Mario Urzúa
El Consejo Superior de la universidad aprobó la recepción de 1,4 millones de pesos, provenientes de la empresa minera Bajo La Alumbrera, y tanto docentes como estudiantes opositores a la iniciativa y hasta dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado transformaron la sesión en una batalla campal.
Si bien no estuvo presente la totalidad de los 43 miembros del Consejo Superior en la votación, la cantidad de asistentes aportó el quórum necesario y por 17 votos a favor frente a 11 en contra, la Universidad Nacional de Cuyo aprobó la recepción de 1,4 millones de pesos provenientes de aportes, obligatorios por una ley nacional, de la empresa minera Bajo La Alumbrera.
La decisión, abiertamente rechazada tanto por estudiantes de la casa de altos estudios como por docentes de la institución, generó un acalorado rechazo de sus opositores. Llegando a generar graves disturbios, acusaciones, agresiones y hasta la rotura de vidrios en plena sede del rectorado de la universidad.
La postura de quienes rechazan la recepción de fondos se encuadra en la oposición a aceptar dinero de la minera contaminante y saqueante, a costa de pueblos que quedan pobres y secos”.
De todos modos, tal concepto quedó totalmente desdibujado tras los graves disturbios que se generaron en el edificio universitario. Huevos, vasos y otros elementos fueron lanzados por los protestantes hacia los consejeros que votaban a favor de la moción y tras los forcejeos, hasta se llegó a romper expedientes, mobiliario y vidrios.
“Fue un día bochornoso para la Universidad. Hubo exabruptos, acusaciones de corrupción, insultos y hasta la rotura de expedientes, lo que significa un delito de orden público. No descartamos iniciar acciones legales pero veremos con tranquilidad el video de la votación para analizar y considerar las actitudes a tomar ante esta postura anárquica e intolerante”, reconoció el rector de la UNCuyo, Arturo Somoza.
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