miércoles, 28 de octubre de 2009

Apuntes sobre el proceso creativo ante la muerte

Cuando murió en 2003, el ensayista palestino Edward Said trabajaba en un libro que se acaba de publicar ahora bajo el título "Sobre el estilo tardío" y que reflexiona sobre la manera en que el ocaso de la vida ha influido en grandes creadores como Richard Wagner, William Shakespeare, Sófocles y Giuseppe Verdi, entre otros.

¿En qué tradición crítica situar al genial intérprete de las Variaciones Goldberg de Bach? ¿Puede hablarse de un Glenn Gould "intelectual"? Alrededor de estas polémicas cuestiones gira el texto póstumo de Said, uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX a partir de obras como "Orientalismo", "El mundo, el texto y el crítico", y "Cultura e imperialismo", entre otros libros.

El crítico nacido en Jerusalén se encontraba elaborando una obra sobre la influencia del ocaso vital en la obra de un artista cuando la muerte - el hecho orgánico cuya proximidad determina la constitución del "estilo tardío" como tal - lo sorprendió en septiembre de 2003, un año después de haber recibido el premio Príncipe de Asturias a la Concordia.

Michael Wood, su amigo y colaborador, se encargó de ir recopilando los diferentes textos que sobre la materia dejó Said hasta lograr dar a luz esta su obra póstuma, que la editorial Debate publica por primera vez en castellano.

El punto de partida lo constituyen las reflexiones que el filósofo alemán Theodor W. Adorno ("figura de lo tardío en sí", a juicio del ensayista) dedicó a las últimas composiciones musicales de Beethoven, cuya inestabilidad y sensación de lucha interior las hacen diferir de su trayectoria precedente.

El autor identifica tres estadios - inicio, madurez y final - en la producción de un artista y asegura que si bien la crítica actúa sobre la producción del período de madurez (donde se da por supuesto que florecen las obras maestras de cualquier autor), su mirada inquieta lucha por escapar de lo obvio y se fija en las obras finales de los autores que admira.
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Según Said, en muchos casos, las obras tardías pueden significar armonía y resolución, remate definitivo de una vida entera de esfuerzo estético, pero en otros - cuyo estudio es más apasionante - lo tardío implica anacronismo, contradicción no resuelta o anomalía: en definitiva, mayor complejidad y desasosiego.

De esta manera, todo artista que es tardío, en el sentido que le da Said a la palabra, será "irreconciliado": bajo esta categorización analiza a Richard Strauss y la herencia cultural del siglo XVIII; la obra del autor maldito francés Jean Genet; el intérprete canadiense Glenn Gould; y Giuseppe Tomasi di Lampedusa y su obra "El gatopardo".

El libro, que consta de siete capítulos y está plagado de referencias biográficas y de citas musicales, supone de alguna manera una creación tardía del propio Said, quien rubricaría las palabras de Wood sobre el estado emocional de la creación tardía. "En ocasiones la muerte nos ronda desde cierta distancia y podemos ser muy conscientes de su espera.

La naturaleza del tiempo se altera entonces, como un cambio de luz, porque el presente se ve acechado por otras épocas: el pasado revivido o que tiende al olvido, el futuro inmensurable, el tiempo inimaginable más allá del tiempo", apunta el palestino.

"Inmersos en tales circunstancias alcanzamos las condiciones que recrean el sentido especial de lo tardío", acota el ensayista.

A su vez, "Sobre el estilo tardío" no es sólo un ensayo teórico sino autobiográfico que remite al propio Said, permitiendo al lector rastrear en sus gustos literarios, sus conocimientos musicales e, incluso, en sus estudios o su implicación en la causa palestina, por lo que también supone esta obra, de alguna forma, un testamento prematuro en lugar de tardío.

"Edward estaba enfrascado en el proceso de escritura de este libro cuando falleció. A finales de agosto viajamos a Europa: primero estuvimos en Sevilla, donde Edward participó en un taller de la orquesta West Eastern Divan, y luego nos fuimos a Portugal a visitar a unos amigos, cuando cayó enfermo", evoca su viuda Mariam C. Said en el prólogo.

"... Después de pasar tres semanas con fiebre alta empezó a reponerse. El viernes por la mañana se sentía lo bastante bien para regresar al trabajo, tres días antes de que la enfermedad lo asaltara por última vez. El domingo acabaré la introducción de ’From Oslo to Iraq and the Road Map’. Y a partir de la semana que viene me centraré en ’Sobre el estilo tardío’, que acabaré en diciembre", recuerda.

Nada de esto llegó a suceder. Sin embargo, Said dejó una cantidad suficiente de material sobre este libro, lo que le permitió a sus allegados finalizarlo y crear una versión póstuma de lo que tenía en mente.

Télam, 28 – 10 – 09

La Quinta Pata

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