domingo, 11 de julio de 2010

A propósito de la reforma electoral

Roberto Vélez

Los K., cobistas, radicales y demócratas, comparten lo esencial de la reforma nacional: acotar las posibilidades de las fuerzas menores o emergentes.

Contrariando la voluntad de los legisladores nacionales y de un acuerdo parlamentario, la Presidente vetó dos artículos. Neutralizando los positivos efectos que devenían de ellos.

No hay ahora posibilidad de participación electoral sin personería definitiva. Los avales ya no son suficientes. Ni la tolerancia en el tiempo a la espera de las afiliaciones.

Además se exige la renuncia de los ciudadanos por vía de telegrama. Y fotocopias de los documentos de identidad.

Simultáneamente, cuestiones importantes que operan como trampas fraudulentas, no están en la agenda. Solo discuten los partidos con representación parlamentaria. “Cocinándose en su propia salsa”. Las minorías no participan. Aunque tengan reconocimiento electoral.

Coincidirían en cuanto al desdoblamiento de las elecciones. El temor fundado de que los K y Jaque hagan una mala elección, lleva a algunos intendentes del PJ a coincidir con la separación. No es que comulguen con un criterio electoral democrático. Solo especulan animados por una cuestión de cálculo. Lo que pese a todo, en cuanto a conclusión respecta, es bueno.

Sabido es que Fayad desdobló las elecciones en la Ciudad, básicamente para anular las pretensiones cobistas de dejarlo sin Concejales propios.

Un año antes habíamos planteado formalmente la necesidad democrática del desdoblamiento. La nota solo llegó a la Mesa de Entradas de la legislatura. Nadie se dio por enterado de la iniciativa.
Leer todo el artículo
Sin embargo, temas importantes como la elección por mitades de los ámbitos parlamentarios, cuyos efectos se transforman en la antítesis de la representación proporcional, no se discuten. En Mendoza todo está armado para que solo diriman en la Legislatura y los Concejos Deliberantes, las tres fuerzas tradicionales. Ahora se proponen afirmarlo a la luz de la reforma K.

Eligiendo la mitad de los cuerpos discriminan a las minorías que se ubican desde el cuarto lugar.

Más aún. Saliendo terceros anulan la presencia.

Es el caso de Las Heras de hace unos años. Sacamos más votos que los Demócratas. Que por segunda vez relegábamos al cuarto lugar. Se elegían 6 concejales. Sin embargo no ingresamos. Potenciaron tal efecto con las listas espejo. Y con fraude. Los partidos que no tienen la posibilidad de tener fiscales rentados en todas las mesas, son objeto de arbitrariedades de distinto tipo: desde la ausencia de boletas hasta la impugnación de sufragios sin razón, pasando lisa y llanamente por el reemplazo de los votos por boletas de los partidos tradicionales en forma igualitaria, previo acuerdo. Cuando no la digitación de presidentes de mesa o el voto en cadena liso y llano.

Se impone la elección de la totalidad de los integrantes de los cuerpos legislativos.

La práctica actual se ha transformado en normal. Y de ninguna manera lo es.

La reforma provincial en lo que a lo electoral respecta, debiera democratizar el sistema.

Y no solo hacerla funcional a la entente economía y política concentrada.

Surco, Coordinación Sur, 08 – 07 – 10

La Quinta Pata

No hay comentarios :

Publicar un comentario