de su existencia, y su solución, a alguien más”.(Marcelo Pisarro. Antropólogo y periodista cultural)

Negación 1
Esto es lo que está sucediendo hoy en relación al tema planteado “en los medios”, que ya circula entre los intelectuales, y por efecto cascada en gran parte de la población: el “antisemitismo” habría resurgido contra la bastardeada comunidad judía local (quienes a través de sus entidades se han ocupado más de victimizarse que de poner foco en la invasión de un Estado sobre otro). Y no hay mejor manera de justificar y negar la masacre en Gaza que hablar del holocausto y de una supuesta concertación mundial para refundar la persecución judía en el globo. De una nueva cacería maquiavélicamente montada por algunos oportunistas que no quieren a los judíos en ninguna parte del mundo.

Negación 2
Lo mismo sucede en la Argentina posdictadura. Nos cuesta reconocer como sociedad que aquí hubo una política de Terrorismo de Estado que aniquiló a una generación, y que por ello, nos resulta difícil pensar el futuro cuando hay quienes la justifican, solapadamente, como los informes Klippan en C5N, sobre “los subversivos” y los caídos por la guerrilla. Negación del Terrorismo Estatal sobre el conjunto de la sociedad.

Negación 3
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El resurgimiento de los sectores más ortodoxos de la Iglesia amparados por el Vaticano, de la mano del Papa Benedicto XVI, hoy máximo representante de dios en la tierra para los cristianos, es un demostración que el ostracismo estuvo agazapado, esperando su momento. El obispo Lefevrista británico Richard Williamson ha puesto en duda el holocausto judío. Un paso hacia atrás o muchos, para la conciencia mundial sobre tamaño desastre humanitario. Williamson dijo el pasado 21 de enero en una televisión sueca que "creía" que "no existieron las cámaras de gas" y que sólo unos 300.000 judíos "y no seis millones" murieron en los campos de concentración nazis, "pero ninguno gaseado". Richard Williamson dirige un seminario ultraconservador en La Reja, Moreno y vive en Argentina.

Negación 4
Y la locura irracional del extremismo fundamentalista islámico que promueve a sus feligreses a que mueran para matar. Morir para matar a muchos en un atentado es un ataque propio de la impotencia para pensar desde cierta racionalidad, códigos de convivencia mundial que no se asoman en el horizonte. Matar nunca debe ser una política de una sociedad ni de un Estado ni de un grupo cultural ni de una fracción religiosa. Peor aún cuando las sociedades apoyan a sus gobiernos que encaran una invasión o una guerra. Sociedades que niegan la razón.

Negación 5
Ahora bien, si uno dice que Israel asesinó a 1500 palestinos en un puñado de días, que no escuchó los llamados al cese del fuego de la ONU, que se utilizaron bombas de fósforo blanco prohibidas, que destruyeron la infraestructura de una pequeña ciudad densamente poblada, bloqueada hace seis meses, sin agua ni luz, con mayoría de niños y mujeres; repito, decir y denunciar todo ello ¿es ser antisemita?. Plantear esto, que pasó a los ojos del mundo, ¿significa contribuir a sembrar el odio contra el pueblo judío?

Negación 6
Hay muchos pueblos sojuzgados, aquí nomás, cerquita: comunidades aborígenes en Latinoamérica, naciones bloqueadas hace 50 años por EEUU, grandes masacres en África, y el goteo, sin prensa, de las muertes por indigencia en barrios y villas de nuestra Argentina. ¿Decir “imperialismo Israelí”, entonces, es ser antijudío?. No mezclemos las cosas. Todo acto de discriminación por credo, raza, sexo o religión, es y debe ser condenado, y los entes gubernamentales debieran impedirlo o una vez consumado, sancionarlo. No me cabe la menor duda que si alguien ataca hoy a una persona por pertenecer a la religión judía debería terminar preso. Que eso quede muy claro. De la misma manera, si el patrón de una empleada doméstica de origen peruano abusa de ella, maltrata y discrimina por pertenecer a otra comunidad, aquel debería correr con el mismo destino.

Negación 7
Ahora bien, vamos al asunto. El mundo se divide en zonas que pueden clasificarse de distinta manera: primer mundo/tercer mundo, norte/sur, países centrales/países periféricos, países desarrollados/países en vías de crecimiento, etc. Las clasificaciones dependen de las teorías que sostengan tales clasificaciones. Estas son producto de aquellas. Hoy, el pueblo palestino se encontraría dentro de las clasificaciones mencionadas, en todos los casos, en el segundo opuesto. De eso no hay dudas, creo.

Negación 8
Israel, junto a otras potencias, dentro del primer lugar en el orden de los opuestos. Una buena diferenciación podría ser la que divide a los países que se encuentran por estos días en el Foro Social en Brasil, y las potencias que se reúnen en Davos, Suiza. Ahí ya tenemos una manera de entrarle al problema, dejando de lado las discusiones bizantinas religiosas que todo lo tiñen y confunden, aunque deben formar parte del análisis en términos de variables dependientes y no de variables independientes.

Negación 9
Si así concebimos la relación en el mundo capitalista, no podemos negar que el despliegue de poder del más fuerte sobre el más débil ha sido una constante en la historia de las sociedades. El relativismo cultural fue la corriente de pensamiento que dio origen a la ONU en el año 1945, tras la segunda guerra mundial, reconociendo la diversidad de culturas y naciones. Pero sabemos que de la “declaración” a los hechos, han sucedido cosas. Entre ellas: invasiones, etnocidios, aculturaciones, que no pueden justificarse en nombre de ninguna religión ni moral, sea esta occidental y cristina, judía, islámica o atea.

Negación 10
Guste o no guste, las clasificaciones existen. Son instrumentos de análisis que ayudan a organizar el “todo caótico” con el que se presenta la realidad, la cual debe ser abordada con instrumentos de análisis, categorías y conceptos para lograr un diagnóstico, una descripción de una coyuntura, que siempre será el resultado de la historia concreta de sectores en pugna, y por último, arriesgar un explicación, pueda esta ser compartida o rebatida, pero con otro paradigma explicativo.

Realizar este rodeo es importante en estas circunstancias. A partir de esta digresión debemos partir para salir del entripado secundario, es decir, del supuesto antisemitismo, producto de condenar a Israel por una masacre a la vista del mundo. De lo contrario, el espontaneísmo en los análisis de carácter religioso, la pasión desmedida para cuestionar “al otro”, nos llevan a debates entre sordos, donde todos gritan en medio de las bombas.

MDZ Online, 02 – 02 – 09

La Quinta Pata

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