Liga Argentina por los Derechos del Hombre
*Se presentó aquí en Mendoza, el libro de Roberto Suárez Crónicas de Alfonso, con la presencia de sectores políticos locales y del actor y militante de la UCR, Luis Brandoni. Para el actor, el que fuera presidente de la recuperada democracia en 1983 "entró en la historia grande de este país", y destacó el coraje de Alfonsín al enfrentar a la cúpula de la Iglesia, como también "a los intereses militares" al ordenar el enjuiciamiento de las juntas militares que condujeron el genocidio del '76. Como lo recordamos, es cierto, los genocidas principales, con Videla a la cabeza, por esos juicios, quedaron en evidencia que habían instalado en la Argentina el miedo y el terror con las secuelas de detenidos-desaparecidos, torturados, asesinados y fusilados, exiliados y excluidos del trabajo y las aulas, a miles y miles de argentinos, la mayoría jóvenes y trabajadores.
Fueron condenados, pero fue el mismo Alfonsín el que propició en el Congreso las leyes de impunidad, o sea, las de "punto final" y "obediencia debida", mediante las cuales los miles de responsables directos de las aberraciones contra los derechos humanos más elementales, como el derecho a la vida, quedaban sin ser sancionados. Fue una respuesta - y una debilidad - a las presiones de los militares y los responsables civiles, para que no se hiciera justicia. Recordemos a aquello de "felices Pascuas, la casa está en orden" después de haber deliberado - y pactado - con los sublevados "carapintadas", no obstante las movilizaciones masivas del pueblo que clamaba por verdad y justicia. Fue temeroso, o simplemente respondía a su condición de clase, de la fortaleza y decisión de los sectores populares, dispuestos, en ese momento, a terminar definitivamente con el llamado "partido militar" y sus mandantes antipopulares y antinacionales, de la mano de los grandes intereses de los monopolios y las finanzas extranjeros. Y cuando debió entregar anticipadamente su gobierno al cipayo mayor, Menem, dijo aquello de que "oportunamente diré quienes son los responsables de haber creado estas condiciones" (hiperinflación, sabotaje a la producción y riqueza de los argentinos, el desempleo y la anemia de la totalidad de la vitalidad de la Nación). Pero nunca lo dijo. Por debilidad cívica o por sus compromisos con su clase, la burguesía, nunca dijo aquello que había prometido. Algo más: paralelamente a los juicios a las juntas genocidas, el gobierno alfonsinista montó la estrategia para dar lugar al extenso informe que fue el Nunca más, mediante la creación de la CONADEP, en contrario a lo que pedíamos y exigíamos los organismos, que era la creación de una bicameral del Congreso, con todas las facultades que implicaba un organismo de nivel legislativo, o sea indagar a fondo, exigir documentaciones a las cúpulas militares, archivos en dependencias, cuarteles y cuanto lugar de la órbita militar. No solamente no se dio lugar a esta petición lógica y en el marco de lo institucional, sino que se omitió deliberadamente señalar a los culpables, con nombre y apellido, que emanaba del mismo informe que se elaboró.
Por eso es falaz lo que afirmó también Brandoni en la jornada de ayer de presentación del susodicho libro, al referirse al coraje evidenciado por Alfonsín cuando enfrentó, en principio es cierto, a la Iglesia y a los militares: "los organismos de derechos humanos lo dejaron solo en esa lucha". Por el contrario, con el poder de decisión que tenía, aún menguado, fue su compromiso de clase y su debilidad cívica, lo que le marcó una defección, en la defensa de aquel elemental derecho, que es el derecho a la vida. Los organismos quedamos solos, y por eso mismo, esa declinación de la responsabilidad y deber de mandatario, nos tiene al momento en la calle clamando por verdad y justicia. Para nada estas líneas pueden significar una ofensa a la memoria de un político y estadista de la talla de Alfonsín. No fue el único en ese nivel, claro está. Solamente tratamos de hacer un aporte a la historia reciente de nuestra Patria, que al haber sido tan dramática y traumatizante para la conciencia colectiva necesita de quienes hemos sido - y seguimos siendo - actores directos de esa historia.
MENDOZA, 11 de Noviembre del 2009
*Filial Mendoza
Dante Taboada, Secretario Solidaridad - Ramón Ábalo, Secretario General
La Quinta Pata, 13 – 11 – 09
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