domingo, 29 de marzo de 2009

Un “western” rescata personajes, hitos y costumbres de Tupungato

Cercano oeste

Sandra Conte

Mendoza. Eduardo Arranz rodó una película sobre el duelo de un vecino del departamento con el comisario del pueblo, que su padre presenció en los '40. Está inspirada en los films del Lejano Oeste norteamericano.

Cuando Eduardo Arranz era pequeño, le fascinaba el cine y en especial las películas de vaqueros del subgénero "spaghetti western"(película de vaqueros realizada por directores italianos).

Para él, esas aventuras sólo podían ocurrir en Estados Unidos. Pero un día su padre le contó que en los '40, en el mismo Tupungato donde Eduardo vivía, había presenciado un duelo entre el comisario y Samuel Ormeño, compadre y compañero de andanzas de Juan Bautista Vairoleto.

Esa impresión quedó grabada en su mente y años después logró llevarla a la pantalla, en el largometraje "Fue en Tupungato, nuestro cercano oeste", que se filmó en ese departamento del Valle de Uco, con artistas y vecinos del lugar.

El proyecto nació como algo modesto: en 2007, cuando ya se había trasladado a Mendoza, Eduardo tenía un programa en el cable, llamado "Descubriendo Tupungato", y se le ocurrió hacer un cortometraje de unos 5 minutos para recrear ese tiroteo.

¿Cómo se convirtió en un largo de 85 minutos, en el que aparecen 90 tupungatinos y que presenta muchos otros aspectos de la historia del lugar? Para el director debutante (publicista de profesión), las cosas simplemente se fueron dando y, sobre todo, contó con el apoyo incondicional de los lugareños.

La película, explica Arranz, está dividida en dos partes. La primera muestra diversos momentos de la historia del departamento, con el aporte del historiador Amílcar Maslup, fotos y fragmentos ficcionalizados.

Además de hitos como el asesinato de Matons, aparecen los habitantes pioneros y personajes como el médico del pueblo, que recibía animales a modo de pago por las visitas a domicilio; el sacerdote que apostaba con los vecinos para que, si perdían, fueran a la Iglesia.

La segunda parte, en cambio, se concentra en aquel duelo a tiros entre Ormeño y el comisario que presenció Teodoro Arranz cuando era joven y trabajaba en el negocio de un tío.
Leer todo el artículo
Uno de los primeros "guiños" del destino, fue que logró ubicar a hijos de los dos contendientes – Samuel Ormeño y Clodomiro Segura – y estuvieron dispuestos a representar a sus padres para la película. También aceptó participar Juanita Valdez, una antigua habitante que conoce todos los secretos de las plantas y sus poderes curativos, y que en la filmación se convierte en una princesa aborigen que reza momentos antes del duelo.

Si la película pretende revalorizar, a través del género de documental ficcionado, la historia local y mostrar que las aventuras y los enfrentamientos también ocurrían en estas tierras, la filmación no careció de peripecias.

Y es que aunque participan unos pocos actores de un grupo de teatro local, la mayoría de los que aparecen en escena son vecinos que no habían actuado antes. Además, el proyecto se llevó adelante con aportes de comerciantes y empresarios tupungatinos y la inversión del mismo Arranz (que todavía tiene un crédito pendiente). Por eso también, se fue filmando los fines de semana, cuando la gente no tenía que trabajar.

Este "todo a pulmón" trajo consigo algunas dificultades. Un día antes de filmar la escena del asesinato del diputado provincial Ernesto Matons, quien el 3 de enero de 1941 se encontraba en la plaza de Tupungato y recibió un tiro en la cabeza, no había quién interpretara al político radical.

Entonces, el guionista, director y productor entró a un negocio, se encontró a un conocido y le ofreció el papel, que aceptó. Arranz buscó luego en Internet la foto de Matons y descubrió que había un cierto parecido físico con el actor. Incluso, esa parte de la película fue editada los primeros días de enero, cuando ocurrió el crimen.

Pero la improvisación fue una constante. Quedaban 20 minutos para filmar una escena con Vairoleto y faltaban el actor y el caballo. Eduardo se topó a un hombre en el campo, que tenía un animal como el que buscaba y, como era mayor para hacer del bandolero y justiciero de las pampas, sugirió que podía actuar su hijo.

Por eso, no es de extrañarse que en el momento del estreno – el 8 de febrero, con dos funciones a pleno en el Hotel de Turismo – se mezclara la emoción por la historia tanto como por ver a familiares y amigos en la pantalla.

Eduardo explica que su padre convenció a la locutora Lila Levinson a fines de los '60 para que hiciera un programa de televisión sobre Tupungato. Asegura que a través de la película él buscó continuar con esa tarea de difusión.

Los Andes, 29 – 03 – 09

La Quinta Pata

2 comentarios :

maga dijo...

por favor me re gustaria ver esta hermosa pelicula por favor necesito mas dato me gustaria comprarla,felicitaciones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Complejo Pinkanta dijo...

digan por favor el link para bajarla comprarla o verla soy descendiente de samuel ormeño y no tenia esta data de el

Publicar un comentario