La cancillería venezolana afirma que la acusación de este organismo tiene "un carácter inexacto, malintencionado y falso de sus afirmaciones".
El Gobierno venezolano rechazó este sábado el informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que lo acusa de violar "La Libertad de Conciencia y Religión".
De acuerdo con un comunicado enviado por el ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, la acusación de este organismo tiene "un carácter inexacto, malintencionado y falso de sus afirmaciones".
El Gobierno afirma que la CIDH "ha abandonado su condición de Organismo Internacional de Protección de Derechos Humanos encargado de velar por el respeto de los mismos en la región, para convertirse en un instrumento político de los sectores nacionales e internacionales que, por razones ideológicas, arremeten contra los gobiernos progresistas de la región".
Añade que desde el Golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez el 11 de Abril del 2002, "esta Comisión perdió su credibilidad cuando reconoció implícitamente el gobierno de facto", liderado por el prófugo Pedro Carmona Estanga y "negó una medida cautelar a favor del presidente solicitada por la ONG MINGA con el fin de resguardar su vida".
Venezuela instó a la CIDH a que aplique los principios de universalidad, imparcialidad, objetividad y no selectividad "en el examen de las cuestiones de Derechos Humanos, elimine la aplicación de un doble rasero y la politización, y cese su pretensión de colocarse por encima de la legislación interna de los Estados".
Asimismo, el Estado se compromete a continuar haciendo sus mejores esfuerzos para garantizar el respeto absoluto de los Derechos Humanos sobre su territorio, "conforme al mandato Constitucional, a la voluntad popular y a los principios revolucionarios que guían su acción, independientemente de las manipulaciones y las mentiras de los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos".
TeleSUR, 09 – 05 – 09
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