La difusión de las caras de los violadores en los diarios provinciales significó para el gobierno de Jaque un reencuentro con la sociedad que lo votó. Un alivio para una administración que en los mejores momentos se mueve a los tumbos y para esa sociedad que lo eligió, un gesto, una mueca complaciente, un paso esperado. El candidato del mapa del delito ahora exhibe las caras del delito.
¡Aquí están, estos son los rostros de las bestias! Quién podría oponerse a la divulgación. La estrategia es lo suficientemente eficaz para darle oxígeno, cuándo no para reimpulsar una gestión nefasta. Pero sólo puede funcionar con una sociedad cómplice que responde muy bien cuando se la alienta a liquidar sin reparos ni culpas sus propios males. Una sociedad careta que trabaja a destajo para no hacerse cargo de sus problemas.
Sabemos dónde viven, y estas son sus caras: ese es el sancocho rancio que se le sirve a un pueblo que se va haciendo adicto al menú. Detrás de exposición mediática la demagogia más cínica; detrás de la argucia un ascenso en la escalada hacia justicia por mano propia. El combo sale con fritas: el ministerio con mayor presupuesto tiene serios problemas para aprisionar a sus reos; la policía con más preparación y equipamiento necesita la ayuda de la comunidad. Todo cartón pintado, pero se vende.
Los medios, cuándo no, han hecho y mucho para reflotar esos razonamientos simplistas, las ansias de venganza. Son ellos los que, a través de sus discursos, promueven la sentencia sin proceso. El momento en que se captura al culpable es más apasionante que el dictamen de la justicia, que el conocimiento de las causas e incluso que la suerte de las víctimas (de quien dicen ser sus defensores). El suspiro viene después de que se ajusticia al rufián. Todo se va transformando y pareciéndose a la ficción. La carrera en esta dirección se desarrolla espantosamente; sin dudas hoy resulta más importante una condena mediática que una condena jurídica.
La jugada de Jaque rápidamente dio sus frutos, de las demandas acuciantes se pasó al “trabajo en conjunto con la comunidad”, además en pocas horas el gobierno mendocino fue noticia en todo el país, lo cual se festejó como un triunfo. Lo que tampoco se hizo esperar fue la propagación de la maniobra. Lo malo se aprende rápido y los medios son eficaces para esa tarea. Hoy son las caras de cinco menores de edad, acusados de cometer un crimen, las que circulan como trofeos por los medios de alcance nacional.
Río de Palabras, 18 – 11 – 09
sábado, 21 de noviembre de 2009
Mendoza
2 comentarios :
muy bueno el análisis, sabemos de las jugadas políticas oportunas, ahora como vamos resolviendo esto de los chicos y de los no tan chicos, que, víctimas de un pasado carente de contención y oportunidades caminan por la cornisa sin encontrar el camino de regreso a casa, porque no la tienen. la calle los impulsa a sobrevivir en la línea de la delincuencia y los otros, nosotros, también somos sus víctimas o acaso culpables por tener una casa, pagar nuestros impuestos y educar a nuestros hijos?.
Lo grave es seguir dividiendo la sociedad entre nosotros y ellos. Esa es la idéa central de la que se parte para diseñar todas las políticas en la materia. Partiendo de ese razonamiento sectarios se siguen construyendo muros. Es la génesis deesde la cual se levantaron los más terribles exterminios.La sociedad aunque pese está compuesta por todos. No es sólo el privilegio de algunos
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