martes, 12 de mayo de 2009

El sueño de los mejores del país

El colegio Llorens, del Barrio San Martín

Laura Fernández

El colegio Llorens, del Bº San Martín, fue distinguido como el mejor de Argentina. Sus alumnos no han salido de las fronteras de Mendoza y los que egresarán desean conocer el mar. Necesitan dinero.

Los alumnos del tercer año de Polimodal de la escuela Padre Llorens, del barrio San Martín, sueñan con conocer el mar y tienen planeado que su viaje de egresados sea a la Costa Atlántica, a Chapadmalal. Cuentan con un logro para merecerlo: el 27 de abril su escuela fue distinguida con el Premio de Honor Senador Domingo F. Sarmiento, al mejor colegio de Argentina, entregado por el Senado de la Nación. Pero les falta algo esencial, el dinero.

El intendente de Capital, Víctor Fayad, los visitó por ese honor, anunció que el Municipio donará a la escuela 5 computadoras e instalará el acceso a internet y les entregó una Bandera de ceremonia. Allí se enteró de la necesidad de los futuros egresados y se comprometió a colaborar con $2.000. Los chicos dicen que requieren $10.000 en total, por lo que están pensando en reunir ropa para vender y organizar bingos y bailes.

“Desde el 2005 los egresados suelen viajar a Chapadmalal, luego de postularse a un programa de Turismo Social, que cubre los gastos de alojamiento y alimentación. En agosto o setiembre esperamos tener la respuesta para saber si fuimos aceptados”, explicó la rectora, María Fernández de Ruiz.

Si lo logran, podrán visitar una zona costera que queda a 8 kilómetros del faro de Mar del Plata.

Ellos son 23 alumnos en los que a simple vista se nota su esmero: cuando Diario UNO los visitó ayer lucían un buzo blanco de rayas rojas que uno de los compañeros diseñó, con el dibujo de un rapero para los hombres y un duende para las mujeres. Con esa vestimenta mostraron el nivel de cohesión y compañerismo.
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Orgullosos contaron que en su escuela no existe el timbre para ir al recreo, sino que uno de ellos se encarga de avisar a la hora que corresponde salir. También hay alguien designado para pasar la asistencia y poner en un fichero el nombre de los alumnos que asistieron.

Es ejemplar el orden con el que se desenvuelven, sus carpetas son prolijas y en un mural tienen destacado el reconocimiento al que haya cumplido con la asistencia, el horario, los materiales, el aseo y el vocabulario.

Este método que tienen de comunicarse a través de cartelería ha servido también para debatir sobre el alcoholismo y la drogadicción. Incluso poseen un buzón para que se depositen dudas sobre sexualidad.

Fernández de Ruiz describió que esos detalles forman parte de la cultura institucional, que fue lo que los hizo merecedores de la distinción nacional.

“En la prensa se ha destacado que tenemos un índice de 0,5% de repitencia –la media provincial en octavo año es del 19% en escuelas públicas y cercana al 8% en privadas–. Pero a nosotros no nos pidieron estadísticas sobre repitencia para premiarnos, sino que valoraron los 30 años que llevamos como institución, en los que cultivamos el compromiso de los docentes, los padres y el valor de que los alumnos tengan una libertad responsable”, expresó la docente.

Y agregó: “No hay casos de violencia y para el inicio de cada trimestre hacemos encuentros entre padres e hijos donde se genera interés por participar. Por eso el premio nacional nos reconoce por nuestra obra destinada a mejorar la calidad de vida de sus semejantes, instituciones y comunidades, como dice textualmente”.

Diario Uno, 12 – 05 – 09

La Quinta Pata

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