sábado, 28 de marzo de 2009

La Hidra vuelve al ruedo: ciclo de cine-debate

La HidraLa semana próxima La Hidra de Mil Cabezas volverá al ruedo —tras casi un año de impasse— con un nuevo y ambicioso ciclo de cine-debate diseñado por Nicolás Torre: "Distopías (1ª parte)". Se desarrollará todos los jueves de abril y mayo en la Biblioteca San Martín. A continuación, la gacetilla y la reseña. En la reseña de Nicolás a continuación se encontrará una exposición del tema y también —y esto es fundamental— su valor práctico en el aquí y ahora.

"Distopías (I)"
La distopía funciona a la manera de un espejo temporal que nos trae el reflejo de un pasado, presente o posible futuro totalitario —en la mayoría de los casos—, distorsionado por la óptica ficcional de la literatura o el cine. La distopía es un alerta, un llamado de atención, un grito desesperado, lanzado a los ojos de la sociedad, del individuo que ve dibujarse el horror en la configuración social contemporánea. La distopía es literatura política, es crítica social, es "un arma cargada de futuro". Excepto su carácter ficcional, comparte con la historia comprometida el intento de redimir el tiempo, pasado o por venir. Pero su naturaleza ficcional es sólo una licencia poética para lograr un mayor efecto. La distopía funciona a la manera de un espejo temporal que nos trae el reflejo de un pasado, presente o posible futuro totalitario —en la mayoría de los casos—, distorsionado por la óptica ficcional de la literatura o el cine. La distopía es un alerta, un llamado de atención, un grito desesperado, lanzado a los ojos de la sociedad, del individuo que ve dibujarse el horror en la configuración social contemporánea. La distopía es literatura política, es crítica social, es "un arma cargada de futuro". Excepto su carácter ficcional, comparte con la historia comprometida el intento de redimir el tiempo, pasado o por venir. Pero su naturaleza ficcional es sólo una licencia poética para lograr un mayor efecto

Es la tentativa literaria de lanzar la historia hacia el futuro. A la manera de una proyección simulada, se hace (el intento de) una «historiografía» del porvenir para evitar que efectivamente suceda. Es un palo que traba la rueda de la historia, es la negación del historicismo, en favor de un mayor protagonismo de los sujetos que hacen la historia. La historia nos hace, pero nosotros también hacemos la historia. La distopía busca despertar al sujeto dormido en el seno de las estructuras sociales.

Mostrándonos lo que podría llegar a suceder en el mañana, nos impele a arrancar de raíz los elementos autoritarios y totalizadores que, bajo la apariencia de una maleza inofensiva, crecen y se propagan en las sociedades actuales. La distopía nos da a probar el fruto amargo de una semilla que ya ha sido plantada.

En momentos en que un amplio sector de la sociedad civil reclama del Estado una intensificación del accionar de las fuerzas represivas; en momentos en que la crisis económica internacional es el caldo de cultivo de la xenofobia en los llamados «países del primer mundo»; en tiempos en que la derecha más recalcitrante triunfa en muchos lugares, y en otros el discurso de izquierda no es más que una estrategia para ocultar la injusticia social, donde se habla de «derechos humanos» y la deshumanización del derecho promueve la concentración privada de los medios de producción que genera la explotación del hombre por el hombre, la miseria estructural, el hambre que mata diariamente miles de niños; en tiempos en que el fundamentalismo religioso, no sólo islámico, sino también judío y católico prosigue su sempiterna promoción y justificación ideológica del terror, la miseria, la homofobia, el racismo, el autoritarismo, la opresión de género, etc., etc. En estos tiempos de infamia, repensar la política y las sociedades en las que vivimos, repensar el discurso hegemónico a la luz de la distopía, puede ser un ejercicio válido para cambiar el rumbo fijado desde arriba y hacer el intento de organizarnos de una manera más libre y horizontal.

Nicolás Torre

La Quinta Pata

No hay comentarios :

Publicar un comentario