Marcelo Padilla
La presente entrevista con el economista ambiental Marcelo Hercowitz empezó en San Pablo en julio pasado, y, por fin, la pudimos concluir hace pocos días. El tema ambiental y el desarrollo de la “mata atlántica” y sus consecuencias por la deforestación, son los temas centrales de esta charla con este referente brasileño que, en diciembre, viaja a Copenhague al encuentro sobre cambio climático junto a un indio representante de la reserva Xingú.
Marcelo Hercowitz (37) se especializó en Barcelona en “Economía Ecológica”. Allí conoció a la mendocina Mónica Matiello (música) con quien se casó luego en San Pablo, donde residen. Es consultor en gestión ambiental y recursos naturales en Brasil, además de militante por la preservación de una de las reservas ecológicas más importantes del mundo. Ofrece charlas y discute con los propios indios sobre el rumbo climático. Además, es crítico de la gestión del presidente Lula y del desarrollo a costa del desmonte, una de las problemáticas que ya forma parte de la agenda pública de discusión en el Brasil.
El frecuente desmonte del bosque en la Amazonía ha puesto en alerta a sus poblaciones indígenas, organismos gubernamentales y organizaciones que trabajan en la zona para la preservación del mismo. Actualmente, el desarrollo económico del Brasil está asociado inevitablemente con el desmonte de la mata amazónica donde los hacendados queman la flora del lugar con el fin de sembrar soja y criar ganado para la exportación. La discusión es política y científica en tanto el desarrollo en el sentido indicado implica un modelo, un paradigma de crecimiento económico capitalista a la vez que una problemática ambiental de riesgo, dado que el desmonte de la reserva amazónica trae consecuencias altamente peligrosas para el bioma regional.
Cuando estuve en San Pablo en julio pasado, pasé varias tardes con Marcelo charlando y aprendiendo, azorado, sobre el tema. Este brasilero amable, descendiente de polacos, se apasiona cuando habla, y no oculta detalles a la hora de contar sus experiencias en la Amazonia, en la reserva Xingú perteneciente al Estado de Pará, sitio visitado asiduamente por él. Aquí, una entrevista que empezó en San Pablo y terminó en Mendoza.
-Empecemos por una pregunta obvia pero fundamental para quienes vivimos aparentemente ajenos y lejos del problema ¿Por qué es importante la preservación de la amazonia?Leer todo el artículo- La importancia de la conservación de la Amazonia es enorme. Fíjate que hay una diferencia fundamental entre preservación y conservación. Mientras la primera tiene el significado de preservación de la naturaleza y demás recursos naturales intocados, sin contacto con el hombre, la segunda, implica conservación de los recursos naturales en equilibrio con los hombres. No es solamente que la conservación de la Amazonia es importante, sino que su conservación o degradación, nada más es un reflejo de lo que pasa en la sociedad, en las economía, en el planeta. De a poco se empieza a hablar de los bienes y servicios ambientales. La Amazonia presta una enormidad de servicios ambientales y es reservatorio de infinidad de recursos naturales y de biodiversidad que se conectan en diferentes escalas. Como reservatorio de biodiversidad, guarda una cantidad muy grande de especies, muchas de las cuales no son conocidas. Muchos fármacos actuales que generan billones de dólares tienen principios activos de la Amazonia o son sintetizados a partir de estos. Muchas veces con base en conocimiento tradicional apropiados de indios, comunidades que viven en los márgenes de ríos u otras poblaciones tradicionales. Además de su función de provisión – sea de los fármacos mencionados, sea de alimentos – las especies animales son importantes para el equilibrio del bosque. La pérdida de especies puede generar efectos en diversas otras especies y en el equilibrio del ecosistema.
- Bien…y respecto del clima ¿En qué impacta la amazonia en la región?
- La Amazonia presta el servicio de regulación del clima. Sus árboles son reservatorios de carbono. Al quemar el bosque ocurre emisión de gran cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La Amazonia influencia todo el régimen de lluvias de Sudamérica. Cambios en el uso del suelo en la Amazonia van a generar cambios en el régimen de lluvias en otros lados.
-Es decir, que a nosotros en la Argentina nos afecta en gran medida
- Claro, La degradación de la Amazonia puede generar impactos locales y globales difíciles de prever. Además de todo eso, la Amazonia genera varios otros servicios ambientales, como, por ejemplo, la producción de agua y regulación de su ciclo. En la Amazonia viven millones de personas de una variedad indescriptible. Son centenas de etnias de indios, con sus idiomas y culturas propias, son pueblos tradicionales que viven en los márgenes de los ríos, llamados “ribeirinhos”, son los “quilombolas”, los descendentes de los esclavos africanos; además de empresarios, agricultores, propietarios rurales pequeños, medios y grandes, entre otros; y por lo menos dos grandes ciudades: Manaus y Belém.
-¿Cómo interviene el gobierno de Lula en esta problemática?
- La cuestión de la conservación de la Amazonia extrapola sus fronteras. Tratase de la visión estratégica de gobierno y la importancia que se da a la cuestión ambiental. La cuestión ambiental permea todas las otras cuestiones del gobierno como por ejemplo: salud, economía, finanzas y calidad de vida (bienestar). En este sentido, hay quien argumenta que no debería existir ministro de medioambiente. El presidente del país debería ser el Ministro de medioambiente.
- ¿Cómo es eso?
- Cuando Lula asumió, convocó a Marina Silva como Ministra de medioambiente. En su discurso de pose, ella argumentó por la transversalidad, que quería decir la integración de varios ministerios, porque la cuestión ambiental no es solamente problema del área medioambiental. Marina nunca consiguió implantar la transversalidad, lo cual la llevó a renunciar al gobierno. La política actual sigue el camino de un desarrollo burro, marcado por el crecimiento económico sin la debida atención al medioambiente, que nos cobrará los costos en el futuro, aunque sea en oportunidades perdidas.
-¿Cómo imaginas el desarrollo económico con preservación de la mata entonces, ese no es acaso el gran desafío del Brasil?
- Hay varias maneras de imaginar eso. Una, que es la más sencilla de pensar, pero que no creo que sea sostenible en el largo plazo, es mantener ciertos patrones de consumo que tenemos hoy, pero prestando atención en los procesos de producción. O sea, seguir comprando zapatillas, autos, ropas, bolsos, etc., pero sin que sea hecho con trabajo infantil, ni con productos de la deforestación. Sin embargo, los patrones actuales ya no son sostenibles, emiten más gases de lo que deberían, contaminan los ríos más de lo que podrían y tallan los bosques más de lo aceptable. Por un lado, ya se empieza a reconocer que la mata proporciona bienes y servicios ambientales y las empresas/personas que lo necesitan; quizás porque consumen (emitiendo gases, por ejemplo), pagan por ello. El mercado de carbono es un ejemplo de eso, en el cual países con compromiso de reducción de gases de efecto invernadero pagan por el crecimiento y conservación de bosques en otros países. Otra manera, que es la que creo que deberíamos perseguir, es empezar a valorizar los productos del bosque, crear y fortalecer un mercado de productos del bosque como frutas, castañas, aceites; generando ingresos para la gente que allí vive sin tener que tallar el bosque, además, por supuesto, de todas las acciones de desarrollo de tecnología, reciclaje y cambios de patrones.
- ¿Cómo se organizan las etnias aborígenes para contrarrestar el desmonte?
- Las poblaciones tradicionales pasan por situaciones muy variadas en Brasil. Hay pueblos en mejor situación, con su tierra reconocida por el gobierno, con su cultura preservada y sus medios de vida. Hay otros pueblos que no tienen la tierra reconocida, no tienen asistencia alguna del gobierno y viven en situación de conflicto de los más diversos tipos: desde la lucha por la tierra, hasta conflictos con las mineras, las madereras, las ciudades, etc. Donde los indios tienen su tierra reconocida, valen sus reglas y su cultura. Existe una geopolítica de los indios difícil de comprender, pero son organizados, a su manera, y tienen sus medios para hacer valer sus opiniones. Sin embargo, la verdad, es que las poblaciones tradicionales tienen muy difícil la situación.
- Por último, contame cómo fue tu participación en la reunión con los representantes de las tribus amazónicas
- Estuve reunido con algunas etnias de indios de la región del río Xingú por el trabajo que hacemos en el Instituto Socio ambiental. Hace más de 15 años que la institución trabaja dentro del Parque Indígena del Xingú, cerca de 5 años que trabaja alrededor del Parque con la reforestación de las matas riparias (márgenes de ríos). Estuvimos hablando con ellos sobre temas de calentamiento global y mercado de carbono. En Copenhague ahora en diciembre ocurrirá la reunión de la ONU sobre el clima que definirá los acuerdos internacionales que valdrán después de 2012, cuando terminen los acuerdos definidos en el Protocolo de Kyoto. Uno de los puntos importantes de la reunión, y, que se está discutiendo para después de 2012, es el REDD, que significa Reducción de las Emisiones de la Degradación y la Deforestación.
- ¿Qué vas a proponer a Copenhague?
- En resumen, que se pague para conservar los bosques, ya que son depósito de carbono que, al quemarse para plantar o poner bueyes, son emitidos hacia la atmosfera y contribuyen al calentamiento global. Como los indios son guardianes del bosque, tendrían, teóricamente, algo que recibir por eso. Un indio del Xingú va a Copenhague con nosotros.
MDZ Online, 22 – 11 – 09
La Quinta Pata
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