Marina Carrara
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La impronta está vigente en una vastísima cantidad de expresiones que hacen al folclore material y espiritual de los pueblos. Y constituye tema obligado en los encuentros entre estudiosos de la cultura popular.
Por estos días, en coincidencia con el 12 de julio, día del nacimiento de Juan Gualberto Godoy (periodista, precursor de la poesía gauchesca argentina), el Instituto de Investigación y Divulgación del Folclore Cuyano realizaba los Encuentros Nacionales de Estudiosos del Folclore.
Un tema recurrente, sea en forma implícita o a través de los trabajos que traían algunos folcloristas de las diferentes regiones, era la ascendencia de la cultura árabe-andaluza vigente en una vastísima cantidad de expresiones que hacen al folclore material y espiritual de los pueblos.
Y se coincidía en un tema: sedimentos culturales, muy antiguos, vigentes, del sur de España, que si bien estaba poblada por varias etnias con una cultura antiquísima, resultaba innegable la transformación y enriquecimiento que quedó de la conquista árabe.
Se sabe que los árabes, además de introducir su lengua, aportaron conocimientos literarios, científicos, ciencias exactas como las matemáticas, físicas, químicas, astronómicas, arquitectónicas, aportes artísticos de todo tipo y cientos de costumbres populares que superviven hasta hoy.
También del árabe proviene la palabra andaluz, ya que la denominación de los antiguos pueblos de los vándalos que poblaban esa región, se le suprime la "v" y la "o" por ausencia de éstas en la lengua árabe (andal). Algunos investigadores presentan diferentes teorías acerca del origen de la misma.
Pero queda en el colectivo, región, pueblo, historia árabe-andaluza por su influencia ejercida por ocho siglos desde el año 710.
Como se sabe, cuando llega la conquista española a América, los españoles traían, entre otras, una fuerte cruza musulmana. No es el objetivo de esta nota explayarse sobre esto, sino relacionar el porqué de esta ascendencia en la cultura popular cuyana. En los archivos de Alberto Rodríguez de los años '30 se hacen constar formas de vida, costumbres, comidas, expresiones musicales de origen andaluz, tanto en la zona de Mendoza como de San Juan.
Palabras que son parte de la cultura popular cuyana como “arriero”, muy común en Cuyo (nombre que se le daba al que conducía las arrias, transportador de cargas, tarea fundamental para la economía de Mendoza).
Leer todo el artículoLa lingüista española Dolores Olivier Pérez, atribuye el origen a la lengua árabe (harria, ¡harre!: idea de movimiento,) así como los términos "acequia", "taba", "adobe", "rueda", "malambo", "arrope", "alpargata", "bóveda", "aldaba", "jalea", "ajedrez", "almíbar", ligadas también a la forma de vida del cuyano, por nombrar algunas.
Costumbres del gaucho cuyano, como “el juego de la taba, la payada, el malambo, son costumbres milenarias, provenientes del árabe”. (Arístides José Hernández, folclorista marplatense, quien vino a uno de estos encuentros).
Cabe acotar que varios investigadores como Leopoldo Lugones y el folclorista chileno Eugenio Pereira Salas -entre otros latinoamericanos- han atribuido la ascendencia arábiga a las costumbres gauchescas, así como la misma palabra “gaucho”, del árabe chauch: conductor de ganados (Emilio Honorio Daireaux,1843-1916). También, elementos de su atuendo: la bombacha, la faja y la rastra.
Sin embargo hay que aclarar que “el gaucho cuyano se diferencia del gaucho pampeano no sólo en su atuendo, sino en su cabalgadura, de acuerdo al suelo donde desarrollara su identidad. El gaucho andino prefiere la mula al caballo en su marcha por los caminos cordilleranos.
El arriero, el rastreador, el baqueano, constituyen los prototipos de la región andina; no es el domador -por designar una de las características- de la región pampeana” (Alberto Rodríguez, “Canciones de mi tierra”, 1943).
Los instrumentos musicales de cuerda, en el caso de Cuyo: el mandolín, la guitarra, el requinto, infaltables en todos los rincones cuyanos.
Tampoco dejaba de estar ausente en estos encuentros como en otros Congresos Nacionales -donde también de una forma u otra se hacía alusión a este tema- entre las expresiones musicales de Cuyo, la tonada cuyana, canción representativa de Cuyo por excelencia, con su ascendencia arábiga-andaluza, según la comprobación folclórica de Rodríguez, la que fuera publicada en las páginas de este diario.
No son pocos los musicólogos e investigadores españoles que se han ocupado del estudio de la música de la zona árabe-andaluza, que tiene una identidad muy propia, “que se distingue del resto de las regiones de España y de la música europea occidental” (Pedro Thornes), haciendo alusión al cante jondo y al flamenco, entre ellos Antonio Machado y Álvarez. Este último entre varios orígenes menciona el árabe.
También siguiendo como punto en común con esta ascendencia cultural en las expresiones populares de Cuyo, está la expresión de aro en la cueca cuyana, también popular en todos los rincones cuyanos, y que al igual que ésta, estaba presente en todas las jerarquías.
Era una vieja costumbre andaluza proveniente del árabe, cuando los cantores o cualquier comensal pedían “aro... aro...”, interrumpiendo la danza, para beber vino, tanto los músicos, cantores como bailarines, y de esta forma alargarla, pudiéndose repetir cuantas veces quisieran.
Llamaban “aro” a la boca abierta: “vamos a echar por el aro”, decían los andaluces, cuando bebían vino de las botas gitanas (A. Rodríguez).
“Es imposible no reconocer esta herencia, fuertemente arraigada en Cuyo, así algunos no la acepten. En el caso mío lo afirmo después de muchos años de recorrido de campo, y la comprobación de los ritmos que pude hacer en España”. (A. Rodríguez)
Por todo esto, sostenía el folclorista santiagueño Manuel Gómez Carrillo (h) en uno de los encuentros que: “Visto de esta forma, el folclore, a pesar de sus manifestaciones ancestrales y mutantes, vive sin que nos demos cuenta”.
*Nieta de D. Alberto Rodríguez
Los Andes, 04 – 07 – 09
La Quinta Pata
2 comentarios :
Hola Marina. Soy Claudia García de Mendoza. Este verano nos reunimos en la casa de tu abuelo,don Alberto
R, en Mendoza, junto con Paula y Viviana. Te dejo este mensaje aquí porque he perdido tu correo electrónico y deseo comunicarme con vos. ¿Podés escribirme? mi correo es claudiagarcia@gmail.com
Me gustaría que conocieras el blog que estoy armando sobre folklore cuyano. ¡¡Saludos!!
Hola Marina, soy sobrina nieta de Julio Quintanilla. Estoy tratando de unir retazos de su historia que han llegado a mis manos, creo que la amistad que existía con tu abuelo fue muy importante. Tengo material de mi tío inédito y denuncias sobre el robo de obras. Quisiera contactarme con vos, te dejo mi correo patriciabenito.visuales@gmail.com
Gracias, saludos.-
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