¿Una trama de negocios? Por qué Fayad quiere demoler el Teatro Mendoza

Christian Sanz

Poco después de asumir la intendencia de la capital mendocina, Víctor Fayad ha iniciado una insistente arenga para demoler el Teatro Municipal Mendoza. Diversas voces se han alzado contra la medida, pero el jefe comunal insiste. Freddy Vila y los negocios detrás de la medida.

En la calle San Juan 1437 de esta ciudad, un complejo edilicio es parte activa de una pulseada que viene dándose desde hace años entre los vecinos y la municipalidad, referida al posible cierre y demolición del Teatro Municipal Mendoza.

Se trata de una construcción que es sinónimo de “patrimonio cultural”, de acuerdo con la ley 6.034 —Art. 3, Art. 4 y su modificatoria—, en cuanto a su valor arquitectónico, artístico y de importancia cultural. Define esa misma calificación su antigüedad, superior a los cincuenta años, ya que fue inaugurado en diciembre 1949.

Según la Asociación Argentina de Actores, “es el segundo y último teatro de la provincia por sus características, de estilo francés y caja a la italiana de notable dimensiones. Asimismo, reúne toda la excelencia en acústica y su infraestructura es única”.

Sin embargo, desde poco después de asumir su cargo al frente del Ejecutivo de la Ciudad de Mendoza, Víctor Fayad comenzó a arengar con que haría demoler el lugar, aduciendo que ostentaba graves “fallas estructurales y edilicias”. Su discurso fue escalando al paso de los meses y llegó al extremo de la falacia más pura: el Intendente aseguró, luego del terremoto del pasado 27 de febrero, que la única construcción edilicia que se había “fisurado” era el teatro Mendoza, otorgándose a sí mismo un nuevo argumento para embestir contra esa propiedad.

¿Por qué tanto interés en demoler ese histórico lugar? ¿A quién se intenta beneficiar con la medida?
Pocos recuerdan que, en el año 2007, en el fragor de su propia campaña política, Fayad aseguró que se encargaría de arreglar el teatro y hasta agregó que hacían falta aproximadamente 9 millones de pesos para hacerlo. Inexplicablemente, las estimaciones comenzaron a escalar a lo largo del paso del tiempo —multiplicando los valores iniciales— al tiempo que el jefe comunal mostró un insólito cambio de discurso. De golpe y porrazo, el complejo se había vuelto obsoleto y debía ser demolido.
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Cuando esto ocurrió, diversas voces se unieron para resistir la eventual medida de Fayad. La Asociación Argentina de Actores Delegación Mendoza, el Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos (MIMM), la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo (Consejo Directivo) y el Instituto Nacional del Teatro (Mendoza) son sólo algunos de los que se opusieron a la venta del predio y promovieron —y promueven hasta hoy— su restauración y puesta en funcionamiento.

La trama detrás de la trama
Tal y como ha publicado oportunamente MDZ, existen al menos tres proyectos que permitirían evitar la venta del teatro Mendoza: el primero es del diputado Ricardo Puga, de Proyecto Independiente Mendoza; el segundo, del ex legislador justicialista Pablo Tornello; y el tercero del ex senador radical Leopoldo Cairone. Sin embargo, ninguno de ellos fue tenido en cuenta por Fayad, quien a toda costa insiste en tirar abajo el lugar.

¿El motivo? según tres fuentes de información independientes consultadas para este artículo, se debería a la intención del jefe comunal de entregar ese predio a los titulares de la firma Gamma Muebles, vinculada al empresario Alfredo "Fredy" Vila y dedicada al “surtido en muebles y artículos del hogar”.

No es casual que la referida firma se encuentre justo al lado del Teatro Mendoza, en la calle San Juan 1447. “A los de Gamma les viene bárbaro el lugar, porque les permite ampliar su radio de acción en la parte de atrás del negocio que ya tienen”, admitió uno de los consultados, concejal él y férreo opositor a Fayad.

En sentido similar opinó un importante funcionario que supo revistar en la municipalidad mendocina, que dio datos de la relación de sociedad que hubo entre Fredy Vila y un hombre llamado Carlos Alejandro Mazal —CUIT 20-10725545-2, nacido el 19 de febrero de 1953—, que falleciera en un accidente ocurrido en diciembre de 2006 en San Juan.

Mazal era un empresario mendocino, original propietario de la cadena Gamma Muebles, quien falleció al caer con su automóvil por el hueco del montacargas de la playa de estacionamiento del hotel Alkázar de la capital sanjuanina. Poco después, la firma quedó en manos de Freddy Vila. Mazal había sido propietario también de un pequeño canal de TV por cable en Guaymallén, que pasó a formar parte de Supercanal.

Uno de los principales atractivos de la firma Gamma, cuentan quienes conocen el negocio, es que les vende a crédito a los empleados públicos, que después pagan las cuotas a través de descuentos en su bono de sueldo.

Otra vez sopa
En las últimas semanas, Fayad ha reincidido nuevamente —por ahora de manera tibia— con su idea de llevar adelante la demolición del teatro Mendoza. La tarea no será fácil para el jefe comunal, ya que hay taxativas cuestiones legales que limitan sus caprichos. Por caso, la ley provincial 14.800, promulgada el 14 de enero de 1959, declara a la actividad teatral de “interés nacional” en toda sus formas y ramas, y en su artículo segundo reza que, “en los casos de demolición de salas teatrales, el propietario de la finca tendrá la obligación de construir en el nuevo edificio un ambiente teatral de características semejantes a la sala demolida”.

Aunque parezca un tema menor, no lo es en absoluto: la mera construcción de un teatro con las características que ostenta el Mendoza, conllevaría una friolera aproximada de 80 millones de pesos, según estimaciones profesionales.

Como sea, más temprano que tarde, Fayad deberá explicar por qué insiste con la demolición del predio de marras, toda vez que el municipio ya tenía presupuestado los fondos necesarios para su restauración.

Tal vez no deba hacerlo ante toda la sociedad, pero sí frente a los más de 20.000 firmantes mendocinos que se pronunciaron contra esa medida.

No es poco.

MDZ Online, 17 – 05 – 10

La Quinta Pata